☕ 7 : ¡Nadie como tu!

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— ¡Las malteadas ya están listas! — grito Stella colocandolas en la barra.

Luego de que Chan había ido el día anterior la chica tenía toda su energía al cien por ciento y debía trabajar duro.
Por desgracia Lily no compartía ese mismo pensamiento.

— Estoy agotada — se estiro —, necesito vacaciones.

— Aun no — mascullo Stella sonriendo — , en este momento te necesito más que nunca. Hay demasiados clientes.

Lily suspiro y se recargo en el mostrador. Se disponía a llevar las malteadas cuando Stella hablo.

— Yo las llevo, tomate un descanso — le dijo tomando la bandeja.

— ¡Gracias! — suspiro su amiga y se sentó en un banquito.

Tenía que seguir luchando, aquel era solo el primer paso y apesar de su cansancio debía seguir sin parar. Chan lo había hecho, estaba cansado pero no dejó de intentarlo, y ahora era el mejor productor de música.

¡Si Chan podía hacerlo, ella lo haría para ser tan valiente como Chan!

Camino entre las mesas sirviendo los pedidos y recogiendo los platos sucios, en realidad le gustaba mucho su trabajo, había soñado con ello desde que tenía memoria.

Y no había sido hasta que Chan la había inspirado cumpliendo su sueño que decidió intentarlo. Y al final valió la pena.

— ¿Todo bien? — pregunto a unas Stay que estaban sentadas junto a la ventana.

Supo que eran Stays porque tenían photocarts de los chicos junto a sus cafes y sonreían mientras tomaban algunas fotos.

— ¡Si! ¡Chan tenía razón! — exclamó una volviendose hacia ella — ¡Su café es el mejor!

Stella sonrió feliz.

— ¡Gracias! ¡Nos esforzamos mucho mucho mucho para hacer de este un lindo lugar para pasar el rato! — respondió alegre — ¡Disfruten su café!

Cuando se aseguró de que todo estaba en orden volvió al mostrador. Lily tomaba agua mientras miraba el café con una sonrisa de satisfacción.

— ¡Todo nuestro esfuerzo esta rindiendo frutos! — murmuro orgullosa.

— Y seguirá así — dijo Stella animada.

— Eso espero

Un mensaje de Chan llegó a su teléfono, deseandole un lindo día y Stella sonrió.

— ¡Oooh! ¡Su enamorado! — se burló Lily.

— ¡Calla! — mascullo Stella mientras respondía el mensaje.

— Nunca te vi enamorada — río su amiga —, debo aprovechar y molestarte todo lo que pueda.

— Cuando te guste alguien lo entenderás — canturreo la chica dejando el teléfono a un lado.

Se quedaron en silencio un rato.

— ¿Que es lo que tanto te gusta de él? — pregunto Lily curiosa interrumpiendo el silencio.

—¿Que me gusta de él? — Stella miro hacia al techo pensativa — Mmmmh... Me gusta que es atento incluso cuando no debe serlo, me gusta que sea extremadamente amable y caballeroso — enumeró la chica sonriendo, los ojos le brillaban de solo recordar su rostro —, me gusta que sea tierno, que se comporte como un niño a pesar de ser el mayor de sus amigos, que pueda llenarte de amor con solo una sonrisa, que sepa cuando estés triste o preocupado sin necesidad de decirle, que sea tan empático y comprensivo, que sea tan decidido y valiente, me gusta que quiera hacer feliz a los demás y que eso lo haga feliz. Me gusta su sonrisa, y que con solo verla me llene de alegría y me quite todas las preocupaciones, me gusta su risa que llena el ambiente como una linda melodía, me gusta su voz que puede llegar a ser tan tranquila como enérgicaenérgica...

Podría seguir enumerando todas las cosas que le gustaban de el durante siglos, Chan la hacia sentir realmente bien, completa, comprendida y amada.

—...que sea tan tímido pero tan expresivo y alegre, me gustan sus ojitos que se esconden al sonreír, y que aprecie tanto las cosas que hacen los demás, me gusta que solo con una acto de servicio, solo con una frase lo puedes hacer sonreír como nunca...y podría seguir así durante horas, así que parare aquí. ¡No hay nadie como Chan!

Lily sonrió enternecida.
— Lo quieres mucho — colocó una mano en su mejilla —, solo espero que no te lastime. Aunque por como lo describes parece incapaz de hacerle daño a una mosca.

Stella río.
— Si, él es único

Alguien entró a la cafetería provocando murmullos y ambas amigas se volvieron.
Seungmin caminaba hacia el mostrador, esta vez acompañado de Hyunjin y otros tres guardaespaldas.

— ¡Hola! — saludo Stella acercándose a la barra — ¿En que le puedo servir?

— Hola — Seungmin sonrió — , me da dos americanoa frios, una malteada y un latte por favor.

— ¡Enseguida! — y empezó a preparalos con ayuda de Lily.

— ¡Hola! ¿Como has estado? ¡Chan nos pregunta como te vimos la otra vez cada dos segundos! — dijo Hyunjin — ¡Necesitamos actualizar la información!

Stella rio.
— Estoy bien, no hay de que preocuparse — respondió —. Hay algo de trabajo pero no demaciado.

— ¡Me alegro! — exclamó Hyunjin feliz.

— ¡Ya le decía yo a Chan que no debía preocuparse demás! ¡Pero no me hace caso! ¡Que fastidio! — murmuro Seungmin mirando a Hyunjin.

— Solo déjalo ser — lo defendió Hyunjin luego se volvió hacia Stella — ¡Estubo apuntó de venir con nosotros! Pero si el salía todo iba a se una catástrofe, todos esperan con ansias que venga él.

— Justo por eso le dijimos que no viniera — terminó Seungmin.

— ¡Sabia decisión! — sonrió Stella entregándole un americano a Hyunjin.

Miraron al rededor, varias Stay los miraban sorprendidas mientras grababan.

— ¡Hola Stay! — saludo enérgicamente Hyunjin.

Muchas murmuraron emocionadas.
Stella no se imaginaba como estarían las chicas si Chan estuviera ahí, la mayoría eran Chan Biased, y estaba segura de que a muchas les daría algo al verlo.

Stella se alegraba de que el chico no viniera, no solo porque así evitaban problemas, sino que también porque les tendría envidia a Stay, pues, conociendo a Chan, se acercaria a ellas emocionado saludando las y sonriendodoles.

Sin dudas era mejor que dejará de venir.
Stella escucho gritar a una "¡Te daría mi riñon!" , y ante esto Hyunjin se giró hacia la chica y negó enérgicamente con susto.

Tardaron un poco más en hacer los cafés pero al terminar ambos chicos se fueron satisfechos, Hyunjin murmurando algo de un romance mientras daba saltos y Seungmin poniendo los ojos en blanco, pero sonriendo.

— Sabes — mascullo Lily tras ella — Ya no voy a dudar más de Chan. Sin duda te adora.

— ¡No estoy tan segura! — tartamudeo la chica poniéndose roja.

— ¡Un tomate! — exclamó su amiga señalandola luego de dar un salto fingiendo sorpresa — ¡Eres un tomate!

— ¡Callate que te despido!

— ¡No jefa tomate! ¡No me despida!

— ¡Ya! ¡Basta!

Pero Lily siguió ríendo.

☕︎︎ Coffee Hugs ☕︎︎ |  Bang Chan y Tu Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora