capitulo 13

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-"Te ves feliz el día de hoy."

Mobius le sonrió a la pequeña niña que
estaba jugando con una torre de bloques de madera de animalitos y que luego la tiró con fuerza, se rio y volvió a comenzar a apilarlos con una mirada llena de concentración. Ella era dulce. Le dio una mirada a Sylvie, la otra maestra de su grado. Ambos tenían la misma edad pero ella era más segura y relajada, además estaba comprometida. Sus mejillas se calentaron un poco antes de
sonreír raro.

-"¿Me veo feliz?"

-"Sí."

Entrecerró los ojos y se inclinó hacia
él mirando profundamente en sus mirada. Después levantó una ceja y sonrió.

-"¿Estás enamorado, Mobi? Puedes decirme, no le diré a nadie."

Picó su hombro con un dedo.

-"Vamos, vamos."

-"No es así,"

dijo, dando un paso lejos de ella, escuchándola reír. Mobius rodó los ojos y comenzó a recoger los juguetes regados por el piso.

-"Déjalo ir."

-"¿Por qué no quieres decirme?"

-"No hay nada que decir."

-"Ahh, hombre. Vamos, me gusta saber. No tengo muchos amigos y me gustaría saber tu situación."

Ella se acercó y tomó los peluches de sus manos mientras le sonreía.

-"Podría darte consejos. Ya sabes, llevo años con mi prometido, sé algo de relaciones."

-"Estoy seguro de eso."

-"¡Oye!"

Sylvie se quejó.

-"No de esa manera."

Riéndose se encogió de hombros y fue por la caja de los juguetes.

-"Déjalo ir."

-"Bien. Pero algún día me dirás."

Sacudió la cabeza, dándole la espalda,
pero su rostro estaba rojo y caliente
de vergüenza. ¿Cómo se supone que
solo hablara de esas cosas con tanta
tranquilidad?

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El trabajo lo mantuvo bastante ocupado
por varios días, en los que se la pasó con
los padres y los niños en un pequeño
campamento, solo una actividad que
realizaban para hacer que los niños fueran más amigables y se conocieran mejor.

Pero nada era tan agradable como regresar a casa después de unos agotadores días.Ya no era tan joven, mucho menos atlético, pero perdía la poca energía que tenía al tratar con niños y padres. Su alma estaba cerca de salir de su cuerpo mientras estacionaba en frente de su casa y apagaba el auto.

Cerró los ojos y se tomó un momento para reunir la energía suficiente para caminar dentro de su casa. Un golpe en el ventanilla hizo que se sobresaltara y abriera los ojos de golpe. Loki estaba mirándolo con esos encantadores ojos suyos, inclinado hacia abajo, luciendo curioso. Joder, joder, joder...

No lo había visto desde la cena, después de su beso. Se mordió el labio con fuerza antes de bajar la ventanilla y mirarlo.

-"¿Estás bien?"

Fantasía Ardiente _ Lokius #lokiusWo Geschichten leben. Entdecke jetzt