Jeon Jungkook ha vivido por muchos años como un lobo errante tan solo sobreviviendo gracias a la marca que lleva en el cuello. Cuando esta se rompe y es forzado a dejar de respirar, una promesa le dará una última oportunidad para volver a él.
A Jimi...
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Maratón 2/3
Jungkook resopló aquella mañana recostado sobre su cama mientras revisaba el sinnúmero de mensajes y llamadas perdidas de parte de Sunwoo. El menor se mordió el labio inferior antes de bloquear su celular y revolcarse en la cama, buscando alguna excusa con la cual librarse de las reprimendas y quejas de su hyung.
Durante los últimos meses habían tenido algunos problemas un poco demasiado frecuentes. Todos relacionados al tiempo con el que se veían. Jungkook comprendía que Sunwoo estaba ahora más ocupado que antes. Además, ya no vivían en la misma ciudad, por lo que el frecuentarse no era tan natural como antes. Generalmente, Sunwoo vendría a Busan durante los fines de semana, pero había algunos en los que se le dificultaba y entonces le pedía al menor que fuera a Seúl. Jungkook casi nunca podía, lo cual colmaba la paciencia del mayor y desencadenaba peleas entre ambos. Sunwoo siempre argumentaba que Jungkook no se esforzaba lo suficiente, que no tenía interés, que todo era culpa de esos dos omegas que se apropiaban de todo su tiempo libre. Quizá era cierto en parte. No obstante, también estaba su padre de por medio. Si bien había hecho su mayor esfuerzo por mejorar sus notas y obtener felicitaciones por parte de sus profesores privados, su padre aún seguía siendo estricto para con él. El nivel de exigencia no reduciéndose en lo absoluto, sobre todo ahora que Jungkook tendría que escoger una universidad a la cual postular. Tanto Sunwoo como su padre querían que el menor se decidiera por una universidad en Seúl, pero Jungkook no estaba del todo convencido. De hecho, si era sincero, ni siquiera sabía si quería ir a la universidad.
Su teléfono volvió a sonar entonces.
Jungkook se alzó sobre sus codos y observó la pantalla: "Hyung." El joven alfa esperó hasta el tercer timbre para contestar.
-¿Hyung?
Silencio.
-¿Sunwoo, hyung...?
-Jungkookie...-Contestó una voz que parecía casi un susurro.
Ninguno dijo nada por algunos segundos.
-Hyung... ¿Estás bien...?
-Jungkookie... si... yo...-Sunwoo guardó silencio y se escuchó a través de la línea el sonido de las sábanas siendo removidas.-Perdona por llamarte tan de temprano... ayer quise contactarte, pero no contestaste ninguna de mis llamadas...
Jungkook asintió.
-Pronto será el cumpleaños de Jimin y quise llevarlo al parque de diversiones... lo siento... no estuve chequeando el móvil y a penas llegué a casa, me fui a dormir, no tenía más energías.
Sunwoo suspiró pesadamente. Jungkook creyó que a continuación vendría un regaño, pero, para su sorpresa, fue todo lo contrario.
-Lo siento.-Pronunció el mayor de repente.-Yo... he sido muy intenso... Quizá se debe al estrés que siento por la universidad y al miedo de estar tan lejos de ti como nunca antes... yo...-La voz de Sunwoo pareció quebrarse.-Lo siento mucho... hyung quiere hacer las cosas bien, pero... lunas... soy... tan estúpido...
