𓏲 Capítulo 1

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Myoui Mina a sus 22 años tenía la vida más que hecha, jefa de la empresa de su padre y recibida en Administración de empresas. Su humor siempre había sido tranquilo, controlado y al margen de lo necesario.

Al menos hasta aquella noche de otoño en la que oyó como alguien tiraba los platos de su cocina.

Y ella vivía sola.

No se acobardó, ni mucho menos, muy por el contrario tomó su bate de softball y bajó hasta la cocina preparada para noquear a cualquier ladrón que osó entrar a su casa.

¡Y qué sorpresa fue prender la luz y encontrar la cocina totalmente vacía, toda su vajilla destrozada y la ventana levemente abierta!

Rió tomando una bolsa de plástico y con su mano comenzó a meter todo el desastre en ella, ella no creía en los fantasmas, ella no creía en nada y la única explicación que halló fue que ella había dejado mal puestas las cosas en un principio. Pero, cuando estaba terminando de limpiar, y sintió que algo se prendía de su pantalón, el terror la invadió.

Con lo poco que le quedaba de coraje se giró y, otra sorpresa más, una especie de ser humano de no más de 15 centímetros la miraba expectante. Ambas, a punto de entrar en pánico al más mínimo movimiento de la contraria.

El silencio inundó la sala, Mina no parpadeaba y la chica en miniatura se removía asustada, muy lentamente.

Y de repente Mina alzó el bate, la chica echó a correr por la casa a toda la velocidad que sus cortas piernas le permitían mientras la empresaria la corría cual desquiciada.

Y así estuvieron, una intentando matar al "bicho" y el "bicho" corriendo por su vida, trepándose a los muebles y saltando de un lado a otro, gritándole que se detuviera. Que no quería morir todavía. En algún momento alguno de esos gritos hizo efecto ya que Mina paró su persecución dejándose caer en el sofá agotada.

La chica se trepó con dificultad a la mesa de café y se sentó en ella, mirándola, esperando alguna reacción.

— ¿Qué cosa eres?—  Inquirió Myoui entrecerrando los ojos, estaba prácticamente segura de que estaba teniendo alguno de esos sueños extraños que luego le contaba a su psicóloga y eran consecuencia de su estrés. Pero ese bicho parecía demasiado real.

Hasta humano.

— No soy un algo, soy un alguien. Me llamo Chaeyoung—  Habló la pequeña y, una novedad, parecía ser bastante tímida — Una anciana me transformó en pequeña por haberle robado un colgante que no valía nada—  Murmuró. Mina gruñó y se acercó más a ella, escrutándola con la mirada.

— ¿Qué hacías en mi casa? ¿Querías robarme?—  Su voz sonó áspera y fría, a punto de asesinar a la pequeña con palabras. Esta se removió e intentó hacerse más pequeña, si eso era posible.

Mina no sabía ser más amigable.

— No como hace días y el hambre me tiene desesperada. Vi tu ventana abierta y creí que habría algo—  Habló con la voz temblorosa — Lo lamento, ya me iré—  Susurró parándose. Y Mina se tomó la libertad de analizar a la chica, notando sus ropas rotas y lo sucia que se veía. Era todo muy extraño para su gusto, pero sus padres le habían enseñado a no ser egoísta.

Al menos, no la mayor parte del tiempo.

— Quédate a pasar la noche y mañana a la mañana veremos qué hacer—  Espetó acercándose a su botiquín y agarró algo de algodón con unas vendas, improvisando una cama pequeña. La preparó en la mesa y la miró por última vez antes de entrar a su cuarto — Como mañana me despierte, me falten cosas y no estés, te juro que te encontraré y te aplastaré con este bate—  Amenazó, encerrándose con un portazo.

Ya en la comodidad de su cama suspiró, se sentía demasiado cansada como para hacer nada y, casi sin darse cuenta, cayó dormida esperando a que todo realmente hubiese sido un mal sueño y no un encuentro extraño que le cambiaría la vida.

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N/A: Holaa nueva mini adaptación. Leí esta historia hace un tiempito así que quise adaptarla al michaeng, espero les guste 🫶🏻💞

❝ Cuidando a una mini Chaeyoung ❞ || MiChaengWhere stories live. Discover now