VI

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JUNGKOOK

Siete años después.

Una mano suave y cálida recorre mi espalda desnuda, sacándome del sueño en mitad de la noche. Abro los ojos lentamente y miro por encima del hombro para encontrar a Yuna acurrucada contra mí, con los dedos bailando sobre los músculos y los planos de mi espalda.

-Hola, cariño -murmura antes de darme un beso en la parte superior de la columna vertebral.

-Mmm -murmuro, y me pongo de lado para mirarla-. ¿Qué hora es?

Mira el despertador de su lado de la cama.

-Las cuatro y cincuenta.

Gimiendo, me restriego la palma de la mano por la cara. Se supone que debo levantarme en diez minutos para ir al gimnasio antes del trabajo, pero Yuna no tiene que levantarse hasta dentro de una hora.

-¿Por qué estás despierta? Normalmente estás roncando cuando me deslizo fuera de la cama.

Su suave risa llena mis oídos y se acerca para acariciar mi mejilla. Siento la fina banda de metal que rodea su dedo anular contra mi piel y sonrío.

-Siento que apenas te he visto desde que volvieron las clases -susurra, inclinándose para darme un beso en los labios-. No me gusta mucho.

-Eso es porque siempre estás ocupada -le recuerdo entre beso y beso-. Entre tu carga de cursos y la planificación de la boda, me sorprende que tengas tiempo incluso para meterte en esta cama conmigo.

-¿Alguien se siente abandonado? -bromea, subiéndose y poniéndose encima de mí. A horcajadas sobre mi cintura, se inclina y sigue dándome suaves besos en el pecho y el cuello desnudos.

-¿Qué estás haciendo? -Me río, apartándole el pelo de la cara.

-Sólo quería pasar un rato con mi prometido esta mañana. ¿Es eso un delito?

Mi erección matutina rápidamente comienza a engrosarse en una erección en toda regla cuando ella comienza a frotarse contra mí, amando la idea de un entrenamiento previo, aunque realmente no puedo permitirme llegar tarde.

-No lo creo -agarro sus caderas para evitar que arrastre su cuerpo por el mío-. Pero como has dicho, sólo tenemos diez minutos. ¿Quieres pasar ese tiempo hablando o...?

Ella gime, retirándose para darme un pequeño puchero.

-Maldito seas por ser sensato.

-Una de las muchas cosas que te gustan de mí.

-Hmm, sí -Me sonríe antes de inclinarse para besar mi mejilla-. Pero ¿Qué te parece si hacemos un poco de multitarea?

Sonrío y miro el despertador.

-Siete minutos.

Ella suelta otra carcajada y mis manos juegan con el sexy camisón que lleva para dormir.

-Bueno, las invitaciones se envían esta semana, como sabes. Estamos siguiendo el cronograma al pie de la letra, y como son tantas, estoy haciendo que mamá y Shelly me ayuden con todas.

-Eso es genial, cariño -le digo-. Pero ¿Qué tienen que ver tu madre y tu hermana con esto exactamente?

Se muerde el labio.

-Bueno, Shelly se dio cuenta de que tu parte de la lista era bastante corta y no tenía ningún familiar en ella.

Todos los movimientos, incluida mi respiración, se detienen ante la mención de mi familia. Bueno, mi ex familia, porque no he hablado con ninguno de ellos en siete años.

ʜᴇᴀᴅ ᴀʙᴏᴠᴇ ᴡᴀᴛᴇʀ ☾𖤓 ᴷᵒᵒᵏᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora