Scarlett

15

Tres días después.

—Lucy, voy a salir. —Después de terminar de desayunar en mi habitación, le dije a Lucy que me preparara un carruaje.

—Mi señora, ¿vas sola?

—Sí. No pasará mucho tiempo.

Aunque ha sido bastante agitado, ¡ganaré algo de dinero ahora que terminé con una de las tareas!

Todo lo que tenía que hacer era obtener los documentos pertinentes del Imperial Bank y presentar la solicitud. No era un terreno caro, por lo que los resultados estarían disponibles en tres días. Simplemente iba a enviar la solicitud hoy y luego echar un vistazo.

—Veo. ¡Sr William! ;Sr Lance!

Lucy me miró como si estuviera mirando a un niño que estaba a punto de causar problemas y luego salió corriendo y llamó a los caballeros. Después de prepararme, dos caballeros de aspecto nervioso estaban esperando a caballo en las puertas principales cuando salí. Gracias por las molestias tan temprano en la mañana, muchachos. Un lindo carruaje se interponía entre ellos.

—Al Banco Imperial. — dije con una mirada altiva después de subir al carruaje.

Pronto empezó a moverse.

***

—Hemos llegado.

Los sirvientes, que nunca me habían tratado como una verdadera dama y habían estado demasiado ansiosos por evitarme, eran un poco diferentes hoy en día. Aunque no estaba seguro de si era un cambio para mejor.

—Escuché que quería ir a revisar su bóveda, mi señora...

¿Qué está diciendo? Entonces así es como va a ser, ¿eh? Miré al cochero sin comprender y luego le sonreí. Cuando no lo confirmé ni lo negué, palideció. Luego nos dirigimos al banco.

—¡M-mi señora!

¿En serio? El personal del banco fue sorprendentemente educado conmigo. Probablemente eso se debió al título de nobleza real que había recibido como parte de ser la prometida del tirano. La nobleza real estaba formada por los nobles o mujeres nobles que trabajaban en el palacio y que estaban en condiciones de ser tratados de la manera legítimamente respetada.

—La zona segura, querrás decir.

–Sí. Estoy pensando en mirar al oeste del Palacio Imperial. ¿Cuánto hay disponible allí? —Pregunté sobre los terrenos en el lado opuesto de la mansión Arman. Bueno, porque, llegado el caso, tendré que huir a mi tierra.

—300 monedas de diez centavos, como máximo.

Trescientas monedas de diez centavos eran aproximadamente del tamaño de medio estadio. Para empezar, no había mucha Zona Segura, por lo que tenía un tamaño encantador. Firmé gratamente los papeles.

—Gracias. Los resultados se conocerán esta noche. Cuídese, entonces, mi señora. —El amable y noble empleado se inclinó cortésmente.

Le asentí y salí feliz del banco.

—¿Regresarás a la mansión, Lady Scarlett? —Sir William, que me había estado escoltando desde la mañana, preguntó con cuidado.

Sacudí la cabeza brevemente y me dirigí al siguiente destino en carruaje. —Los jardines mágicos... Oh, ahí está. —Después de que nos detuvimos en los jardines, caminé hacia la tienda de magia.

Este mundo, en el que la magia bastante utilizada, tenía muchas cosas peculiares. Más adelante, cuando tenga más tiempo, exploraré todas esas cosas. Lo que necesitaba ahora eran semillas, semillas mágicas hechas con el propósito de educar a los niños. Eran obras maestras que daban frutos muy pequeños cuando se regaba durante un mes. Sin embargo, es muy caro porque es sólo un prototipo.