hasta el último de mis respiros

Efímero

Si, no me equivoque, señora Snow, usted esta embarazada, felicidades presidente! Tendrá un hijo. - les dijo la enfermera sonriendo.
- vamos a ser padres, cariño!!! - grito Lucy Gray abrazando fuertemente a Coriolanus.
- Vamos a ser padres!!! - dijo él en shock levantando a Lucy gray en sus brazos dándole vueltas en el aire.
La enfermera los miraba con una sonrisa.
-la señora Snow tiene como 3 meses de gestación. Tiene que cuidarse mucho y la tendremos bien chequeada hasta que nazca el bebé. -
- bien, perfecto. Cuando sera su próxima revisión? Ya sabe, para saber cual es el sexo de nuestro hijo. - pregunto Coriolanus emocionado.
- mm depende si el bebé se deja ver, si lo hace, tal ves en 2 meses. -
- muchas gracias doctora - dijo Lucy gray sonriéndole tiernamente mientras acariciaba su pequeño vientre.
Los dos salieron muy ilusionados por la nueva noticia.

El tiempo les parecía que pasaba lo doble de rápido, en unos pocos meses podrían tener a su hijo en brazos al fin.
- Amor? - le dijo Lucy Gray entrando a la oficina de Coriolanus en su casa.
Él al verla se levantó de prisa y la ayudo a sentarse en un pequeño sillón.
- que pasa? Es el bebé??! - pregunto alarmado. Lucy gray lo miro y comenzó a reirse.
- Noo, solamente quería pedirte un favor. - dijo acariciando su rostro tranquilizandolo rápidamente.
- oh, ok, perdón, dime que pasa- dijo sentándose a su lado.
- mm, verás, los chicos de la bandada y yo queremos ir al lago, en el 12, extrañamos la cabaña en el bosque.
Dime, podríamos ir? Sera solamente un día, nos iremos en la mañana y regresamos por la noche. - pregunto anhelante.
Coriolanus se tranquilizó y la tomó de la mano.
- Claro que puedes ir, solo dame un momento y cancelaré mis reuniones de mañana. - dijo levantándose rápidamente para tomar el teléfono.
- Que? Noo, puedo ir sola. No necesitas mover todo tu itinerario por mi. - dijo levantándose para quitarle el teléfono de las manos.
- Estas loca si crees que dejaré ir a mi esposa embarazada sola al rio donde pase uno de los mejores días de mi vida.
No señor, ire contigo. - dijo tomandola en brazos y llevandola a su recámara para recostarla suavemente.
Lucy Gray soltó una pequeña carcajada.
- Coryo, puedo caminar! No necesitas llevarme en brazos. - dijo mirandolo sonriente.
- Mientras yo este aquí, tu no necesitas caminar. Aprovecha cuando Tigris regresa a casa antes que yo, te dejará hacer de todo, mi prima te esta mimando demasiado. - dijo recostandose a su lado.
Lucy se giró un poco para mirarlo a los ojos.
- No mas que tu, querido- dijo dejando un beso suave en la calida boca de su esposo.
- cierto. - dijo él besándola de nuevo pero ahora mas profundamente.
se perdían en los labios del otro, y en sus caricias en sus pieles.
Coriolanus se levantó de pronto.
- que pasa? - pregunto Lucy Gray anonadada.
Y no tardo en recibir respuesta.
Coriolanus se levantó y cerró la puerta de su habitación con llave.
- Tigris tiene llaves, y los problemas del estado pueden esperar. No quiero distracciones durante estas horas. - dijo regresando a su cama con Lucy.
Ella solo se rio y correspondió los besos y caricias de su esposo.

Al día siguiente, fueron al lago y pasaron toda la mañana y parte de la tarde nadando en el lago y pescando su comida.
Maude Ivory y Coriolanus hacian un concurso de los mejores clavados, obviamente, Maude Ivory iba ganando.
Lucy Gray los observaba riendo recostada en una manta bajo un árbol.
Y despues de un rato, Coriolanus se unio a ella.
Estaban recostados juntos mirando a los chicos tratando de ganarle a Maude Ivory en su competencia.
Lucy Gray estaba recostada en las piernas de Coriolanus mientras él sujetaba su mano.
- Como se llamará nuestro hijo? - pregunto Lucy gray mirando a Coryo.
- mm, no lo se, es una buena pregunta. Dime tienes algo en mente? -
- De hecho si, que te parece "Coriolanus Gray" - dijo riendo.
- Oh, vaya... Eres increíble con los nombres. - dijo haciendo reir aun mas a Lucy gray.
- Lo se, mi amor, lo se- dijo sonriéndole.
- Que te parece... Pastelito de nata? - dijo él mirándola tiernamente.
- Si, exactamente, ese será su nombre. - dijo tratando de estar seria sin poder lograrlo.
- mejor, llamemoslo "Nathan" y si es niña... Ann Rose- dijo sorprendiendo a Lucy gray.
- Wow, tu si que eres bueno en esto de los nombres! - dijo mirándolo emocionada.
- pues gracias. - dijo dejando un beso en sus labios.

- No hay porque.
Y Nathan o Ann Rose, tendrá la mejor educación y será una persona amablisima, dádivosa y bondadosa.
Y también, sera libre de vivir las atrocidades de esos juegos. - dijo Lucy gracias seria.
- Claro querida, contigo como su madre, es inevitable. - dijo mirandola tiernamente.

Llegada la tarde, recogieron todas su cosas y volvieron al capitolio en el tren de la tarde.
Lucy Gray estaba agotada, y Coriolanus pidió al chofer que se diera prisa para que ella pudiera descansar.

Llegaron a su casa y Lucy gray se fue a descansar mientras Coriolanus fue a su oficina a terminar algunos pendientes que tenia.
Llevaba un par de horas trabajando, cuando Lucy Gray entró a la oficina.

- Coryo? Ayúdame. - dijo mostrandole su mano con sangre y su fino camisón empapado de mas sangre.
Él la miró en shock, podía ver en ella el terror.
Se levantó de prisa y cuando estaba a unos pasos de ella, Lucy Gray se desvaneció cayendo al suelo.
-Tigris!! LLAMA AL CHÓFER, VAMOS AL HOSPITAL DE EMERGENCIA! - gritaba sollozando mientras levantaba delicadamente a Lucy gray del suelo mientras le temblaban los brazos.
Y en esos momentos solo podía pensar en una cosa.
Que la historia se volvía a repetir.

Holaaa, les traigo un sorpresitaa, otra historia! Esta no será como la otra que tengo, pero espero que les guste.
Byeee✨💗😁