ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝘐

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Como cuatro paredes de cristal opaco que lo encerraban junto con sus pensamientos, sus nervios y la necesidad de una solución, estaba aislado, no entendía que pasaba ni lo que decía la persona que tampoco podía enfocar.

Fue un ruido externo, palabras claras que no podía procesar, lo que comenzó a hacerlo despertar y captar su alrededor que por tantas horas se le había escapado.

- Harry ¿Estas bien? - fueron las primeras palabras que atravesaron la bruma de su mente, dándose cuenta de lo que ocurría y cuanto tiempo había pasado, ya era de mañana... 

- ¿'Mione? - murmuro Harry confundido, alzando la mirada sin comprender del todo que hacía ella allí.

La lógica que le explicaba que había pasado toda la noche en la borda no llegaba a él, no con el ruido que aun estaba en lo profundo de su cabeza, un montón de susurros que no sonaban como más que interferencia de algún televisor roto, sin embargo, él entendía lo que decían esas palabras repetidas una y otra vez.

- ¿Estas bien? No me escuchabas, te vez... perdido -dijo ella en voz baja, su rostro lleno de preocupación evidente, Harry la miro a los ojos antes de suspirar, quedarse congelado no le servía de nada.

- Son días difíciles 'Mione, solo eso -suspiro Harry agotado, había pasado toda la noche sin dormir, ni siquiera recordaba en que momento regreso.

- Por supuesto, siempre te pones algo melancólico cuando se acaba el año, te gusta mucho Hogwarts como para querer irte -Asintió ella, nerviosa y distraída, una pequeña sonrisa alejada que no llegaba a sus ojos.

A pesar de sus esfuerzos, se le notaba cansada, preocupada y estresada; ella intentaba actuar con normalidad, pero eso no hacia nada por los temblores y la piel levemente pálida, él, sin embargo, sabia que no había nada que hacer más que dejarla fingir.

Ella le extendió su ropa para que se cambiara, mirando aun en otra dirección, y él la tomo dudoso; eso significaba que podía regresar a sus habitaciones, sin embargo la miro confundido ¿Madame Pomfrey realmente le había dado permiso?

Conociendo a la enfermera, y eso que él si la conocía por sus variadas visitas, simplemente no sonaba creíble.

- Ella... - intento hablar Hermione con dificultad -Madame Pomfrey cree que deberías estar con tus amigos, las clases terminaran pronto y... te veías igual de perdido esta mañana, supuso que necesitabas compañía -dijo ella con un tono tembloroso, aun sin mirarle.

Él asintió y tomo la ropa, dirigiéndose a un lugar privado para cambiarse, parecía que Hermione quería ignorar el elefante en la habitación, pero no la culpaba, además, si madame le dejaba ir, es por que lo necesitaba de algún modo.

Aun tenia dudas sobre eso, 'Mione y Ron no sabían como reaccionar al cambio, el señor tenebroso había regresado, Cedric Diggory había muerto y pronto estallaría la guerra, así que ellos intentarían tomar las cosas normales y, como resultado, apartarse un poco de él, quien no iba a mentirse a si mismo, pues eso no le ayudaría en nada al final.

A pesar de saber eso, de lo solo que serían los próximos días y la futura presión que crecería en su pecho, no le dijo nada a la enfermera cuando se fue, reconociendo la mirada en su espalda llena de duda y preocupación, era obvio que ella no quería dejarlo ir, pero debió verse muy mal en la noche y parte de la mañana para que ella tomara esa decisión.

Supuso que no era algo malo, si no más bien una oportunidad para hacer otra cosa, ya estaba acostumbrado hasta cierto punto de tanto odio y atención, no se lamentaría demasiado; por ahora, mientras se encerraba en su habitación, les permitiría a sus amigos alejarse un poco y pensar, y también se alejaría de todos los demás que querían preguntar o juzgarlo.

En ese tiempo tal vez podía hacer algo productivo, como leer e investigar, tal vez intentar hechizar su bolso y su baúl para antes de regresar con los Dursley, y ahorrarse un par de problemas.

Y sobre todo, encontrar una solución, antes de que fuera demasiado tarde...

Al menos ya tenia un par de ideas sobre que hacer...

El sonido de pasos apresurados, conversaciones alegres y pasillos animados tomo al castillo como siempre; a pesar de tener un aura de preocupación en el fondo, los estudiantes aun se encontraban entusiasmados por el final del año escolar, el regre...

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El sonido de pasos apresurados, conversaciones alegres y pasillos animados tomo al castillo como siempre; a pesar de tener un aura de preocupación en el fondo, los estudiantes aun se encontraban entusiasmados por el final del año escolar, el regreso con sus familias y largas vacaciones.

Ignorando el destino acechante, se despidieron y abrazaron y pronto las multitudes caminaron directamente al hermoso y conocido tren, que los llevaría de regreso a casa.

El ruido, el eco y la gran cantidad de tunicas era un espectáculo común para el primer y último día de clase, y en una menor cantidad antes de y después de las vacaciones invernales; era una de las pocas cosas que no había cambiado demasiado, y el entusiasmo infantil aún era notorio en toda la extensión de gente.

Era parte del caos normal de la escuela, y había incluso cierto alivio de que las risas y correteadas continuarían igual...

Mientras las felices sonrisas y el tumulto de gente se dirigía fijamente a la gran locomotora de rojo escarlata, bajo la mirada de nadie, un estudiante de un grupo fue retenido y alejado de los distraídos y contentos alumnos, un segundo fugaz.

Casi como si hubiera desaparecido, se esfumo, y nadie noto su ausencia ni se molesto en buscar.

Se podía escuchar a algunos profesores hablar de fondo y los baules rodar y sonar peligrosamente; entre tantas personas, todo lo ocurrido fue un hecho invisible que nadie llegó a ver.

No hubo ruido o escandalo, solo una sombra que tomaba por sorpresa al chico en cuestión, antes de que un simple pañuelo blanco se posara en su rostro y, entonces, cayera en desmayo, perdiendo toda conexión con la realidad, y sobre todo, ignorante de quien lo secuestraba.

No ubo ser consiente que llegara a notarlo, y menos quien fuera a detenerlo, toda evidencia desapareció.

Harry atravesó el tumulto de diferentes colores, jovenes con baúles y mascotas con prisa y emoción, sin embargo, poco y escaso comparado a las primeras horas, donde la gente corría en busca de un asiento, como si al llegar más rápido el tren fuera a partir antes.

Busco el compartimiento donde le esperaban sus amigos, y después de dejar su equipaje se unió a una partida de ajedrez, riendo como si el futuro fuera lo de siempre, una ilusión con pequeños problemas que se volvía ocasionalmente gris.

Entre tanto desorden y ruido, todo el viaje avanzo con normalidad; incluso Hermione, la más inteligente de su año, o cualquier prefecto que hiciera sus rondas, pasaron por alto algo inusual, y eso era lo que él esperaba, nadie sospechaba, nadie sabia o si quiera lo imaginaba.

Nadie conoció del corazón vivo y latiendo dentro de un simple baúl escolar, del suspiro adormilado dentro de una cobertura de madera, o de la fuerte magia expansiva en su mochila, en donde todo lo guardado se encontraba allí.

La magia era compleja, no había modo alguno de que él la supiera usar o hacer algo de eso.

Nadie más llegaría a saberlo...

Eres mio... me perteneces.Where stories live. Discover now