Capítulo cuatro: Hasta que perdiste tu mochila.

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F r e e n   C h a n k i m h a

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F r e e n C h a n k i m h a

Conduzco rápido en mi motocicleta y llego a mi destino.

Me quejo al recordar que el ascensor no funciona así que subo las escaleras de manera lenta.

- Puta madre. -susurro al subir y tomar un poco de aire.

¿Por qué una simple subida de escaleras hace que me agite tanto?

Me quejo de nuevo.

Abro la puerta y la soledad que hay en mi departamento alumbrado por el gris cielo que se ve desde el ventanal, choca conmigo.

Me encanta. Al igual que la lluvia, desde hoy, ya que gracias a que me mojé el rostro, pelo y mi ropa tuve que ir al baño del área de derecho y pude dejarle la carta a Rebecca.

Benditas coincidencias.

Entonces recuerdo y miro mi celular esperando que haya algún mensaje de ella.

Nada. Puaj.

- ¿Que puedo comer? -digo entre un suspiro pesado.

Miro mi heladera llena de comida pero termino tomando dos rebanadas de pizza y las coloco en un plato.

Mi mirada está fija en como gira el plato en el microondas y suena una llamada.

- ¿Ahora que, idiota? -digo a través del teléfono.

- Te pasaré a buscar a las nueve de la noche, fea. -contesta Matthew.

- ¿Para qué? -pregunto con curiosidad y sostengo mi teléfono apretandolo con mi hombro.

- Para ir a misa. -detecto el tono sarcástico.- Una fiesta en casa de Nicco.

- Bueno. -no lo pienso dos veces para aceptar.

No tengo nada mejor que hacer y amo salir de fiesta.

Hablamos unos minutos más mientras me devoro las rebanadas de pizza.

Hablamos unos minutos más mientras me devoro las rebanadas de pizza

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Anónima © FreenBecky #1Kde žijí příběhy. Začni objevovat