Beka

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Otabek no tardó en llegar, en menos de quince minutos ya se encontraba frente a la puerta de la casa de JJ, aporreando esta con desesperación, no sabía el estado de Yuri en ese momento y quería ayudarlo lo más pronto posible, pero tampoco podía adelantar el tiempo. JJ tardó unos segundos en ir a abrir la puerta, pues quiso verificar que Yuri se quedaría en ese mismo lugar hasta que volvieran.

—¿Dónde está?— preguntó Otabek apenas JJ le abrió la puerta.

—Arriba en mi habitación, no se ha movido desde que te llamé— su voz sonaba apagada y culpable—. No quise hacerle daño... te lo juro.

—¿Qué hiciste?—No lo quería juzgar, pero necesitaba recopilar toda la información necesaria antes de llegar donde Yuri.

—Yo...— ahora se sentía muy avergonzado—. estuve tocando su cuerpo... demasiado... en verdad, no esperaba que... no quería.

—Jean, cálmate— le pidió Otabek una vez estaban frente a la habitación—. Entiendo que no querías que llegara a esto, pero pasó, ahora necesito que estés tranquilo, ve abajo tranquilízate, te llamaré cuando todo esté mejor.

JJ no se quería ir, quería arreglar el problema que había iniciado, sin embargo, entendió que ese no era su papel. Ahora le tocaba esperar y rezar porque las cosas no se hubieran dañado demasiado. Finalmente asintió y se retiró escaleras abajo.

Otabek tomó una larga inhalación y luego exhaló, él también debía de mostrarse tranquilo, entró a la habitación. Yuri seguía en la misma posición, sentado abrazando sus piernas y con la cabeza metida entre ellas.

—Yura... soy Otabek— dijo acercándose lo suficiente para poder hablar bajo, pero sin invadir su espacio personal. Yuri no contestó—. No estás en peligro, todo está bien, estoy aquí contigo, nada te va a pasar— continuo de forma tranquila y consoladora.

Yuri se removió un poco para alzar la mirada y clavarla en la de Otabek, era una mirada fría, llena de miedo, pero al mismo tiempo amenazadora. Otabek alzó sus manos para mostrarse inofensivo.

—No te haré nada, nunca lo haría, estoy contigo, siempre, no voy a permitir que te lastimen— bajo sus manos sin apartar la vista de Yuri.

El cuerpo de Yuri se tensó para luego relajarse y empezar a llorar, volvió a ocultar su rostro. El miedo invadía cada centímetro de su cuerpo, se sentía desesperado, vulnerable, expuesto.

Otabek entendió que Yuri en ese momento no iba a ser capaz de nada, así que se acomodó para hacerle compañía por el tiempo que fuera necesario y empezó a hablarle de temas intrascendentes como las primeras veces en el hospital, cuando se pasaba horas y horas hablando solo.

Los minutos empezaron a pasar, JJ se asomó al tiempo y Otabek le hizo una señal para que se fuera, aun no era el momento, Yuri seguía atrapado en el mar de pensamientos y emociones que lo perturbaban. Casi hora y media después, Yuri volvió a alzar la vista, ya no se veía tan temeroso.

—Esa vez a mi padre casi le da algo, era un niño muy travieso...— paró, Yuri parecía querer hablar.

—Beka...— susurró lastimosamente.

—Estoy aquí Yura...— le sonrió con cariño y estiró la mano esperando que Yuri la tomará, acto que fue correspondido después de unos segundos de duda.

Yuri se aferró a la mano de Otabek como si fuera un salvavidas, para unos segundos después lanzarse a su cuerpo y aferrarse a él. Otabek le devolvió el abrazó y empezó a mecerse rítmicamente.

—Shh, Shhh... Aquí estoy Yura, no te va a pasar nada, estás a salvo. Nadie quiere lastimarte.

—Beka...— Yuri gimoteaba con un profundo miedo y dolor.

¿Existe la libertad? 2.0 ~Otayuri~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora