𓏲 Capítulo 4

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Chaeyoung se sentó de golpe, jadeante, sentía su corazón latir desbocado y por un instante su vista quedó totalmente negra, nublada en penumbra, aterrándola. Respiró profundamente un par de veces, haciendo su mejor esfuerzo por mantener la calma, antes de levantar la mirada del suelo y fijarla en alguna parte, mas la negrura de donde sea que estuviera no le permitía sentirse segura.

Se arrastró por el suelo antes de chocar contra una pared, y no se movió de allí. Apoyando su espalda contra esta y abrazando sus piernas con fuerza cerró los ojos intentando mantener la compostura, no tenía frío y no tenía hambre por lo que no se debía preocupar por ello. No todavía.

Su única duda era en dónde estaba. No reconocía el callejón ni mucho menos la caja de madera en la que dormía usualmente. El aire no corría fuerte y no veía las luces de los faroles.

Estaba en un lugar desconocido, y eso era peor.

El terror la inundó por dentro, quizás estaba encerrada en alguna caja porque alguien deseaba jugar con ella.

No, no otra vez.

Un sollozo escapó de sus labios y se tapó el rostro con las manos, ella no era un juguete, ella no quería jugar. El pánico le estaba quitando el aire y con la poca fuerza que tenía se agarró a la pared clavando las uñas en esta, nadie la usaría de vuelta, correría lo más lejos posible en cuanto tuviera una oportunidad y no volvería a mirar hacia atrás.

Pero ¿Y si no podía escapar?

Estaba hiperventilando y le parecía que la caja se hacía cada vez más pequeña, la negrura la tragaba de a poco y apenas si podía oír a algún auto de fondo.

Porque estaba lejos de la carretera y no podía huir.

Su llanto se volvió desesperado y comenzó a lamentarse el haberle robado a aquella anciana, no era necesario, le podría haber devuelto aquel colgante y jamás lo habría convertido en aquella abominación que era una chica de 15cm.

Y de repente vio, como si fuera su salvación, como se prendía una luz y una cabeza despeinada se asomaba por encima de la caja.

Mina.

Su ceño fruncido fue rápidamente reemplazado por un gesto de preocupación y con sus manos tomó a Chaeyoung, quien recuperaba la tranquilidad velozmente al sentir el tacto de la mayor.

— ¿Qué ocurrió? — Inquirió mientras se sentaba en la cama.

Chaeyoung inhaló con fuerza mientras se secaba el rastro de lágrimas que quedaba en su rostro y con calma pudo reconocer el cuarto de la mayor.

No, no estaba encerrada.

Se dejó caer en la palma de esta y una sonrisa de lo más aliviada se mostró en Chaeyoung antes de pararse a toda velocidad y saltar al cuello de Mina para poder abrazarla a duras penas.

Myoui no entendía, y tampoco pensaba esforzarse en hacerlo, eran las 2 de la madrugada y sólo quería dormir plácidamente otra vez. Por lo que se dejó caer en la cama y miró a Chaeyoung quien se aferró a su camiseta con los ojos cerrados. Mina no sabía por qué Chaeyoung había estado llorando ni por qué de repente se veía tan aliviada. No iba a preguntar.

No todavía.

Apagó la luz del velador mientras cerraba los ojos y con un poco de esfuerzo se tapaba otra vez con la frazada. Sintió a Chaeyoung removerse un poco antes de acomodarse sobre ella, y, rezando por no aplastarla, cayó dormida otra vez.

Mina abrió uno de sus ojos con molestia, apenas si entraba un rayo de luz a través de la cortina y su celular en silencio indicaba que todavía era temprano.

Fijó su mirada sobre ella y notó que Chaeyoung no estaba. Sudor frío la recorrió entera y alarmada la buscó con la mirada, hallándola sobre la almohada a su lado, durmiendo plácidamente abrazada a la frazada.

Respiró con tranquilidad mientras cerraba los ojos otra vez, los recuerdos de la madrugada pasaron velozmente por sus ojos y suspiró mientras miraba a la pequeña de vuelta.

'¿Qué le habrá pasado?' Se preguntó frunciendo el ceño. Si sus conocimientos en primeros auxilios no fallaban, Chaeyoung había tenido un ataque de pánico en medio de la noche. No sabía la razón 'Quizás una pesadilla' pensó mas no quiso darle demasiadas vueltas al asunto sin hablarle primero a la pequeña. No sabía mucho sobre esto y eso era quizás lo que más le preocupaba en ese instante. No sabía quién había sido, qué había vivido y cómo iba a solucionar el problema de su estatura, cosa que amenazaba con ser el mayor de los problemas.

— Mina — escuchó a su lado suavemente, giró su rostro mirando a Chaeyoung quien estaba sentada con la vista fija en ella.

— ¿Uhm? — Murmuró Myoui mientras bostezaba.

— Perdona lo de anoche — Susurró la pequeña mientras se tapaba con la sábana, en un acto de vergüenza. Mina dejó que una pequeña sonrisa se formara en su rostro y la sacó de allí abajo, poniéndola sobre ella.

— Estas perdonada sólo si me prometes que me explicarás que ocurrió — Habló juguetona haciendo que Chaeyoung sonriera de oreja a oreja y asintiera recostándose sobre su pecho. Al menos había aliviado la tensión.

Mina cerró los ojos y suspiró, de repente se sentía de buen humor.

De demasiado buen humor.

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❝ Cuidando a una mini Chaeyoung ❞ || MiChaengWhere stories live. Discover now