🌟 | Prologo | 🌟

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El sonido de unas teclas resonaba en la pequeña habitación, eran sonidos continuos, mostrando que no dudaba en su contenido, pero de vez en cuando paraba sus movimientos, pensando en lo que estaba escribiendo, retomando el ritmo al tener claras sus ideas.

La mujer se detuvo finalmente cuando vio terminado su anuncio, lo leyó con calma un par de veces, borrando y corrigiendo partes del mismo, hasta dar con un resultado que le gustaba y convencía, sonriendo ante aquello.

-¡A-Yang, ven por favor!- gritó ella, deseaba saber su opinión.

Los pasos se escucharon por el pequeño departamento, alzó la mirada a la puerta de su habitación, donde un joven de 28 años se asomaba con una expresión de cansancio en su mirada, se acababa de levantar.

-¿Qué pasa tía Zhu?- pregunto mientras se rascaba la cabeza, su largo cabello estaba desordenado.

La mujer, conocida con el nombre de Zhu, solo pudo sonreír finamente ante la apariencia del joven recién despertado, se paró del asiento de su escritorio y lo invitó a acercarse, A-Yang, aun con el sueño en su rostro, fue hasta el asiento, sentándose pesadamente en el mismo mientras se tallaba los ojos, entrecerrado los mismos cuando intento leer lo que la mujer le señalaba, hasta que sus ojos pudieron verlo correctamente.

La mujer, conocida con el nombre de Zhu, solo pudo sonreír finamente ante la apariencia del joven recién despertado, se paró del asiento de su escritorio y lo invitó a acercarse, A-Yang, aun con el sueño en su rostro, fue hasta el asiento, sentánd...

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Después de unos minutos de leer el anuncio, miro a la mujer con las cejas fruncidas.

-¿Es en serio?- preguntó el joven incrédulo.

-¿"En serio" en qué sentido?- pregunto de vuelta la mujer, ya sabiendo lo que pensaba el joven.

-¿Por qué pusiste mi número en el anuncio?- pregunto con el ceño fruncido.

-Pues yo voy a estar muy ocupada como para atender las llamadas de los candidatos- respondió ella con simpleza mientras se alejaba y tomaba su bolso.

-¿Y por qué la "Laguna del Dragón"?- preguntó con los brazos cruzados, estaba por hacer berrinche -sé que tienes dinero mujer pero no es para andar gastando en ese jodido restaurante-.

-Es una estrategia mía- dijo ella mientras revisaba su bolso -tu les dirás que si no aceptan, van a tener que pagar la comida- sonrió al ver que no le faltaba nada a su cartera.

-Eres una mujer mala, ¿Lo sabías?- dijo el chico con una sonrisa, mostrando sus colmillos.

-Solo cuando se requiere cariño- dijo ella volviendo a su lado -y antes que lo cambies...- dijo ella con una sonrisa.

El chico no entendió a lo que se refería, hasta que vio que la mujer presionaba un botón en su computadora, publicado finalmente el anuncio en la página.

-¡Espera, no te he dado el consentimiento de- no logro continuar cuando una golosina fue metida a la fuerza a su boca, casi ahogándose.

-Te he dejado el desayuno en la cocina, hice tu favorito, no te olvides de bañarte después, y te he pedido comida para el almuerzo, de ese restaurante que tanto te gusta, además que al lado tuyo están los formularios que tienes que llenar con los datos de los candidatos, te quiero A-Yang, llámame por cualquier cosa- dijo ella rápidamente, ignorando que el chico estaba tosiendo como loco.

Nosotros completaremos su felicidad [AU Moderno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora