"Shadows of Deceit"-Sterek.

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El peli-negro duda por un momento, parado frente al asilo donde se encuentra su tío. Había sido atendido primero en el hospital y, luego de que le curaron las quemaduras (resulta que ser un hombre-lobo sí había ayudado a que fuera un proceso más rápido) habían llamado a Derek, su único familiar, para que decidiera que quería hacer con él.

Como el cobarde que era, había decidido que estaría mejor en un asilo hasta que mejorara. Pero, en su defensa, Hale volvería a trabajar en unos días y, con alguien intentando cazar a los restantes con vida, no tenía sentido dejar a su tío, quien se encontraba inmóvil, en una habitación de hotel con olor a moho.

Así que, ya que no se encontraba cuidandolo diariamente, allí estaba, intentando juntar fuerza para poder ver a su tío. Le habían dicho que no podía moverse demasiado aún y que no había emitido palabra en todo ese tiempo.

Conociendo a Peter, posiblemente lo hacía para molestar a las personas.

Con un nudo en la boca del estómago y, tomando una profunda respiración, se dirige hacia el interior. Sabe por experiencia, y por haber estado en contacto con el lugar, el número de habitación de su tío, por lo que se dirige directamente hacia allí. Hace su mayor esfuerzo por poner su peor cara, para que nadie se acerque a darle su pésame.

Un pésame más, y Derek cortaría la garganta de quien fuera con sus garras.

Hay una pequeña ventana en la puerta de la habitación de su tío. Se asoma por ella para poder ver hacia el interior y, cuando nota que no hay nadie más que Peter allí, ingresa. Intenta fingir una sonrisa, a pesar de no ser una persona que las muestre demasiado.

-Hey, Peter.-Murmura bajo. Los ojos de su tío se encuentran fijos en un punto en la pared. Ni siquiera reacciona ante la presencia de su sobrino allí.-Lamento haber demorado en venir. Había demasiadas cosas por arreglar.-Camina hasta la silla que se encuentra a un lado de la cama del mayor, tomando asiento. Peter sigue allí, inmovil.

Aun así, Derek puede olfatear la nostalgia y la rabia que rodea a Hale. No le sorprende, después de todo, su familia había muerto. La pareja de Peter también. Y él se encontraba…paralizado. Traumatizado.

-No quiero que te molestes conmigo por dejarte aquí, pero debía hacerlo. Alguien allí afuera sigue cazandonos.-Derek gruñe, frustrado, y pasea una mano por su cabello.-Intentaron atacarme cuando fui a la mansión pero pude escapar. Aquí estarás mejor que donde me encuentro.

Peter mueve sus ojos, algo casi imperceptible, hasta dejarlos sobre Derek. Todas las emociones recorren el rostro del mayor, arrugandolo y apesta a desesperación. Estira su mano, casi como si fuera inconsciente, hasta que toma la mano de su sobrino. Derek frunce su ceño y el otro hombre comienza a soltar quejidos, o un pobre intento por hablar, mientras su agarre se vuelve más fuerte contra la piel del joven.

-¿Peter?.-Pregunta Derek, preocupado. No parece ser el único preocupado, ya que pronto una enfermera hace presencia en la habitación. Frunce su ceño cuando nota la presencia del peli-negro en la habitación.

-¿Qué hace aquí, joven Hale? No es horario de visita.-La enfermera, una mujer de alrededor de los cuarenta años, se acerca en un par de zancadas.

Derek se pone de pie, cauteloso.-Lo siento, no sabía que.-Lo interrumpe.

-Ahora lo sabe. Por favor, retírese.

El oji-verde boquea un par de veces.-Bien, me iré. Lo siento. Pero debería revisar a mi tío. Acaba de moverse y parecía que…-Nuevamente, es interrumpido, esta vez por una risa bastante despreciable por parte de la enfermera.

-Mira nada más. Otro familiar intentando decir qué hacer. No me sorprende.-Murmuró con molestia.-Señor Hale, creo que sabemos que hacer. Y lo que hizo su tío fue un reflejo. Ahora, por favor, váyase.