♥️ Capítulo 33:Un mal día para Begoña♥️

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Camina por la calle respirando el aire que trae consigo el perfume del azhar , sus pasos son lentos , no tiene prisa por llegar a ningún lado, camina sin rumbo fijo, solo se deja llevar por sus pies, y por su corazón.
Necesita salir del encierro que representa la casa, le trae malos recuerdos, quedarse en ella sola,le hace pensar en el pasado cercano que prefiere olvidar.Un sufrido y humillante pasado lleno de peligro.
Se siente segura en las calles sevillanas , repletas de naranjos en flor donde nadie puede reconocerla, donde nadie sabe quien es .
Alejada de la famosa Madrid, que fue su cuna , y la tumba de sus padres ,pero también donde quedó sepultada una vida de comodidades y lujo, como consecuencia de la decadencia económica que trajo la guerra por la independencia de Cuba.
Madrid la ciudad donde pasó toda su vida y de la cual se tuvo que despedir, porque no soportaba las miradas, de aquellos que sabían quien era y la trataban con indiferencia. No soportaba que sean testigos de su caída.
Y alejada ,de la mediterránea Cádiz que la recibió cuando se fue de su ciudad natal y donde conoció los horrores de la explotación,del sentirse prisionera, del sentir que su vida peligraba.
Alejada de su cuna y de su infierno, se siente ahora libre y en paz.
Pero los logros no son siempre eternos , y al notar que un coche la sigue echa a correr.
Enseguida es alcanzada por el vehículo ,dos hombres de mal aspecto bajan y corren hacia ella , Begoña los reconoce, y corre lo más rápido que puede ,un grupo de estudiantes pasa por el lugar y se mezcla entre ellos ante la vista de los malhechores que solo pudieron dejarla ir.
Se terminó la paz para Begoña, ya la localizaron.
Teme volver a la casa de su prima , por un lado porque no quiere traerles problemas a ella que tan buena fue al permitirle que se aloje ahí , y en segundo lugar , porque está sola , y en caso de peligro no tiene a quien acudir, hasta Hermesinda y Manolo, se fueron por unos días.
Pero otra posibilidad no le queda, pues no tiene dinero suficiente para pagar otro lugar.
El pasado la persigue.
¿Podrá volver a escapar?
Es hora de hablar, de decir la verdad, aunque cueste, pero es la única forma de la cual puede salir viva de todo eso .
Sola no va a poder, pero con la ayuda de su prima y esposo ,es muy probable que sí.
Espera escondida en el bar de un amigo reciente durante unas horas mientras degusta la rica comida con la que la invitó. Él no sabe nada de la situación que está viviendo.
De vuelta en la casa,va hacia el teléfono decidida a contarle todo a su prima.
Juan ya está de regreso en La Viña  y se encuentra con la agradable presencia de Hermesinda y Manolo, si bien le había dicho a su amigo que pase por ahí,no se lo esperaba tan pronto.
Todo es jolgorio y risas, cuando el teléfono suena .
María va a atender.
Escucha la voz de una mujer entrecortada por el llanto, al comienzo no logra identificar de quien es, solo lo logra pasado unos minutos.
-Begoña ,¿por qué estás así?
-Tengo miedo, no quiero volver con él,no quiero volver a ese lugar.
-¿Con quién Begoña?
-Con el  carpintero.
-¿Con qué carpintero?
-El que te mencioné una vez .
-¿El qué te trajo a Sevilla?
-Sí, pero te mentí,en realidad yo me escapé de él.
-¿Te escapaste? Begoña no entiendo nada.
-Es una historia muy larga. Temo por mi vida, no quiero estar con él , es un hombre violento, y un delincuente.Sabe hacer las cosas por eso la policía no lo descubre.
Temo que me mate,temo  que me secuestre.
Hoy me estuvieron siguiendo.
-¿Tú  estás casada con él?
-No, era su amante.
-¿Quién te siguió?
-Dos de sus hombres.
-¿Dónde estás ahora?
-En tu casa.
-¿Y te siguió alguien hasta ahí?
-No.
-Begoña, estás muy nerviosa .
¿Quieres  qué Juan hable con un policía para qué vigile la casa? Él tiene muchos conocidos.
-No gracias.
