Por una noche.

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Cada día pasaban el rato juntos, no podía ser todos los días o siempre ya que el peli azul también estudiaba, a veces estaba algo ocupado, pero para que el otro no se sintiera solo, se llevaba las cosas para estudiar mientras le hacía compañía como una buena persona. Ya de paso le explicaba cosas que el contrario no entendía, no ha ido a la universidad, se había perdido muchas cosas interesantes que aquí en el hospital no podía aprender.

- Oye... Entonces, ¿la Tierra tiene forma...? -dudó el chico sentado, intentando sacar sus esfuerzos para recordar lo que salía en el libro- Geoide. -le resolvió bastante rápido sin ningún problema, y eso se había notado, fue atractivo de su parte- Oh, ya entiendo, forma geoide. -repitió algo impresionado por sus conocimientos, era divertido a veces pasar tiempo hablando de tonterías o como ahora, conocimientos de las materias.

Hoy podían estar más tiempo juntos, Isagi se iba a quedar hasta tarde de la noche, ya que de paso que su madre venía al hospital para traerle algo a su hermana y así recoger al chico- Ahora que lo pienso... ¿No te apetece salir un rato a pasear? Será por el hospital. -mencionó dando a entender que el cabello bicolor no tenía la autorización de salir fuera del área de aquel hospital en el que estaban, fue una buena idea, era un lugar bastante decente con una gran área.

Esa pregunta hizo que el ojo miel mirase por el ventanal que se encontraba a su lado, vio como los copos de nieve caían poco a poco, lentamente quedaban en el suelo formando nieve- Esto... Hace tiempo que no salgo. -la verdad es que si quería salir a disfrutar de las cosas, pero había algo en el fondo que le impedía hacerlo, algunas que ciertas personas volverán a mirarlo de manera juzgadora, seguramente pasará- Vamos Bachi, será solo un rato. -un silencio hubo por unos segundos antes de que aceptará su propuesta así- Bien... -se tuvieron que abrigar bastante bien, para después salir del edificio.

Ahora tenían delante justamente la puerta que los llevaría al exterior, se veía blanco en el cristal, claramente era la nieve que cayó por el invierno... El peli azul dejó que el contrario estuviera primero para salir, luego lo haría él— ¿Te gusta lo que ves? —le preguntó abriendo aquella puerta dejando que pudieran contemplar lo hermoso de afuera— Hacia tanto... —cada año se había perdido esto por no salir de aquella habitación, lo podía ver desde el ventanal, pero en persona todavía era más bello.

— Oh... —salió hacia afuera y el más alto fue detrás con una ligera sonrisa, por un momento el cabello bicolor se dió la vuelta dejando ver un brillo en sus ojos que se encendieron después de tanto, el otro chico se sorprendió pero a la vez le alegró tanto ver el detalle— Isagi, gracias. —mencionó con una amplia sonrisa, mirándolo por unos segundos hasta que se distrajo con la nieve, aprovechando que el peli azul se quedó perplejo le lanzó una bola de nieve bastante pequeña para despertarlo.

Cuando aquella bola fría cayó sobre el pecho del chico hizo que lo mirará, se veía con una sonrisa riéndose un poco de lo que acababa de pasar, aquello le hizo sacar una sonrisa también— ¿Ah, sí? —murmuró con un tono competitivo mientras agachaba formando una bola, el ojo miel se escondió detrás de un árbol pequeño, se cubría para que el otro no le diera. Estuvieron un buen rato de esta manera, simplemente hubo una pequeña conexión entre los dos, se estaban llevando bastante bien, el cabello bicolor tenía hora para llegar a su habitación nuevamente así que aprovecharon hasta cansarse el uno y el otro dejándose caer por el suelo lleno de nieve— Nos vamos a resfriar, ¿sabes no? —comentó el más responsable que estaba a su lado sin apartar la mirada del cielo oscuro con unas pocas estrellas.

