ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ⊹ ꒰୨ Casa Madrid. SpreenDMC.

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Rodri tomó la cien de Seogim para inmovilizarla, ya que Osvaldo no podía desinfectar bien la herida.

Tomó gasas y cinta médica, envolviendo las gasas y asegurándose de que la cinta no esté tan floja o tan apretada.

Seogim jadeó y se dejó caer completamente contra la silla gamer, completamente exhausta y adolorida.

— ¿cómo se levantó la uña? — Habló Rodrigo, acariciando la hebras pelirubias y grises de la asiática.

— Supongo que abriendo una Speed. — respondió el único desconocido para ella.

— Y la tenías alado Iván.— Rodrigo masculló hacia el nombrado 'Iván.'

— Andá a cagar Rodrigo, ella no me pidió ayuda y yo estaba ocupado en otra cosa. — contraatacó el Morocho.

— Fue mi culpa, yo no pedí ayuda y fue un descuido. — respondió ella, todavía adolorida — ¿van a prender stream? — trató de cambiar de tema, no le gustaba ser el centro de atención.

— ¿te dejan hacer streams? — preguntó Juan, sentándose junto a Seogim.

— ¿por qué no la dejarían? — habló Iván, curioso.

— Contratos, nene. Contratos. — la chica bufó y elevó los hombros.

— ¿podés creer que se va a hacer un millón de dólares esta pelotuda por solo venir acá? — Seogim estalló en risas ante el comentario de Carrera, quien había hecho que los dos jóvenes se sorprendan.

— Manejar mucho dinero suele ser complicado. — la menor suspiró y se acomodó en su lugar. — quiero acompañarles en el stream.

— Claro, no hay problema para mí. — opinó Iván, con la mirada fija en el collar de diamantes incrustados junto estrellas de 24 kilates.

— tampoco pa mí. — Respondió Osvaldo.

SEOGIM'S POV

— Ahora que vi, yo con Iván tengo cosas en común. — hablé yo, estábamos en stream ignorando el hecho de que el equipo estaba sobrecalentado por tantos viewers.

— La altura no es.. — bromeó Rodrigo, y le miré feo.

— Eu, dejen a la de 1.50. — Iván rió junto a Rodrigo, Osvaldito y Juan.

— No sean hijos de puta — Osvaldo desacomodó mi cabello. — Podrá ser enana pero por lo menos no discrimina como ustedes.

Me rei y observé a mi derecha, donde yacía Spreen con la mirada más seria pegada hacia Osvaldo.

Que tensión.

Reí algo nerviosa, — y no entiendo porqué— y rápidamente centré toda mi atención en Juan, quien me había hablado.

— Oye Koccho — lo miré, con curiosidad. — ¿Vas a presentar tu nuevo álbum en la velada?

— Buena pregunta — me levanté de mi silla, tronando mi cuerpo como si fuera tremenda botella de plástico. — La verdad, no lo sé. Van a venir amigos latinos y supongo que mi álbum completo completo no lo cantaré completo, creo.

— Che, a mí me re gusta Vendetta. —miré con una sonrisa pícara a Rodrigo, que jugaba con mi celu a los jueguitos.

— Ignoremos el echo de que me re funaron por mencionar palabras explícitas, como si fuera menor de edad. — bufé y caminé hasta los sillones, quitándome lo zapatos y estirándome. Necesitaba estar en forma.