𝙍𝙚𝙙 𝘼𝙣𝙙 𝙂𝙤𝙡𝙙𝙚𝙣 || 𝘑𝘢𝘪𝘮𝘦 𝘓𝘢𝘯𝘯𝘪𝘴𝘵𝘦𝘳

02

Ha pasado aproximadamente medio año desde que mi madre murió, padre me nombró su heredera al trono de hierro y también exilio a Daemon.

Me encontraba en el consejo del rey, sirviendo las copas de los miembros de este, ya que yo era la copera.

—Ser Ryan fue un buen comandante de la guardia real.—Dijo padre mientras terminaba de servir su copa.

—Llevaba tiempo enfermo. Murió en paz, espero.

—Si majestad, falleció gentilmente durante el sueño.—Contesto el gran Maestre.

—Sus restos son preparados por las hermanas silenciosas.—El comandante sucesor Ser Harold quiere darse prisa para buscar el remplazo de Ser Ryan en la guardia. —Notifico al consejo.

—Majestad, mis lores-Llamo la atención Ser Harold. —La guardia real pronto debe ser restaurada a sus 7 miembros. Con ayuda de la mano he invitado a un número de buenos candidatos a la corte, todos han pasado sus pruebas—Termino de hablar Ser Harold recibiendo un asentimiento del rey como de la mano.

Mientras que Lord Corlys se adentraba a la habitación a paso rápido y decidido.

—Cuatro navíos se han perdido —Reclamó
—El último era de mi estandarte. Los peldaños de piedra se han vuelto una conflagracion. Pero se sientan aquí, titubean con asuntos de la corte

—Si tiene algo que discutir Lord Corlys Quiso hablar la mano

—Quiero saber que se hará, respecto a mis barcos y mis hombres. —lo interrumpió

—La corona lo compensará por su nave y tripulación y dará una ofrenda a los familiares de los hombres.

—Yo no quiero una compensación. Quiero que se tomen los peldaños por la fuerza y que arda el alimenta cangrejos—Pidio Lord Corlys.

—No estoy preparado para empezar una guerra con las ciudades libres. —Le respondió mi padre respecto a sus quejas.

—Estos piratas no son las ciudades libres. Habló ofendido.

—¿Quien cree que los provee de navios y dinero? —Pregunto mi padre

—En toda su historia majestad los 7 reinos nunca han estado en una guerra abierta con las ciudades libres. Si llegara a pasar las perdidas serían incalculables.—opino uno de los lores. Mientras que Lord Corlys se acercaba a el desafiadamente

—¿Que razón tiene el alimenta cangrejos para temernos? Al hermano del rey se le permitió adueñarse de dragonstone y fortificarla de un ejército de sus capas doradas.

Yo prestaba atención a la discusión sobre la que Lord Corlys había dado comienzó.

—Daemon se ha encerrado ahí por más de medio año. Sin una protesta de la corona

—Le advierto Lord Corlys. Un asiento a la mesa del reino no lo convierte en su igual. —Expresó la mano con enfado.

—Yo he actuado Corlys. He enviado a diplomáticos a Pentos y Volantis, para ver si encontramos una causa común. Barcos y hombres están a la espera. Los peldaños de piedra se resolverán a su tiempo.—dijo mi padre con el fin de poder acabar con la discusión.

—Tienes a jinetes de dragones padre -Decidi hablar. Y de pronto toda la atención se poso en mí. —Envianos.

El rey miro incrédulo a su hija. —No es tan simple Rhaenyra.

—Sera una demostración de fuerza.-Conteste segura

—Al menos la princesa tiene un plan -hablo la serpiente marina mirándome.