Fermín pt. 2

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Después de dos semanas insistiendo quedé con Fermín para que me explicara porqué me había mentido. Insistió en que cenaramos en su casa para que nos viera ninguno de sus fans y me lo pudiera explicar todo sin interrupciones ni chismorreos.

Me mandó la ubicación de su piso, no tardé mucho en llegar, pero cuando vi el enorme edificio ante mí, me sorprendí, no me esperaba que viviera en un sitio así. Era un edificio moderno, con muchos ventanales y en el que, por lo menos, había 20 pisos. El recepcionista me dejó pasar al dar mi nombre en la entrada, me dijo a que piso me tenía que dirigir y me metí en el ascensor, pulsé el botón del piso que me habían dicho y en un abrir y cerrar de ojos había llegado. Estaba nerviosa por volverlo a ver, me gustaba Fermín, me gustaba muchísimo, pero me había mentido, y ahora, no sabía lo que hacer con mis sentimientos hacia él...

Llamé a su puerta y me abrió un chico de pelo castaño que iba con un chándal con el escudo de las camisetas de fútbol de mi compañera de piso, así que, supongo que este chico, juegue al fútbol con él - Tratamelo bien - me dio una palmada en el hombro y se fue.

Entre en el piso y flipé. Era precioso, con una combinación de colores blanco y negro, blanco para las paredes y negro para los muebles. La verdad, para ser un piso de chicos, todo estaba perfectamente ordenado, dejé mi bolso y mi abrigo en un perchero y me seguí adentrando en el apartamento. Menos mal que no había ninguna planta, odio las plantas. También había un gran ventanal, me acerqué a él, las vistas eran preciosas, desde ahí, se podía ver toda Barcelona iluminada por la noche. Detrás de mí, vi una sombra a través del cristal que se acercaba lentamente, me abrazó por la cintura y me besó en el cuello. No le había mirado a la cara y ya estaba chorreando por él, esto no era normal. Me di la vuelta con cara de enfadada para que no notase mi calentura.

- Hola preciosa - dijo metiendo un mechón de mi cabello detrás de la oreja poniéndome aún más nerviosa de lo que ya estaba. ¿Como podía estar tan bueno y tener esa voz tan moja bragas? No lo entiendo.

No le saludé y me senté en la mesa, sabía que si decía una palabra iba a acabar liandola, así, que preferí no hablar.

Trajo la cena y todo estaba delicioso, aunque, no me sentía cómoda porque había transcurrido en completo silencio e incomodidad. Antes de comenzar con el segundo plato hablé:

- No me tenías que decir algo - puse mi tono más borde para soltar esas palabras. La verdad, sí que había ido en busca de un explicación, pero ahora, solo quería salir de ahí con una buena reconciliación entre los dos, Fermín era un tío de puta madre y no quería perderlo por algo que se puede hablar. Tenía claro que lo iba a perdonar, pero quería una explicación primero, aunque fuera la más ridícula.

- Sí, que lo siento mucho nena, solo te mentí porque no sabía como eras, en ese momento no te conocía y entiende que la gente solo se suele juntar conmigo por mi dinero o fama, pero ya he visto que tú no eres así, por favor, perdóname, no te volveré a mentir nunca - por poco no me pongo a llorar, me levanté de mi silla, y sentándome en una de sus piernas, le abracé con todas mis fuerzas. Al separar un poco mi rostro de su perfumado cuello, me besó, un beso lento, que claro, por la calentura que tenía yo en el cuerpo, ese beso se volvió brusco y atropellado, solo nos separabamos un poco para respirar y volvíamos al ataque.

Esto llevó a que me comenzara a restregar por su pierna, mi empapado tanga rozaba su cubierto cuádriceps manchando su pantalón. La excitación que estaba sintiendo no se podía comparar con ninguna otra y me separé un poco de Fermín para gemir suave.

- ¿Que pasa preciosa? ¿Te quieres correr en mi pierna? - asentí mordiendome el labio, él, puso sus manos en mi cintura ayudando a que me restregara todo lo posible. Gemidos y más gemidos salían de mi boca mientras le quitaba la camisa a Fermín para poder arañar sus hombros, cuando sentía mi orgasmo acercarse, clavaba más mis uñas, haciendo que se quejara, eso, me ponía muy pero que muy cachonda. Al final, no aguanté más, y exploté, dejando una gran mancha en su pantalón.

One shots +18 (Barça)Where stories live. Discover now