"¿Quién eres?"

275 29 9
                                    

- ¿Hay algún problema? - Respondió Ei.

- Disculpe que la llamemos en horario de trabajo, pero su hijo ahora está en la enfermería de la escuela ya que sufrió un desmayo. Según lo que un compañero de su clase sabía, Scaramouche ha estado bajando de peso... -

Ei estaba confundida, todos los días le daba la máxima comida que su hijo podía soportar para que no bajara más de peso.

La secretaria de la escuela al no escuchar una respuesta de Ei, volvió a hablar. - Mire, sé que es complicado tener un chico con... anorexia... en casa, pero lo mejor sería que lo lleven a un nutricionista para que tenga una dieta con más balance. -

- Usted no me dirá que hacer, yo sé perfectamente que hacer con mi hijo, tenga linda tarde. - Respondió la madre antes de colgar la llamada.

Pensaba que su hijo la volvería loca de alguna manera al tener anorexia o quizá anemia, para ella, su hijo era todo un caso.

Kazuha estaba trabajando en su cafetería, no había mucha gente ese día, estaba en la caja para pedir los cafés y vio a Scaramouche, el cual, saliendo de clases había ido hasta allá.

- B-buen día... ¿qué va a llevar? - Preguntó Kazuha con cierta extrañeza al ver a ese chico ahí parado, se veía muy flaco.

- Solo un café sin azúcar, por favor. - El chico no tenía ánimo, se le veía en sus ojos.

Kazuha no sabía que hacer, ¿preguntar si él chico estaba bien o no hacer nada?

Y entonces, Kazuha decide preguntar. - ¿Está pasando algo? te ves demacrado, bastante diría yo... -

No sabía si contestar o no, solo extendió el dinero del café.

- Ya veo... -

Kazuha cobró el café y le dijo a Scaramouche que pronto le llevarían lo que pidió. Pasaron cinco minutos y el de mechón rojo apareció frente a la mesa con un café y un brownie.

- Mira... no sé por lo que estés pasando pero... ¿podrías hacerme el favor de comer esto? no lo tienes que pagar... yo invito. -

¿Qué haría?
¿comería eso o no?

- Disculpa pero no puedo aceptarlo, en serio que no... - Aunque deseaba comer algo dulce hace semanas nunca se lo permitiría o al menos sentía que no lo merecía para nada.

Si comía, él se obligaba a vomitarlo y tampoco quería preocupar innecesariamente a un desconocido, además, este se veía lindo y con un carácter tierno.

- Muchas gracias, supongo, lo comeré no te preocupes... - Scaramouche comenzó a tomarse su café, cuando de pronto el de mechón rojo se sentó frente a él mientras lo veía.

- Asi que... ¿cómo te llamas? - Tenía una sonrisa en el rostro.

Una conversación corta no le iría mal de vez en cuando, a pesar de lo que sufría, trataría de mantener una charla amigable.

- Me llamo Scaramouche, supongo que tú te llamas Kazuha, está en tu etiqueta del uniforme. -

- Exacto, me llamo Kaedehara Kazuha... También podías ver mi nombre en el cartel ya que soy empleado del mes... Pero ese no es el tema, podría saber... ¿por qué te ves tan triste y demacrado? -

No debería confiar en un chico que trabaja en una cafetería y que le regala brownies a cualquiera, pero igualmente, lo hizo. - Se supone que tengo anorexia, fin del cuento. -

- Ya veo... - Kazuha cuidadosamente con su mano tomó el café del chico y lo dejó sobre la mesa, mientras le acercaba el brownie con su mano libre.
- ¿Podrías comer, por favor? -

Lo pensó bastante pero al final decide darle un pequeño mordisco a esa cosa que probablemente vomitaría en los baños de la cafetería.

- Sabe bien... gracias supongo... - Comió tan solo hasta la mitad de la comida.

- ¿No comerás más? vamos, come tantito más, ¿por favor...? no te hará mal comer, en serio. -

- Ya llegué a mi límite... además... siento que engordé miles de kilos tras comerme todo eso. -

Kazuha trató de ignorar eso, estaba pensando en qué decir pero alguien de la cocina de la cafetería le llamó para que fuera.

Atendió algunas cosas e iba a volver con Scaramouche, pero cuando salió de la cocina, el chico ya se había ido sin dejar rastro.

Scaramouche estaba volviendo a su casa caminando mientras escuchaba música con audífonos, él abrió la puerta de su casa y lo primero que escuchó fue la voz de un hombre que nunca antes había escuchado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Scaramouche estaba volviendo a su casa caminando mientras escuchaba música con audífonos, él abrió la puerta de su casa y lo primero que escuchó fue la voz de un hombre que nunca antes había escuchado. Caminó hasta la sala que fue donde ese ruido extraño emanaba, vio a un hombre hablando con su madre, Ei.

- Usted debe ser el chico del que su madre me habló, sientese por favor. - Habló el hombre desconocido.

Hiso caso de forma extrañada, ¿quién era y porqué estaba en casa?... Por lo general su madre no recibía visitas, asique sería algo serio.

- Hijo... él es un... uh... nutricionista. Supe de lo que ocurrió en tu escuela, asique decidí llamar a uno. - Ei se veía diferente, bueno, siempre que había más gente se comportaba de esa manera.

Se quedó callado, no le parecía la idea.

- Según lo que me dijo su madre, usted tiene algo parecido a la anorexia o quizá la tenga pero primero para determinar eso quisiera hacer algunas pruebas. -

Scaramouche se sentía completamente incómodo, le tenía algo de pánico a estar con otras personas, pero sabía que como Ei estaba ahí, no podría decir que no a nada.

Pasaron algunas pruebas y preguntas que la mayoría el chico tenía miedo de responder. Después de todo eso, el doctor dio su informe.

- Si... tienes anorexia, ya está muy avanzada a este punto y no sé si querrás tomar una recomendación que quisiera dar... -

- ¿Qué cosa?... me da igual de todas maneras, pero quiero escuchar... - Scaramouche respondió con indiferencia.

- Además de tratar de tener una dieta mas balanceada y dejar esos malos hábitos, necesitarás un compañero en tu vida que te recuerde tus medicamentos y que te ayude con esto, solo es una recomendación, pero yo creo que te vendría bien algo de compañía. Además, no podrás ir a la escuela por algunas semanas para que estés en reposo y no te pase nada, más que no te pase nada es más precaución. -

El doctor se levantó de su asiento y se despidió de los dos luego de una pequeña conversación.

algo que recalcó el hombre fue que fuera alguien de confianza o que tan solo lo comprendiera y estuviera ahí para apoyarlo.

- Entonces... ¿contrato a un desconocido para que te ayude? no tienes amigos como para que te cuiden en todo caso... - Dijo Ei cerrando la puerta principal.

- D-de hecho... tengo una mejor idea que eso... hoy conocí a alguien... -

"The perfect year" [Kazuscara - ESP] Where stories live. Discover now