- Begoña me dejas mal. Nunca te escuché así.
-Si sabía que te ibas a poner mal no te llamaba.
Voy a cortar . Cualquier cosa me comunico más tarde.
-Pero Begoña, espera.
¿Qué hacemos?
¡Begoña!¡Begoña!
Ante el silencio de su prima María cuelga el teléfono.
Seria ,con un aire de preocupación en su rostro, María vuelve con el grupo.
Sin decir nada se sienta en un sillón individual y se hecha hacia atrás.
Todos la miran esperando que diga algo pero no lo hizo.Hasta que rompe el silencio.
-Era Begoña. La noté mal, muy nerviosa, con mucho miedo. Me habló de una historia con un hombre violento del cual era su amante. Me dijo que la siguieron.
Y ahora hasta yo tengo miedo.
-Ese es el hombre que la dejó cuando descendió de posición económica.
-No sé Hermesinda . Begoña me dijo que nos mintió. Ella escapó de un hombre.
Lo que me asusta es que la estén siguiendo.
¿Por qué lo hacen? Tengo miedo que le hagan daño.
-Puede ser que ese hombre esté muy enamorado de ella y quiera recuperarla.
-Pero Hermesinda , ella habló de violencia.
El amor no tiene nada que ver con eso.
-María, ahora recuerdo algo.
Una vez cuando llegué a casa , vi un coche estacionado frente a la casa de ustedes. Cuando Begoña lo vio se puso nerviosa.
Más tarde fui a visitarla, para saber si estaba bien y si sabía algo acerca del conductor, pero me dijo que no lo conocía. Y con todo lo que se está hablando,me parece que me mintió.
-¿Pudiste ver el rostro del conductor?
-No, María, solo me llamo la atención el coche porque hacía unos días que lo veía por el lugar y no pertenecía a ningún vecino.
Juan se pone de pie, da unos pasos hasta el ventanal que da al patio,se pasa la mano derecha por el mentón, luego por el cabello, y después regresa con el grupo, toma la taza de café que está en la mesa y bebe un poco de ella.
-Tenemos que traer a Begoña.No podemos dejarla sola allá.
- Sí Juan pero traerla a ella nos puede poner en peligro a nosotros.
-¿Por qué dices eso mi amor?
-Pero Juan, me dijo que tiene miedo que la secuestren y que la maten.
Supongo que tendrá razones para decir todo eso .
-Pero no podemos dejarla sola.
-¿No estás arrepentido de ser tan bueno?
Juan sonríe recuerda a la perfección la conversación que tuvo con su mujer el primer día que llegaron a Cádiz, bajo la sombra del árbol de mandarinas.
-Sí a veces me arrepiento, pero no puedo ser de otra forma.
-Yo estoy de acuerdo con Juan .
Parece que Begoña está en peligro, tenemos que hacer algo y lo mejor es traerla con nosotros.Nunca le negamos la ayuda a nadie, mucho menos si es un familiar nuestro, puedo ir a buscarla.
Claro que necesito el acuerdo de las mujeres.
-¿Y quién va a cuidar nuestras casas ?
-No estamos tan lejos María, podemos pasar por ahí en otro momento y después volvemos o le pedimos a un vecino que las vigile.
-Eso  último me gusta más Hermesinda.
-Entonces estamos todos de acuerdo.
¿Voy a buscar a Begoña?
-Sí ,replican todos al unísono.
Horas más tarde Manolo llega a San Vicente
para cumplir con lo acordado, y ve nuevamente al misterioso coche estacionado en la puerta de la casa de María.
Se acerca despacio y ve que la puerta está entreabierta.Algo raro teniendo en cuenta lo que están viviendo y que siempre cierran con llave.
Se asoma pero no ve nada.
Decide entrar y cierra despacio la puerta.
Camina unos metros,y ve la puerta del patio abierta y hacia allá se dirige.
Manolo es un hombre imponente,mide más de 1,80 mts , y su cuerpo está muy bien formado gracias a todo el ejercicio que ha hecho en su vida y a su excelente alimentación.
Son pocos los que se atreven a enfrentarse a él ,sobre todo cuando no pasan el metro setenta como el hombre que tiene a Begoña del brazo y pretende sacarla por la fuerza de ese lugar.
-Súeltala.
