Andre Lancaster

Capitulo 3

Mi pobre corazón estaba trabajando demasiado tratando de no desmayarme o morir por qué mi mejillas me dolían de lo caliente que estaban

André se desvió y fue a un restaurante que quedaba en el centro de la ciudad

- Mírame - André alzo la voz para que lo viera, el cogió un labial rojo que tenía a la mano y lo acerco a mi boca

- Oh no los labiales casi no me quedan - sonreí de medio lado con nerviosismos y quite mi cara

- Me dejas - sonrió cogiendo mi mentón - tienes una cara con pómulos marcados, tú mentón es definido y tus ojos son grandes - hizo una pausa e hicimos contacto visual - - te va a quedar por que eres hermosa - me aplico el labial con delicadeza, mi nariz se inundó a fresas olía muy rico esa labia

André maneja el labial como si fuera un maquillista profesional, cuando termino sonrió, miro mi cabello castaño y lo acomodo detrás de mis orejas peinandolo con los dedos

- ¿Cómo que no queda el rojo? - alzo una ceja sonriente - te ves hermosa, deja tu bolso acá vamos a comer

El salió primero y me espero para que saliera a la par de él, me extendió la mano y me llevo adentro del restaurante venían con nosotros dos guardias, subimos por un ascensor hasta el último piso, cuando se abrieron las puertas había una mesa en la mitad de las ventanas donde se podía ver la ciudad, en el centro de la mesa había unas velas y comida

- Vamos - André me empujo y me ayudo a sentarme - ¿te gusta? Son mariscos, si no te gusta puedo pedir que te hagan otra cosa

- No tranquilo me gustan gracias - le sonreí

- Cuéntame algo de ti, te llamas vela y tienes 19 años - sonrió mientras descansaba su mentón en su mano

- Nunca te dije mi edad - alcé una ceja divertida

- No necesitas decirlo - me guiño el ojo y probo el marisco

El giro la cabeza y vio la ventana mientras saboreaba los mariscos, me mordí los labios y mire el plato probando uno

- Siento que te conozco, ¿pero no sé de dónde? - alce mi mirada él estaba arrugando la nariz pensativo

- ¿A qué te refieres? - fruncí el ceño y lo miré

- Si siento que te conozco - mordío su labio inferior - bueno no me acuerdo ¿te gustaron? - sonrió como un niño pequeño

Asentí con una sonrisa, pasando las horas solo conversamos de nuestras vidas él era un empresario, manejaba las empresas del papa, tenía 24 años, le encanta el sushi, el pulpo, pero odia las pastas.

- Cuéntame de ti Vela - insistió el con una sonrisa en sus labios y sus ojos verdes poniéndome nerviosa ¿Qué le contaba a una persona que lo ha tenido todo desde que nació? Soy pobre digo nunca he viajo, no ceno todos los días comida refinada y mi sueldo no es ni la mitad de lo que el gana

- No sé qué contar - le di un sorbo a el agua que había dejado el mesero

- No sé, cuéntame algo de ti como ¿Qué signo zodiacal eres? - soltó una mini carcajada

¿Que? .... como que signo zodiacal soy?

- Soy leo, Dios no me digas que eres un maniático del zodiaco - solté la carcajada cuando cogió su celular y me mostro que seguía una cuenta del zodiaco

- Según mi probabilidad con un signo de leo es.... de una 10% - hiso un puchero - según dice esta cuenta "un leo y un capricornio. tiene tendencia a ser baja, pero en ocasiones su unión puede funcionar muy bien siempre que ambos se olviden de su orgullo y unan sus esfuerzos por un bien común"

- ¿Orgullo? - arrugue mi nariz con una sonrisa - ¿qué es eso?

- No se velita - siguió viendo su celular hasta que lo boto a la mesa y se quedó mirándome

- Velita?

- si ahora eres mi velita

- que apodo tan feo

- desde que venga de mi nada es feo cielo..

Ambos nos levantamos, caminamos al ascensor y nos fuimos, me llevo a mi apartamento no estábamos muy lejos como a 10 min

- Bueno yo me bajo aquí - sonreí y me levanté para despedirme e irme

- Espera - André bajo de la camioneta a la par mía y se acercó a mi oído susurrando - no me interesa si no tienes dinero por lo general me fijo más en la personalidad y señorita me cautivaste ¿mañana saldrías conmigo a una cita más formal?

¿Cita? ¿Lo cautive? Como si solo me la pase escuchándolo y haciéndolo reír y no le hable nada de mi

- ¿Vale mañana nos vemos a las 12? - pregunte nerviosa, el solo sonrió viéndome a los ojos y asintió

- Me parece perfecto, mañana te recojo a esa hora - se despidió con un beso en la frente y espero a que entrara a mi edifico para irse