Discord y el Fantasma de la Opera [Fluttercord]

Héroe

⚠️ ADVERTENCIA ⚠️ +18!

este capítulo tiene temas sexuales como de abuso y desmembramiento

Si eres sensible o eres menor de edad lee otro capítulo o busca otra historia

Todo lo que pasa es ficción se le recomienda tener discreción al leer y no llevarlo a la vida real

Gracias por leer

Héroe

Vacío.

La jaula estaba vacía.

Ella se fue. Ella había prometido tomar el lugar de su padre, y ahora se había ido.

Se sentía como un tonto. ¡Él realmente había sentido pena por ella! Sintió pena por tomarla prisionera, por asustarla y por las amenazas que le había hecho. Y él había volado a esta jaula, esperando que de alguna manera pudiera encontrar algún hilo de humanidad dentro de él simplemente mirándola.

Y ella lo había abandonado.

"¡RAINBOW DASH! ¡SHORTROUND! ¡RARITY!"

En unos momentos, los demás llegaron, luciendo frenéticos y preocupados cuando vieron a su maestro, todo su cuerpo rígido de furia.

"La yegua se ha ido…" gruñó.

Rarity jadeó y miró la jaula, viendo la puerta abierta. Debería haberse quedado, no debería haberse ido, la pobre potranca. Se culpó completamente por esto.

"¿Ella está fuera?" Rainbow Dash farfulló, su cuerpo comenzó a temblar. "Ella le dirá... ella... ella le dirá a los demás... ellos... ¡ellos vendrán a por nosotros!" su voz estalló en histeria. En dos zancadas, Discord tomó a Rainbow Dash por la nuca y golpeó a la yegua con tanta fuerza que habría tropezado hacia atrás si Discord no la hubiera sostenido en posición vertical.

"¡ENCUÉNTRALA!" siseó. "Ella no le dirá a nadie... ¡encuéntrala AHORA!"

Shortround y Rainbow Dash dieron media vuelta y abandonaron la caverna tan rápido como habían llegado. Rarity estaba sosteniendo un casco en su boca, luciendo asustada y preocupada. "Ella se hará matar, Maestro... ¡ella no conoce estos túneles como nosotros! Ella-"

"Trae a Derpy y búscala…" gruñó, dándole la espalda a la pequeña yegua.

"Pero Maestro-"

"¡HAZ LO QUE DIGO!" rugió, girándose bruscamente, sus ojos ámbar salvajes de rabia brillaban como fuego. La yegua chilló y se escapó, llamando a Derpy mientras se alejaba. Discord sintió que su cuerpo se hundió, como si le hubieran quitado un peso de encima. La rabia del momento había pasado, pero sólo momentáneamente. Necesitaba saciar su furia, y solo había una manera de convertir su ira en arte; convertir su locura en belleza.

Corrió a su caverna privada, el lugar donde estaba guardado su amado órgano, y una vez allí, se quitó la capa, el sombrero, incluso la máscara, y se sentó en el banco, con el sudor cayéndole por la frente y el corazón latiendole desbocado. , mientras dibujaba la partitura en el atril. Sus garras enguantadas en cuero se movieron sobre las teclas familiares y, sin mirar hacia abajo, comenzó a tocar. La canción fue de su propia composición, una que escribió cuando estaba de muy mal humor, y era una canción que podía calmar la ira que sentía... o convertirla en un incendio forestal.