Apareció en el tablón de las noticias, las palabras que te daba y las caricias que hablaban. Y tu mirabas extrañada como algo tan evidente no servía para nada.
Quién sabe, si con tu mirada, apartabas las palabras de delante, recorrías sueños y difuminabas los secretos de la gente acompasaba.
Y es que en realidad no costaba encontrar los fragmentos de espejos derretidos y silabizar los momentos. Exudábamos recuerdos y pertenecíamos a aquellos pasos en la acera caldeada.
Las sábanas volando hacia la ventana.
Encontré en los anuncios del periódico, tus deseos maltrechos malvendidos a terceros; la pausa plena en lo que tardaba en caer una hoja en otoño. La mala ruina que te espera. Renunciar a un abrazo cuando tenias todo.
Te llamaran y contarán contigo, en las noches de solsticio, bajo el sol de verano; pero cuando se acaben los festivales y la arena de la playa enfríe, volverás a sentir la nada.
Aún guardo aquel recorte del periódico, del tablón de anuncios, de aquel bonito año, de como tus caricias conquistaron el mundo que tu acabaste enterrando.
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Ruido. Ecos.
Short StoryCada ensayo en "Ruido. Ecos" es como una nota solitaria, resonando con la quietud de la introspección. Desde la contemplación de la efímera naturaleza del amor hasta la meditación sobre la soledad que reverbera en nuestras interacciones diarias, el...