El hombre mira a Manolo, y Begoña gira su cabeza en dirección a él.
-Manolo.
-Dije que la sueltes. Parece que nunca te enseñaron a tratar a una dama.
El extraño mira a Bego, la suelta , pasa por al lado de Manolo, y se va.
Manolo lo sigue para asegurarse que ya se marchó.
Luego se dirige a Begoña.
-¿Quién es ?
-Cuando estaba ingresando me empujó y se metió conmigo,corrí hasta el patio, pero me alcanzó y no me dio tiempo de cerrar la puerta.
-Mi mujer y yo fuimos a Cádiz, a pasar unos días con Juan y María. Vine a buscarte , vas a venir con nosotros.
¿Lo conoces?
Bego se abraza a si misma , mira el piso , después levanta la cabeza y con un gesto niega conocerlo.
-Estamos todos preocupados por ti.
Prepara tus cosas ,nos vamos.Mientras tú haces eso ,yo voy cerrando todo y voy a llamar a Juan.
-Manolo.
-Dime.
-Gracias.
-No hay por que.
Minutos más tarde...
-Aló.
-Juan, esto se está complicando.
-¿Por qué lo dices?
-Cuando llegué había un hombre con Begoña.Y no era ni su amigo,ni su novio.
No le agradó mucho verme.Él tampoco me cayó simpático. Por suerte ya se fue.
Vino en el mismo coche del cual les hablé.
-¿Ya vienen para acá?
-Cuando Bego termine de empacar.
-Manolo, si cuando llegas no estamos, búscanos en El Pulpo Andaluz.
- Está bien,nos vemos.
-Hasta luego.
El cielo gaditano se volvió crepuscular y aún Manolo y Begoña, no han llegado a la casa del barrio La Viña.
Al igual que en tiempos pasados cuando Cádiz era su lugar de residencia fija ,Juan se va a reunir con su madre y hermana en El Pulpo Andaluz,pero esta vez lo van a acompañar, María y Hermesinda.
Las mesas ya están reservadas en el restaurante más famoso de Cádiz ,donde día tras día se reúnen los paladares más exigentes de la gastronomía mediterránea.
Un lugar ideal para los amantes del pescado y de los mariscos, que pueden disfrutar de una gran variedad de platos que abarca desde lo tradicional de la cocina gaditana, hasta los más exquisitos platos elaborados por sus distinguidos chefs.
El sabor y aroma de su comida, su ubicación cerca de la playa con un ventanal que da al mar, y el clima familiar y amistoso que ahí se vive , atraen a gran cantidad de lugareños y extranjeros.
Cuando Juan y compañía llegan ,su madre ya estaba ahí, conversando amistosamente con José,viejo conocido de la familia Peña Domínguez.
Se intercambiaron besos, abrazos y se presentó a Hermesinda como una amiga de la familia.
En la mesa hay todo tipos de platos a modo de entrada, desde tapas, y canapés hasta embutidos.
También hay distintos tipos de bebidas, atendiendo a todos los gustos.
Josefina llegó pocos minutos después que Juan acompañada por sus hijos y esposo.
En la mesa Juan saca el tema de conversación.
-Me parece que últimamente Cádiz es una ciudad de muchos robos.Cuando yo vivía aquí no había tantos .
-¿Por qué lo dices?
-Porque desde que llegué,ya presencié dos.
-El problema social de la delincuencia es una consecuencia de los problemas económicos, hijo.
La gente tiene que comer y pagar impuestos, y si no hay trabajo o el sueldo es muy bajo,encuentran en el robo una salida.
-¿Los estás justificando Pili?
-No , María,y no quiero que lo interpreten de esa forma .
Más bien tómalo como un análisis de nuestra sociedad.
-Entiendo .
-Hermesinda te noto muy callada.
¿Cómo está tú esposo?
-Bien,Pili , gracias.
-Que raro que no esté acá.Siempre están juntos.
-Fue a buscar a la prima de María. Después viene.
-La comida deliciosa que se está perdiendo.
En la puerta de El Pulpo Andaluz, dos hombres están hablando.
Se trata de Ñaqui, y El Calvo, uno de sus hombres de confianza.
-Ya la encontré, vive en Sevilla,en el barrio San Vicente.