— Uhm... ¿Crees que la próxima vez me dejaran más tiempo? —preguntó el cabello bicolor sabiendo que en unos minutos lo llamarían, ya saben, porque no podía quedarse tanto tiempo fuera, debía de ir a descansar. Era bastante injusto para él, pero no tenía más remedio que aceptarlo, ya lo pasó bastante bien en estos momentos junto al peli azul— Seguramente sí. —cuando respondió hizo que los dos se mirarán en el suelo, uno tumbado al lado del otro, sus miradas conectaron, dejando ver unas sonrisas inconscientes en sus rostros con un suave rubor, quizás se estaban divirtiendo bastante uno con el otro— S... —el ojo miel iba a decir algo, pero mejor se calló sin decir una sola palabra, el momento instante ya todo quedó en silencio.

El peli azul fue el primero en darse cuenta que se quedaron mirando el uno al otro, parpadeó varias veces para apartar la mirada, a lo lejos se pudo escuchar un grito y personas chillando, "¡Vuelve!" "¡No puedes!". Los dos miraron a aquella dirección, de allí salía alguien con la ropa del hospital mientras corría de 3 enfermeras y 1 doctor al parecer, debía de ser un paciente que se escapó e intentaron ocuparlo nuevamente— ¡YO HAGO LO QUE SE ME DÉ LA MALDITA GANA! ¡NO VOY A ESCUCHAR A UN VIEJO! —se oía destacando entre todos los que gritaban, ¿quién era aquel peli morado? ¿Y que hacía de esta manera?

— Ups, parece que interrumpo algo, ¡adiós chicos! —había llegado hasta ellos, tuvo que irse acelerando para que los otros no lo pillarán, ¿que conseguirá? Este hospital no está abierto a menos de que tengas permiso o toques el botón, pero primero debía de escanear todo de ti antes de abrirte las puertas, prácticamente los pacientes no podían escapar por más que quisieran— ¿Reo...? —el cabello bicolor lo había visto desde hace unos meses, era a la habitación de delante, solamente pudo verlo unas muy pocas veces, hablaron únicamente una vez— ¿Lo conoces? —preguntó el que estuvo a su lado, parecía confundido por toda la situación pero aún así guardo silencio hasta que quedaron solos nuevamente.

Antes de que se pudiera responder su pregunta, se escuchó un quejido molesto por parte del peli morado, desde lo lejano se podía ver cómo lo agarraban de los brazos para llevarlo nuevamente hacia dentro del hospital y ya se verá que se puede hacer en estos momentos— Sí, te puede parecer loco, pero me contó que no tiene nada, son sus padres los paranoicos que lo metieron aquí. —le respondía con algunos que otros detalles haciendo que el contrario se confundiera, preguntándose la razón de porqué sus padres lo habían metido aquí— Es sencillo, Reo contradijo a sus padres, queria hacer otras cosas con lo que ellos no estaban de acuerdo, cuando vieron como no les hizo caso esto pasó. —ahora todo tomaba más sentido.

Desde lo lejos llegaba una fémina hacia los dos caminando algo preocupada, cuando el cabello bicolor levantó su cabeza reconoció a aquella mujer— Parece que dejamos pasar el tiempo... —murmuró el otro viendo cómo se acercaba la chica mirándolos a ambos hasta llegar a menos de un metro— Meguru, ya desde hace 5 minutos deberías de estar dentro. —el ojo miel soltó un suspiro para así levantarse del suelo, lo había pasado bien y eso era lo que contaba— Buenas noches, Isagi. —le dijo antes de caminar hacia el interior del hospital.

El peli azul se levantó después dedicándole una sonrisa al chico que ahora estaba entrando por la puerta del hospital— Muchas gracias, se puede ver cambios en él desde que llegaste. —se escuchó a la mujer hablar, se oía sinceridad por lo que se alegró— No es nada, es un chico agradable. —replicó para después despedirse de la enfermera.

Aquí se termina el capítulo, gracias a todos los que se quedan a verlo y tener paciencia en que lo publique.

Comenzó las clases para mí, tengo cosas pendientes y exámenes, así que pido perdón si tardo. Y gracias por esperar.

+1200 palabras.

El ventanal [Isabachi/Bachisagi]Where stories live. Discover now