Capítulo 23

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Nota: ¡Feliz año nuevo! (aunque ya sea mediados de enero la intención es lo que cuenta ^-^). Disculpen la demora.
A los que me mandaron mensajes, gracias, recién hoy que entré los leí porque otra vez no me llegan las notificaciones. Solo hago adaptaciones, pero fue reconfortante leerlos a pesar de no saber que me pasó. Intentaré actualizar más seguido, hacer esto me distrae.
🥂🥂 Por un año más de Freenbecky. Juntas, separadas, una aquí y la otra en urano, no importa, siempre las voy a apoyar.
Gracias por leer y votar :)
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El sol empezaba a salir cuando Freen trotó de regreso a su casa, las nubes dispersas bañadas de un suave color salmón por los primeros rayos de luz en el horizonte. Llovió durante la noche y las calles brillaban bajo el resplandor amarillo de las farolas que aún no habían sido apagadas.

Nun estaba bajando las escaleras cuando Freen entró, se desabrochó el impermeable salpicado de gotas de agua, y le sonrió a su madre mientras temblaba ligeramente. Siguiendo a Nun por el pasillo, Freen se quejó del clima frío mientras se servía un vaso de agua y la observaba poner la cafetera. El sonido de la vibración de su teléfono la sacó de sus pensamientos, y Freen frunció el ceño ante el número desconocido que iluminaba su pantalla, antes de contestar.

─ Hola Freen, soy Irin. Noey me dio tu número, espero que no te importe. Lo siento, sé que es un poco temprano, pero Noey dijo que de todos modos siempre te levantas temprano.

Ligeramente sorprendida, Freen se apoyó contra la encimera de la cocina, con su vaso de agua en la mano mientras miraba por la ventana.

─ ¡Oh, Irin! Sí, está bien. ¿Qué puedo hacer por ti?

─ Es que... no sé si Rebecca te lo dijo, pero su hermano... hoy es su cumpleaños ─ explicó Irin vacilante.

Sintiendo que su corazón se estremecía, Freen dejó el agua y presionó sus labios en una línea sombría, un nudo de preocupación creciendo en su estómago.

─ No lo sabía.

─ Sí, bueno, sólo quería preguntarte si podrías vigilarla hoy. Por mí.

─ Por supuesto ─ murmuró Freen ─. Pensaba ir más tarde de todos modos, pero iré tan pronto como esté lista.

─ ¿Puedes hacerme el favor de no decirle que te lo dije? Ya sabes cómo se pone cuando cree que la gente se compadece de ella ─ preguntó Irin.

Freen se rió en voz baja, una pequeña sonrisa curvó sus labios mientras pensaba en Rebecca.

─ Si, no hay problema.

─ Gracias. ─ dijo Irin, sonando aliviada ─ Sé que lo harías de todos modos porque te preocupas por ella, pero realmente lo aprecio. Entonces, te dejo.

─ Adiós Irin.

Al colgar, Freen se quedó viendo fijamente la pantalla apagada y se sobresaltó cuando le pusieron una taza de café caliente en las manos. Alzando la vista, la expresión preocupada de Freen se suavizó ante la mirada inquisitiva en el rostro de Nun, y murmuró un agradecimiento mientras tomaba el café y se sentaba a la mesa. Después de explicarle vagamente la situación con el hermano de Rebecca, Freen reflexionó, pensando en que hacer para que Rebecca se sintiera mejor sin ser demasiado invasiva, y Nun rápidamente se dispuso a servir un poco de la sopa que había preparado el día anterior en un recipiente para que se lo llevara a casa de Rebecca.

Freen todavía estaba comiendo unas rebanadas de pan tostado con pasas, con el cabello mojado recogido en una toalla y un libro abierto frente a ella, cuando Nun se fue a trabajar, dándole un apretón tranquilizador en el hombro al salir por la puerta. Media hora más tarde tenía su bolso y la sopa en la cesta delantera de su bicicleta, un abrigo para protegerse de la lluvia y pedaleaba por el camino resbaladizo, limpiando frustradamente sus gafas cada pocos minutos mientras se dirigía hacia la casa de Rebecca.

Siempre nos hallamos en el mar  | FreenbeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora