𝐊𝐀𝐑𝐌𝐀| ᴍʏ ᴅᴇᴍᴏɴ [ᴊᴇᴏɴɢ ɢᴜ-ᴡᴏɴ]

01|𝐚 𝐬𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 𝐦𝐚𝐧

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La existencia de Han Soo-Min transcurría entre una bruma densa, de la cual buscaba escapar sin éxito. Se encontraba atrapada en la incapacidad de discernir entre amigos y adversarios, entre lo benévolo y lo malicioso. Podría ser que estuviera rodeada por completo de enemigos, y aún no había tomado conciencia de esta realidad.

────Solo tenias un trabajo, Soo-Min. Parece que estuviera hablándole a la pared.

Los reconocimientos como "mejor CEO general de Corea" la dejaron completamente agotada. Se había esforzado intensamente en la organización del evento, asegurándose de que cada detalle estuviera impecable, como era su costumbre año tras año.

Y como era la costumbre año tras año, su jefe la sometía a la tortura de organizar semejante evento, solo para luego llevarse el crédito, ser premiado y elogiado por méritos que no le pertenecían. A pesar de la frustración, no se permitía quejarse demasiado; el sueldo que recibía era considerable, aunque el trato no fuera el más cordial.

────Lo lamento, señor. Con todo el tema del catering, no pude...

────No, no lo pensaste, de eso ya me di cuenta. Ahora ve por mi traje.

Tras recibir la orden, la secretaria salió rápidamente de la oficina, liberando los nervios que había acumulado. Su trabajo era todo un desafío, ya que no solo se encargaba de organizar los eventos mensuales de su jefe, sino también de atender las necesidades de la familia, desde recoger a los niños del colegio hasta coordinar niñeras cuando sus padres estaban fuera del país. A medida que se acercaban rápidamente las fechas festivas, la intensidad aumentaba considerablemente. Esto implicaba hacer frente a las responsabilidades tanto dentro de la familia ajena como en la empresa.

Anteriormente, su abuela le había ofrecido trabajo en su empresa, brindándole la oportunidad de ser su propia jefa, al igual que lo era su mejor amiga. Sin embargo, ella no quería abusar de la generosidad ni del poder de la mujer, y mucho menos involucrarse en un negocio familiar del cual no era parte ni tenía parentesco alguno.

En su trayecto, el equipo creativo de la empresa la aguardaba en el pasillo, probablemente para consultarle sobre cualquier otro detalle que el señor pudiera necesitar para ser abordado de inmediato. Esto, teniendo en cuenta que el gran evento estaba programado para tan solo unas horas.

────Eliminen los globos de la edición digital. Si desean transmitir un ambiente festivo y, al mismo tiempo, mantener un aire sofisticado, opten por confeti en tonos de grises y dorados, como indiqué ────corrigió, mientras era seguida por cinco personas que registraban cada una de sus palabras, pensando que eran directrices del jefe────Refuercen la seguridad en el área del estacionamiento; no queremos paparazzi u otras personas merodeando por esos lugares. El anuncio en la página de los nominados se ve bien; simplemente, asegúrense de actualizar la página una vez se haya revelado al ganador.

Si alguien la observara en ese preciso instante sin conocerla, podría pensar que ella era la máxima autoridad, la encargada de que todo funcionara, aunque de hecho lo era, simplemente no se le reconocía públicamente.

Un automóvil la esperaba afuera, uno que no le pertenecía y no contaba con un conductor personal. A ambos lados del vehículo destacaba el distintivo logo de la empresa de eventos, un emblema que no pretendía pasar desapercibido mientras se desplazaba por las calles.

────Hola, bebé.────Saludó al automóvil una vez que estuvo dentro de él. A pesar de no ser un automóvil de lujo, le tenía un respeto especial debido a las incontables ocasiones en las que lo condujo incansablemente.