A pesar de los problemas y desafíos del pasado, su conexión y vitamina era tan fuerte que siempre había amor entre ellos en el futuro. Juntos, aprendieron a superar obstáculos, fortalecerse mutuamente y construir un amor que resistió el paso del tie...
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cartagena de indias, colombia. 7 de enero de 2024. 2:08pm.
— ¡que se agarre cartacho. que llegó el paisa más hermoso!— gritó tatay al salir del avión, ganándose la risa mía, de mis papás y de algunos pasajeros que lo alcanzaron a escuchar.
bajamos del avión y nos dirigimos al interior del aeropuerto internacional rafael núñez, de la ciudad de cartagena, o cómo nosotros le decíamos, cartacho.
el calor y bochorno que hacía en esta ciudad, definitivamente no era a lo que yo estaba acostumbrada, por más que haya venido a esta ciudad más de 10 veces, no me adapto aún, ya que el clima de medellín es muy variado, pero tampoco a estas alturas.
richard se había ido antier para brasil, y llegue a la conclusión que extrañarlo más, no podía, hablábamos en todo momento. el ya se encontraba exactamente en são paulo, retomando entrenamientos estrictos como lo eran siempre. hacíamos llamadas cuando él podía. lo que más me entristecía era el hecho de no saber cuándo podría volver a verlo, yo en un par de semanas retomaría mis clases de noveno semestre, y el, seguiría con sus entrenamientos y partidos por el continente y mundo, tanto en palmeiras como en la selección colombiana, que es un total orgullo para mi y mi familia.
a este punto, eran aproximadamente las 2:35 de la tarde, ya habíamos llegado al hotel, llamado ocean pavillon. estaríamos todos en un mismo cuarto, donde había 1 cama grande, y dos personales, 1 baño con dos lavamanos, ducha con bañera, balcón con vista al mar, y una nevera pequeña la cual contenía cervezas, gaseosas y un litro de aguardiente, mejor dicho, una maravilla todo.
— la cama grande pa' mi.— dijo tatay y extendió sus brazos y piernas para pegar un salto en la cama y caer en ella en forma de estrella. dejándonos ver su culo a través de la pantaloneta que tenía puesta.
yo mire a mis papás con cara pícara, ellos sabiendo lo que iba a hacer próximamente. me acerqué a mi hermano con cuidado y pase mi uña por la mitad de sus nalgas, la saqué rápido. rápidamente puso sus manos allí, donde tuvo una reacción muy rápida, haciendo que mis papás y yo riamos.
— ehhh, que vicio de andar tocándome las nalgas ome.— dijo enojado sentándose en la cama.
— pues bueno, organicémonos, vamos a almorzar... y pal' mar que es lo que más estamos esperando.— dijo mi papá contento y eso comenzamos a hacer.
organice mi ropa en dos cajones, me aplique unos tratamientos en el cabello y desmaquille mi cara, iba a comenzar a desvestirme, pero el tono de llamada de mi celular, me interrumpió.
una sonrisa se dibujó en mis labios cuando vi el dueño de aquella llamada
