Lencería

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Italia                                   9:00pm

Ví a Jimin salir del Gym después de tratar de hablar con él sobre aquel día.

Ha pasado una semana y no soporto que me ignore, maldita sea, simplemente ni me topa.

¿Por qué carajos se comporta así desde ese día?

Mi rabia la estaba descargando en mi saco de boxeo, vi pasar a Jimin con una camisa blanca que a fuerza tapa su culo hacía el jardín trasero.

Me estaba quitando los guantes y escuché disparos, vaya, una forma bastante violenta de desquitarse.

Me asomé y lo observé durante unos minutos, ¿en qué momento dejé que esto pasara?.

Ví como se dió la vuelta para tomar su termo y corrí al pasillo donde se encuentra su habitación.

Al verlo acercarse sin percatarse de mi presencia lo tomé desde la parte inferior de sus nalgas y lo subí a mi hombro.

Lo encerré en mi habitación conmigo, donde cada uno se declaro a su manera, verlo llorar fue un golpe bajo.

Después de que Park se fué me quedé reflexionando, tengo que cambiar para ser una mejor persona para él.

Tomé mi teléfono y llamé a Nam.

- Ahg, Jungkook que quieres, ya estaba dormido! - Refutó.

- Quiero que mañana a primera hora compres un ramo de flores y chocolates - Hablé.

- Uy!, ¿Quién es él o la afortunada? - Respondió con voz santurrona.

- Escribes una carta que diga "Perdón" y dejas todo eso afuera del cuarto de Jimin - Finalicé sin otra idea en mi cabeza

- Espera, ¿Jimin? - Fue lo último que escuché antes de colgar.

Me fuí a dormir, muchas emociones en un solo día agotan.

10:00am

Estaba en mi oficina después de decirle a SeokJin que le hiciera un desayuno rico y diferente a Jimin, quién me miro con una sonrisa de lado.

Unos golpes en la puerta me pusieron los nervios de punta.

- Ya no es necesario que toques Park.

Ahí estaba, ese enano culón con labios engatuzadores.

- Primero que todo gracias y segundo que todo, ¿Crees que con rosas, chocolates y un desayuno delicioso tendrás mi perdón? - Se cruzó de brazos.

- Era mi intención - Respondí mostrándole un poquito de timidez.

- Pues te falló la estrategia, si quieres que te perdone préstame tu black card y dile a Yoongi que me lleve al centro comercial.

Mierda, esto me va a salir caro.

Le dí mi tarjeta sin dudarlo y por la radio le dije a Yoongi que esperara a Jimin en la camioneta.

- Ya está, ¿Algo más?.

- Es todo, adiós - Salió de la oficina cerrando la puerta tras él.

Que hijo de puta.

5:00pm

Estaba en la cocina contándole a Jin lo que sucedió esta mañana con Jimin, y entre carcajadas decía que me lo merecía y era lo mínimo que podía hacer por su perdón.

Mi teléfono timbro con una llamada del banco.

- Si diga - Respondí poniéndolo en alta voz para que el peli morado también escuche.

- Hola señor Jeon, hemos detectado un movimiento de 15 millones de euros y quería saber si era usted y si la respuesta es negativa para rechazar la transacción y bloquear su tarjeta.

La expresión de Jin y yo era la misma, una muy grande "o" formada por nuestra boca.

SeokJin se echó a reir.

- Tengo conocimiento de ese movimiento, gracias por la información - Finalicé para colgar.

Yo no lo podía creer todavía.

- Ahí está para que la vuelvas a cagar - Dijo entre risas Jin

De repente la puerta se abrió dejando ver un pelinaranja con miles de bolsas en sus manos y en las manos de unos 12 hombres míos.

Y ahí estaba de nuevo la expresión de Jin y yo "O".

- Ahora estás 100% perdonado Jeon! - Gritó mientras subía las escaleras con mis hombres siguiéndolo a su habitación.

Miré a Jin para después subir a la habitación de aquel ser.

Mis hombres iban de regreso mientras yo apenas iba, en el pasillo estaban Yoongi y Nam con su cara de burla.

- Ya te tiene a sus pies - Rieron

Alcé mis hombros es signo de rendición, era verdad.

Al llegar cerre la puerta con seguro, al voltearme ví a Jimin probarse una lencería.

Me acerqué por detrás para apegarlo a mi cuerpo.

- Te ves tan jodidamente bien - Halague mirándolo por el espejo con mis ojos oscurecidos por el deseo.

- ¿Cómo se me ve por detrás? - Preguntó solo para que me alejara a ver su enorme culo.

Azote sus dos nalgas a la vez haciéndolo dar un saltito seguido de un gemido.

Sus jodidos gemidos.

Se giró caminando hacía mi contorneando sus caderas y haciéndome retroceder hasta caer sentando a la cama.

Se ubicó sobre mi para después besarme, lo tomé de sus cachetes para profundizar el beso, necesitaba sentirlo.

Llevé mis manos a sus nalgas, los apreté, los azote, los tomé a mi gusto mientras Jimin movía en círculos su cadera encima de mi miembro que ya estaba erecto.

Invertí las posiciones dejándolo recostado en el colchón, me quité mi camisa sin despegar mis ojos de los suyos.

Se mordió el labio al mismo tiempo que una sonrisa lasciva se dibujaba en su rostro.

Se incorporó en la cama sentándose sobre sus pies, pasó sus dedos con delicadeza por mi abdomen.

Mi respiración se empezó a descontrolar.

Pasó su lengua por la mitad de mi abdomen haciendome erizar la piel.

Lo tomé del cabello para levantarlo y estampar sus labios contra los míos, lo tomé del cuello mientras él me apretaba más hacia él desde mi nuca.

Lo cargué simulando embestidas con mi pelvis.

Tomé una de sus cobijas para taparlo y que nadie lo vea mientras subo con él cargado a mi habitación.

Escondió su rostro sonrojado en mi cuello mientras que lamía y besaba el mismo, apreté una de su nalgas.

Quiero enterrarme en él ahora.

Clandestine love Där berättelser lever. Upptäck nu