Espinas de rosa|| Julián Álvarez

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3 dic, 2022

—Amor, ¿Vamos a hacer las compras? —le pregunté poniéndome el bolso sobre el hombro.

Julián me miró de forma fugaz y se encogió de hombros.

—Voy a salir con los chicos, anda vos.

Fruncí el ceño por unos minutos.

—¿Los chicos no iban a venir hoy?

—Se canceló, no sé, lo pasamos para otro día —me comentó casual mientras me hacía señas para que me corra, estaba jugando a la play.

—¿Y por qué no me avisaste?

—¿No te estabas por ir a comprar vos?

No dije nada, solo me acerqué a darle un beso en la cabeza y agarré mis llaves para salir del departamento. Tal vez solo se había levantado de mal humor, no podía culparlo, estuvo toda la noche ayudándome a ordenar, merecía un descanso.

Conduje hasta el supermercado, amaba salir a comprar así que a mí no me molestaba en lo más mínimo hacerlo. Agarré un changuito y comencé a caminar por el súper, había puesto algunas cosas básicas, fideos, arroz, atún, harina. También estuve bastante tiempo en el sector de perfumería, casi lleno el changuito ahí así que volví a la parte de lácteos y me entretuve.

Estaban pasando música que me gustaba bastante así que tarareaba alguna que otra canción mientras tiraba los productos en el carrito.

La hora de pagar era la que menos me gustaba, odiaba tener que hacer fila y no era mi día de suerte tampoco, porque solo estaba andando una caja así que tuve que esperar más de una hora en la fila. Para cuando me atendieron ya estaba de muy mal humor pero aún así hice mi mayor esfuerzo por poner una sonrisa y actuar como si no estuviera odiando el hecho de que ya me dolían las rodillas y estaba aburrida.

Embolse todo y llevé el carrito con las bolsas al auto para guardarlas en el maletero, después me devolví al súper y dejé el carrito en donde lo había sacado cuando llegue.

Camino a casa me detuve en una cafetería para merendar algo y terminé comiendo un tostado acompañado de un café mientras leía un libro, después por fin fui a casa.

Al llegar Julián no estaba así que tuve que arreglarme para meter todas las bolsas sola, mis pies ya dolían de tantas veces que había salido y entrado del edificio. Ordené todo en los muebles y le mandé un mensaje a Julián avisándole que ya estaba en casa, solo me respondió con un "ok" así que dejé el teléfono sobre la mesada y me puse a ordenar el living.

Cuando terminé me tire en el sillón a ver un par de películas, había elegido de comedia romántica así que con eso me entretuve un par de horas hasta que la puerta del departamento se abrió dejando ver a Julián. Ahora parecía tener un humor mucho mejor que antes, dejó las llaves arriba del perchero y se fue a sentar conmigo.

—¿Qué hiciste hoy? —Me preguntó sacándose las zapatillas.

—Hice las compras y limpie un poco acá, después estuve todo el día viendo películas.

Julián agarró el control de la tele para poner otra cosa y yo me levanté a buscar mi teléfono y algo de tomar. Me quedé un rato en la cocina y entré a Instagram, me entretuve un rato viendo historias hasta que toqué la de valu Cervantes, empecé a ver historia por historia hasta llegar a la última.

Estaban ella, Enzo, varios compañeros y amigos con sus parejas. Y por otro lado estaba Julián, solo. Sentí una pequeña punzada pero no dije nada, me puse recta y volví al living para sentarme en el sofá con Julián. Había puesto Spiderman y parecía un nene chiquito, era muy tierno cuando estaba concentrado y casi me hizo sonreír.

—El quince hay una fiesta de despedida en el club y después salgo de vacaciones definitivamente —me dijo Julián en medio de la película.

—Que bueno.

Él me miró por unos segundos y seguimos viendo la película tranquilos, había elegido la segunda entrega del spiderman de Andrew Garfield, era de mis favoritas así que no me quejé cuando cambió lo que yo estaba mirando inicialmente.

—¿Qué hiciste hoy con los chicos? —Pregunté intentando sonar casual mientras recostaba mi cabeza en su brazo y me acomodaba en el sillón.

—Nada, fuimos a comer algo por ahí y a planear qué vamos a hacer en las vacaciones —murmuró con su vista fija en la televisión.

Eso me desconcertó un poco, Julián nunca planeaba las vacaciones con sus amigos. Intenté que no me afecte así que solo asentí con la cabeza y me quedé callada, no quería sofocarlo con preguntas tampoco. Por ahí él necesitaba su tiempo solo también.

—¿Qué vas a hacer para las fiestas? —Me preguntó sacando la vista de la tv y posandola en mi.

¿Qué VOY a hacer?

—No sé.

—Estaba pensando ir a Córdoba para navidad y pasarla ahí con mi familia.

—Bueno.

—¿Vas a venir conmigo?

Julián sabe que en navidad tenemos una tradición con mis hermanos desde chiquitos, y que me gusta pasarla con mis sobrinos. Me sorprendió que quiera ir a Córdoba, ya que todos los años juntábamos a las dos familias y la pasábamos todos juntos.

Lo sentía...raro.

—Si querés que vaya voy.

—Si no quisiera que vayas ni siquiera te diría lo que voy a hacer.

El resto de la película nos mantuvimos callados, mi mente divagaba sobre por qué Julián se estaba comportando así. Mis ojos estaban fijos en la película, pero mi mente estaba en otro lado.

Por ahí yo había hecho algo que le había molestado y por eso estaba así conmigo. Pero no tenía sentido, si ayer estaba todo bien, y yo no recordaba haber dicho o hecho nada que lo pudiera hacer enojar.

Me repetí que probablemente solo estaba de mal humor y tenía un mal día.

Lo miré, tenía la cabeza derecha y los ojos clavados en la tele. Sentí ganas de gritarle que hiciera algo, que dijera algo...

Ya no podía soportar el silencio, no era unos de esos que te daban paz y ganitas de dormir. Era un silencio inquietante, como cuando sabes que hay algo mal pero no sabes con exactitud lo que es.

—Me voy a dormir —avisé levantándome del sillón.

—Bueno, yo voy cuando termine la película.