-¿Y por qué no la trajiste? Te pagué para eso.
-No pude Ñaqui, la quise traer por la fuerza pero apareció un tipo y lo mejor que pude hacer fue irme.
-¿Por qué no le disparaste?
-Porque no fui armado.
-¿Sabes de quién se trata?
-No.Ella le dijo Manolo.
-¿Es peligroso?¿Crees qué sepa algo?
-Parece un novio , amante o amigo.
-¡Maldición!Esto puede entorpecer nuestros planes.
El viaje de Sevilla a Cádiz, se efectúa en silencio.
Manolo conduce  concentrado y pensativo , Begoña solo se dedica a observar todo lo que sucede en la calle.
Van  de la casa de Juan y María,a El Pulpo Andaluz, sin pasar por la casa de La Viña.
Cuando llegan Begoña,gira de repente, dando la espalda al restaurante y  de frente a Manolo, quien la mira con una sonrisa .
-¿Qué pasa Bego? Te has puesto pálida. Tienes cara de estar asustada.
-Mira quien está en la puerta.
Manolo obedece la indicación de Bego , y entonces se da cuenta del cambio que hubo en ella.
-¿Al otro lo conoces?
-Sí, es Ñaqui.Cuando les hablé de un carpintero me refería a él, pero no es ningún carpintero.
De él escapé,no quiero que me vea .
-¿Cómo qué no es carpintero?
-Manolo la historia del carpintero fue lo primero que se me ocurrió ante la pregunta de mi prima.Comprendé que no podía decir la verdad.
Entiendo,y salgamos de acá,voy a buscar otro lugar para estacionar.
Es difícil encontrar otro sitio, al ser sábado por la noche , no hay mucho espacio para aparcar.
La calle y el restaurante están llenos de gente ,la noche es  perfecta para que los andaluces que tienen ganas de pasar un buen rato, salgan a divertirse y a encontrarse con su gente.
Al interior del coche llega la  música que proviene  de los bares  cercanos que ofrecen  a sus clientes espectáculos musicales, la alegría que hay en la calle es contagiosa, e invita a unirse a ese mundo que busca sacar a las personas de forma temporal de las preocupaciones diarias.
Pero Manolo y Begoña rechazan esa invitación, porque no es conveniente que Ñaqui y El Calvo, los vean.
-¿Escapaste de ese tipo?
-Sí, es una historia larga. Prefiero contarla cuando estemos todos reunidos. Es una historia muy fuerte, que muestra lo peor de mí.No sé como voy a hacer para sincerarme con ustedes, que fueron tan buenos conmigo,no sé como voy a hacer para después mirarlos  a los ojos,sin sentir vergüenza de mí misma. No sé como lo va a tomar María,ella nunca hubiese esperado algo así de mí.Pero no puedo más con esto, necesito liberarme ,y ayudar a Leopoldo.
-¿Ayudar a Leo?¿Cómo?
-Manolo, yo sé donde está mi primo, sé quien lo tiene y sé lo que está sufriendo.
Él es otra víctima de Ñaqui, cuando lo vi con ese delincuente, no lo podía creer, mi primo ignora que yo sé todo acerca de él porque nunca me vio. Y Ñaqui nunca supo de nuestro parentesco.
Leo es el ser más bueno,y dulce que existe, no soporto saber lo que está viviendo, necesito ayudarlo.
Ñaqui,es un hombre muy violento, que se aprovecha de los más débiles y de los marginales, porque piensa que nadie va a hacer nada por ellos.
-¿Dijiste qué sabes dónde está Leo?
-Sí.
¿Por qué?
-Entonces ,¿ por qué no lo dijiste desde un principio?
-Por un lado porque quería saber que sabían de Leo y por otro,por mi  situación dentro de todo esto.
Al darme por enterada que lo creían muerto, busqué la forma de llevarlos hasta él sin revelar mi posición.
Pero ahora tengo que decir todo porque las cosas se están complicando y quiero salvar mi vida.
-Esta vez  Ñaqui se equivoca.Leo tiene una familia y unos amigos detrás de él y vamos a ayudarlo ,y a traerlo con nosotros.
-Ñaqui es peligroso.
-No le tenemos miedo.Nosotros unidos somos más peligrosos para él,que él para nosotros.
