"Dudoso"

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Volteó lentamente encontrándose con uno de los estados de Venezuela, el más nombrado entre todos, caracas, quien lo miraba con un semblante serio y con el ceño fruncido, se acercó a paso lento hacia él mientras lo observaba de arriba hacia abajo.

— ¿Algo se te ha perdido en su cuarto? Mira, metro parado, será mejor que me digas qué hacías en el cuarto de mi padre o ¡te romperé las malditas piernas!— alzó la voz amenazante, Rusia, algo anonadado, soltó una pequeña risa, no podría tomar en serio a alguien de 1.58 tratando de ser intimidante—

— ok, tranquilo niño, solo observaba si dormía tranquilamente, no hay nada malo de por medio, no te preocupes— respondió en una voz tranquila mientras trataba de mantenerse lo más sereno posible.

— Esa labia métesela a cualquier otro, pero a mí no me engañas Rusia, tienes algo entre manos— respondió apretando los dientes con algo de enojo.

—Si fuera así, no es de tu incumbencia, además nunca le haría nada malo a Venezuela, él es muy importante para mí— le dio una mirada poco expresiva mientras la elegancia y tranquilidad de sus palabras trataba de convencer al caraqueño de que decía la verdad—.

—No es normal que vayas a la habitación de tu amigo a las 2 de la mañana y lo observes durante unos 30 minutos — se cruzó de brazos con una sonrisa retadora. 

— agh..n.no ! ¡Yo no hice eso!…— sin querer tartamudeaba del nerviosismo y su semblante rápidamente cambió a uno donde el nerviosismo estaba presente—, ¿ok? Te diré todo—.

—¿Qué gustas de mi apa? UFF, desde que sé eso, no soy tan webon, noto tus miradas fácilmente— el ruso lo miró sorprendido—. Eres un rarito y medio psicópata, no obstante, con esto también te gusta mi padre sabiendo que tiene pareja y ... Oh, ni hablar de qué Rusia, el hombre más heterosexual de la tierra... es bisexual porque aún te gustan las mujeres, ¿no? —El ruso escuchó todo lo que dijo el contrario en silencio. Al escuchar la pregunta, asintió con un leve sonrojo. 

— eres bastante observador— dijo el ruso en voz alta mientras bajaba un poco la mirada para verlo a los ojos —

—¿Te doy un consejo? Busca a alguien más y deja de estar como perrito faldero, vamos… A Alemania aún se le bajan las pantaletas por ti— respondió de un modo sarcástico, recibiendo un leve empujón de parte del ruso. 

— no hables de esa manera de ella, y además lo que haga con mi vida no te incumbe, ya veo porque eres uno de los peores dolores de cabeza de Venezuela— respondió con un tono de odio en su voz — ella es maravillosa, linda y atenta, sin embargo, ella no es para mí, merece a alguien que si la ame y la quiera como yo no pude hacerlo— 

— quien diría que esas lindas palabras podrían salir de alguien como tú —

—diría lo mismo, pero de ti se puede esperar todo—. 

—Sabes, será interesante ver la reacción de mi padre al saber que su amigo de la infancia está obsesionado con él — estaba a punto de irse, pero fue interrumpido por un jalón por parte de Rusia—.

—¿Cuánto quieres por tu silencio? Te daré lo que quieras— respondió serio mientras lo miraba de manera fija. 

El caraqueño proceso un rato lo que acababa de pasar, lo observo de arriba a abajo una y otra vez para después decir unas simples palabras:

—plata…—

—¿eso quieres?—

—si—

—¿Cuánto quieres? —

Tomo una pausa nuevamente mientras pensaba la cantidad que pediría 

— un millón... mensual, y ayuda médica para la gente sin hogar. Ni contar de donaciones a orfanatos ...— respondió serio y de manera algo lenta, el ruso alzó una ceja y soltó el agarre. 

ревность 2.0 ||𝑅𝑢𝑠𝑣𝑒𝑛𝑒||Where stories live. Discover now