☕ 32 : Noche escandalosa

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— ¡DEBES APRENDER! ¡QUE LO NUESTRO ES PRIMERO! — exclamó la chica levantando el palo de escoba cada vez más.

Chan se preparaba para el golpe, pero este no llegó. Abrió un poco los ojos, pues los había cerrado al protegerse.

Alguien había detenido el palo justo a tiempo.
La seguridad de JYP estaba ahí, y ya había rodeado a la chica.

— ¡Alto!

— ¡Ah! — soltó la sasaeng tratando se soltarse del agarre de los hombres — ¡No! ¡Chan! ¡Chan! ¡Ayudame!

La tomaron de las muñecas y se le llevaron al auto de la seguridad. El hombre que había detenido el ataque se volvió hacia él.

— ¿Estas bien? — Chan asintió — La llevaremos a la estación de policía, JYP seguramente levantara una demanda contra ella.

— ¿Van a publicar un comunicado para avisar a Stay?

— Seguramente, no te preocupes, ya estás a salvó — asintió como despedida —. Aun así habrá guardias aquí hasta que todo el peligro pase.

— Bien, gracias.

El hombre volvió a los autos de la seguridad y pronto todos se retiraron llevándose a la sasaeng consigo, quien seguía gritando por su ayuda una y otra vez.

Sintió que alguien lo miraba desde lejos.

Al girar su cabeza hacia la entrada, Stella estaba parada en el lugar, sosteniendo un bate de madera en las manos.

¿Cuanto tiempo había estado ahí parada?

Sus piernas no aguantaron más y se derrumbaron, dejándolo sentado en el asfalto con la mirada fija en Stella.

— ¡Chan! — exclamó la chica soltando el bate y lledó hasta él — ¡Chan! ¿No estas herido?

— Yo...

— ¡Tienes que pasar a la casa y...!

— No, solo debo volver a casa — suspiro.

— ¿Te hizo daño? — Chan negó — ¡Ay! ¡Me asustaste mucho!

Lo rodeó con los brazos y Chan sintió que aquel abrazo le devolvía las fuerzas, aquel cálido abrazo lo hacía sentir mucho mejor, menos asustado y más caliente ante todo.

Cerró los ojos y le devolvió el abrazo a la chica sintiéndose mucho mejor. Sus latidos se tranquilizaron, puesto que se habían acelerado por el miedo, y sintió que aquello era todo lo que necesitaba.

— ¿Que hacías con ese bate? — pregunto.

— ¡Te vi con ella por la ventana y lo único que se me pasó por la cabeza fue tomar lo primero que vi y correr fuera! — explicó sonrojandose pero sin soltarlo — Pero ví a la seguridad acercarse y me indicaron que me mantuviera en silencio, para que pudieran atraparla...

— Ya veo — sonrió —. Querias protegerme...

— ¡Que más podía hacer! ¡Tu no quieres dañar ni a una mosca! — se quejó Stella.

Ambos se separaron y Stella se levantó del suelo dando un suspiro.

— Ven — le extendió la mano —, te llevaré a casa.

— No, yo puedo ir solo — replicó él tomando la mano de la chica y levantándose con dificultad.

Aun le seguían temblando las piernas del susto que se había dado, pero quería que Stella pudiera quedarse tranquila.

— No te preocupes por mi yo...

— ¡Me da lo mismo lo que vayas a decir! ¡Casi me matas de un susto! — tomó su brazo y comenzó a jalarlo en dirección a su casa — ¡Ni de broma voy a volverte a dejar solo!

☕︎︎ Coffee Hugs ☕︎︎ |  Bang Chan y Tu Where stories live. Discover now