-Ustedes son un grupo de personas maravillosas.
-Gracias.
¿Cómo escapaste?
-Le robé dinero , y con eso pagué el viaje hasta Sevilla.
-No te trajo él.
-No ,les mentí cuando dije eso.No sabía que decir y fue lo primero que se me ocurrió.
Perdón.
-No debes pedir perdón, estás en una situación muy difícil, preciosa.
- Ñaqui, me debe estar buscando porque yo sé muchas cosas que a él lo pueden enviar a la cárcel, y no le conviene que yo hable. Mi mayor miedo es que me encuentre y me mate para que me lleve a la tumba todo lo que sé.
-No va a pasarte nada,te vamos a proteger.
En ese momento la mirada de Manolo se fija en un hombre que cojea, un adulto joven, de cabello castaño oscuro sucio,un poco largo, despeinado, con un pantalón verde gastado, roto en la rodilla y a la altura de los talones,la camisa blanca que tiene puesta presenta manchas de sudor a la altura de las axilas ,le faltan algunos botones de la parte superior, presenta también manchas de tierra y luce amarillenta por el paso de los años.
El joven camina cabizbajo, ignorando a las personas que pasan por al lado de él, hasta que se sienta en un escalón de un negocio que en ese momento estaba cerrado.
Extiende su mano hacia la gente, algunos lo ignoran ,otros le dan alguna moneda.
Los ojos de Manolo se inundan de lágrimas.
-Leo.
Quiere bajar y correr hacia él pero Begoña se lo impide.
-Déjame bajar ,es Leo, mi hermano de alma.
-¡No Manolo!¡No puedes bajar!¡No está solo! ¡Lo están controlando!  No conviene que sepan que estamos detrás de él.
-¿Qué dices ?
-Digo que Leo es víctima de una organización liderada por Ñaqui que lo está explotando, y tenemos que ser cuidadosos. Si Leo está ahí, puede ser que haya alguien que lo esté vigilando, aunque no siempre actúan de esa forma.
Tenemos que ir despacio para ayudarlo.
Ahora ya sabes,como está y que hace, y también sabemos que lo tenemos cerca.
Manolo llora y asiente.
-¿Por qué cojea?
-Lo habrán golpeado.
-Mejor vamos a casa Bego, acá no podemos hacer nada.
-Sí, mejor y allá nos reunimos con el resto.
Mientras tanto en El Pulpo Andaluz el farmacéutico más adinerado sigue disfrutando de una hermosa cena junto a su familia y amigos.
-Que lástima que aún no han llegado Manolo y Bego.
-Vaya a saber que están haciendo, Hermesinda.
-¡Juan!
-Es una broma Hermesinda, si Manolo es un santo.Jamás te sería infiel.
-Lo extraño.
-Ya lo vas a ver después. Y lo vas a disfrutar también.
-¡Pero Juan! Se te subió el vino a la cabeza .
-¡Pero mujer!¿Qué he dicho de malo ? Están casados,es lo más natural del mundo.
-Aunque lo sea ,no me gusta tu comentario.
-Bueno tesoro no te enojes , no digo nada más.
Un hombre obeso, de corta estatura, con  el cabello lacio y escaso, con cara redonda , demasiado gorda ,ojos pequeños que se esconden detrás de unas gafas de marco antiguo, de cuello corto al punto que parece que no tuviera ,vestido con un pantalón negro y camisa ajustada color rojo que marca su  abultado abdomen ingresa al restaurante y llama la atención del atlético y elegante Juan ,que luego de echarle una mirada comienza a reír .
-Me va a reventar la camisa de tanto comer.
-¡Juan! Puedes callarte ,por favor. Se va a dar cuenta.
-Pero mami ,solo digo la verdad.
-Igual , cállate.Pareces un niño.
El hombre que pasa por al lado de la mesa de Juan, se dirige al mostrador.
-José, dame un vaso de vino de Jerez, y una porción de pescado frito con papas.
Todos se estan riendo en ese momento incluso María, que al escuchar la voz del hombre palideció.
-María mi amor,¿qué te pasa?
-Es él.
Es su voz. Es la voz del hombre que estaba con Leopoldo.
Se terminaron las risas,ahora todos están serios.
-¿Estás segura?
-Sí Juan.

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