VÍBORA

141 9 0
                                    


Elio abrió lentamente sus ojos al sentir el paño frío que posaban con cuidado en su frente.

Lo primero que vio fue a Oliver sentado en su cama.

-Elio... Tranquilo todo está bien-

Sonrió Oliver mientras Troy asistía a su compañero de cuarto, tratando de bajar su fiebre.

-He, ¿profesor Cohen los dejo solos? -

-No, está mejor así. Como profesor, tengo prohibido estar en los cuartos de los estudiantes y esa idiota es capaz de reportarme si sigo aquí por muchos minutos más-

El profesor besó la frente de un confundido Elio que apenas comenzaba a percatarse de que se había desmayado.

-Ol... Oliver-

Dijo mirando los azules ojos de su amado que lo observaban fijamente.

-Elio, por favor Cuídate. Te traje medicina y jugos para que te hidrates. Apostaría que tampoco te estás alimentando bien-

El italiano tomó la mano de Oliver.

- ¿No me odias? -

-¿Por qué te odiaría? En serio descansa, No luces bien-

Troy se alejó de todas maneras, caminando hacia el baño al sentirse el violinista frente a la melosa pareja.

Elio intentó incorporarse sentándose en la cama, pero Oliver lo calmó tomando sus hombros.

-No te fuerces, acabas de descompensarte. Troy me contó lo que te tiene preocupado y créeme, no le des mayor importancia-

-Amber, ¿por qué te tenía así? -

Oliver se puso de pie y tomó un vaso de agua sin dejar de mirar al menor que lucía somnoliento y con las mejillas rojas. Se tomó una pausa para contestar sin preocupar más a su novio.

-Siempre lo hace, busca por qué molestarme. Insiste en interrogarme sobre quien era el chico que fue a mi casa-

- ¿Acaso le gustas? ¿Por qué le importa tanto quién es tu pareja? -

-No, de hecho, me odia. Es envidia laboral ... necesita una excusa para "acusarme" con su padre y quitarme de su camino, eso es todo-

-Vete, sabrá que soy yo... Y te hará daño con eso... no quiero-

-Elio, de verdad tranquilo. Todo estará bien. Me haré cargo.

Tu única preocupación debe ser estudiar y te apoyaré en eso-

Besó suavemente sus labios.

-Si necesitas algo, tu y Troy tienen mi teléfono, debo ir a casa vida. Cuídate-

-No Oliver... No ahora... -

Elio tomó la mano de su novio para retenerlo en su cuarto.

-De verdad lo siento, no debí responderte mal ayer, no lo mereces. Me diste el fin de semana más hermoso desde que estoy aquí y no debí actuar así.

Tampoco debí ir a verte como un celoso cuando estabas con esa... -

-Elio... ¿En serio estabas celoso? ¿te acercaste por eso? -

Sonrió, para luego acariciar el rostro del más joven.

-Eres demasiado dulce cuando quieres. Pero por favor no te compares así, no me gustan las víboras-

Ambos rieron en complicidad.

-Con respecto a lo otro, si fuiste un niño malcriado. Eso eres a veces, pero así me gustas; es parte de ti y yo también fui un desconsiderado por estar parte del día con nuestra ropa húmeda y fría, exponiéndote a que estés enfermo ahora-

Elio lo besó con pasión.

-Creí que seguías muy molesto conmigo Oliver. No sabía cómo pedir disculpas.

Prométeme que nunca más pasaremos una noche molestos. No logré dormir bien-

-Lo prometo Elio, siempre lo hablaremos-

-Ahora debo irme, es en serio. Amber puede sospechar algo. Descansa mi vida-

El americano besó a Elio y salió por la puerta, no sin antes abrazar a Troy agradeciendo sus cuidados a Elio.

Troy llegó a sentarse a la cama de su compañero.

-Amigo, como te gusta el lío. ¿No podías tener de novio a otro que no fuese el señor Cohen? -

Elio rio y negó con la cabeza.

-No podría Troy, estoy muy seguro de estar con la persona correcta. Aunque tengo unas ganas enormes de besarlo frente a todos mientras le toco una nalga-

Troy explotó de la risa.

**

Oliver caminó por el pasillo en dirección a los estacionamientos. Debía volver a casa, aunque feliz se habría quedado cuidando a su alumno favorito.

- ¿Cómo sigue Elio Perlman? -

Preguntó por la espalda Amber, quien también se iba de la facultad.

-Creo que está mejor, su compañero de cuarto es muy buen enfermero. Gracias por preguntar-

Amber sonrió.

-Me gusta lo dedicado que eres con tus alumnos Cohen. Sabes, Perlman me recuerda a alguien-

- ¿A quién? -

Su altura, su cuerpo delgado, su forma de caminar. Es como el chico que vi fuera de tu casa...

Llámame por la noche +18 (ElioxOliver)Where stories live. Discover now