𝐊𝐀𝐑𝐌𝐀| ᴍʏ ᴅᴇᴍᴏɴ [ᴊᴇᴏɴɢ ɢᴜ-ᴡᴏɴ]

04|𝐒𝐞𝐜𝐮𝐞𝐥𝐚𝐬

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────Investiga a esta mujer. ──── Soltó, tirando sobre su escritorio un papel con el nombre de Min, escrito por él mismo. Aunque la chica no le había proporcionado ninguna tarjeta ni información concreta sobre quién era o a qué se dedicaba, era algo necesario. No solo por curiosidad, sino porque aquella mujer poseía algo que a él le correspondía y que decoraba perfectamente su muñeca derecha: su tatuaje.

Su mayor domo, el señor Park Bok-gyu, con curiosidad tomó el papel doblado y leyó el nombre escrito en él. ──── ¿Han Soo-Min?

────Investiga su familia, tipo de sangre, vida amorosa, si vive sola, y más importante: sus gustos, incluyendo si prefiere el tangsuyuk con salsa al lado o encima.

Sus palabras dejaron helado al señor enfrente, puesto a que su jefe nunca, dentro del periodo en el que trabajaba con él, había pedido tal favor o mostrado tanto interés por alguien, y más aún hablando de una mujer.

────¿Quién es y por qué está esforzándose tanto por esta mujer?

De inmediato, recordó la cita que tuvo el día anterior, aunque esta no incluía a ninguna chica más que su tan amado pastel del cual había hablado el último mes.

────Dijo que tuvo una cita ayer... ¿Acaso ella...?

Rápidamente, Gu-won aclaró. ──── No es más que una ladrona.

────¿Le robó el corazón?

Gu-won, harto de las bromas y miradas cómplices del hombre, fingió estrangularlo con su mano desde lejos mientras negaba. ──── No me gusta esa mirada loca que tienes.

Sus manos descansaron en su regazo por un momento, esperando finalmente estar solo en su oficina y pensar en otra cosa que no fuera aquella chica. Tenía que seguir haciendo contratos para evitar evaporarse en el aire pronto.

────¿Mmm? ¿Por qué no lo tiene?

Gu-won fingió sorpresa y ocultó su muñeca. ──── ¿De qué hablas? ¿Qué perdí? ¿Qué?

────¡Su tatuaje!

────Ahhh eso. No es gran cosa. ──── Habló restándole importancia, ocultando su verdadero miedo por eso.

────¿Que no lo es? ¿Esa mujer le robó algo más que el tatuaje?

Gu-won pareció pensarlo. ──── Nada más.

────Ahora que lo pienso bien, parece más extraño de lo habitual.

────¿Yo? ¿Extraño? Para nada.

────¿Seguro?

────Sí.

────Como diga.

El señor Park miró con recelo a su jefe y se dispuso a seguir sus tareas para evitar preocuparse por la situación. Sin embargo, cuando su vista se posó en la jarra sobre el escritorio de su amo, no contuvo sus impulsos y puso a prueba lo que temía.

Gu-won chasqueó los dedos al ver de reojo cómo el señor Park tomaba la jarra y lanzaba su contenido hacia él. Cuando estuvo totalmente mojado, fue entonces que cerró los ojos y los sermones del mayordomo no tardaron en llegar.

────¡Perdió sus poderes!

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A pesar de su falta de poderes, Gu-won parecía tener bastante resistencia física al enfrentarse con aquel grupo de hombres, uno de los cuales tenía un contrato que caducaría pronto con él. Por otro lado, la señorita Min carecía de esa fuerza para levantarse de la cama de su amiga e ir a enfrentar lo que había estado evitando: a la señora Joo.