☕︎︎ Coffee Hugs ☕︎︎ | Bang Chan y Tu

☕ 28 : ¡Corre Lucas!

— Corre — se decía mientras lo hacía ganando mayor velocidad —, corre, corre...

Pero la sombra que lo perseguía era mucho más rápida que él, y cada vez que giraba hacia algún lugar, ella ya estaba ahí.

— ¡Corre! — volvía a decir.

Continuaba ganando velocidad más y más rápido, pero ni siquiera eso ayudaba a perder a quien sea que lo siguiera.

Al final la sombra estaba más y más cerca, hasta que finalmente se encontraba corriendo directamente hacia ella.

— ¡No! — abrió los ojos de golpe.

Respiraba entrecortadamente, y sentía como una gota de sudor escurria de su frente.

Miro a su alrededor.

Solo estaba en su cuarto, no había ninguna calle por la que correr, no había oscuridad y no había ninguna sombra. Solo estaba él, y sus cosas, en Australia.

Suspiro.

Había sido tan real...

Negó con la cabeza y se dispuso a bajar a desayunar.

— Tardaste más que de costumbre en bajar hoy — comentó Lucas cuando entró a la cocina.

— Me quedé dormido — se escuso tomando los tenedores de la mesa y comenzando a ayudar.

En cuanto todos estuvieron sentados comenzaron a comer el desayuno, pero algo se sentía extraño. No en la casa, puesto que nadie parecía notar nada, a excepción de Chan.

Pero había algo que lo tenía alerta, tal vez tenía algo que ver con el sueño que había tenido, pero sentía algo raro.

— ¿Chris? — lo llamó su madre cuando miraba fuera de la ventana — ¿Sucede algo?

Chan se volvió hacia su familia con una sonrisa tranquilizadora, y negó con la cabeza.

— No, solo que me pareció ver una mariposa café cerca de la ventana — repuso volviendo a comer —. Era bonita.

— Ya veo

— ¡No te distraigas tanto Chris! — lo riño Hannah — O podrías caerte o chocar con algo si vas caminando, lo digo por experiencia.

— Entonces tu deberías de dejar el teléfono cuando caminas — se burló Chan —. Así dejarías de chocar con las paredes.

— Estoy trabajando — mascullo ella.

Chan volvió a mirar por la ventana.
Estaba seguro de que había visto a alguien  asomarse hacia algunos segundos.

Negó.

— ¡Apurate Chris! Felix nos estará esperando en el parque — le recordó Lucas.

— ¡Ah! ¡Es verdad! — se volvió hacia su plato y tomó algunos bocados.

— ¿Felix? — pregunto su padre.

— Me devolverá mi computadora — explicó Chan —. Necesito trabajar, y prometió darmela este fin de semana. Lucas pidió acompañarme.

— ¡Asi es! ¡Felix es genial!

— Me robo mi computadora — lloriqueo Chan.

— Entiendo — río su madre —. Tengan mucho cuidado y fíjense bien antes de cruzar la calle.

— ¡Ya lo sabemos Má! — exclamó Lucas, pero sonrio y asintió — ¡No te preocupes general! ¡Nos cuidaremos bien!

Ambos hermanos terminaron de comer y se prepararon para salir.