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-capítulo treinta y nueve: oficialmente, odontóloga

-capítulo treinta y nueve: oficialmente, odontóloga

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medellín, colombia.
24 de agosto de 2024.
7:41am.

📍universidad ces, sede poblado.

acomode la toga en la parte de mis hombros, acomode el gorro sobre mi cabeza con cuidado de no aplastarme el cabello.

la toga era de color azul oscuro, con una banda mediana, blanca y cruzada que iba desde mi hombro derecho hasta la cintura, tenía estampado el escudo de la universidad.

mire mi reflejo en el espejo del baño femenino, mi cabello estaba totalmente liso con unas ondas en las puntas, me había maquillado con unas sombras no muy oscuras y con un poquito de brillo, me hacían lucir diferente, pero me sentía linda y segura. debajo de la toga tenía un vestido negro largo, con una abertura que estaba más arriba de la rodilla, en la parte de arriba era de tiritas tipo corsette. divino todo.

el día de hoy me estaban acompañando mis papás, mis abuelos tanto paternos como maternos, y obviamente tatay.

luego de terminar de retocarme bien, tanto el maquillaje, peinado y vestido, me dispongo a salir del baño para reunirme con mis otros compañeros de carrera.

— eavemaria, eso es uno ser muy lindo a lo bien.— me miro juan david de arriba abajo.

nos reímos los que estaban allí, apenas llegue, carolina me agarro de la mano y me hizo dar una vuelta.

— muchas gracias, nea todos estamos muy lindos. — agradecí y admití.

— de buena. casi que no me gradúo de esta caer chimba universidad.— se quejo sebastian.

— y vos estuviste de buenas, le aceptaron que se adelantara de semestre, solo estudio 4 años y medio, de 5 que debía, tramposa.— molesto david.

— ser buena estudiante tiene su recompensa papi.— hablé fingiendo egocentrismo y me reí junto a ellos.

— jóvenes. posiciones. en 5 minutos hay que estar en el auditorio.— hablo la coordinadora y todos nos colocamos en filita.

{...}

— maría camila torres buitrago.— el rector de la universidad llamó mi nombre y me levante de mi silla con emoción. recibiendo los aplausos de las personas.

la sonrisa en mi cara esa imposible de borrar.

— ¡esa es mi hermana hijueputa!— grito tatay, ganándose la risa de las personas, y yo, poniéndome roja de la vergüenza mientras caminaba.

mire en dirección a mi familia y ahí estaba, mi mamá regañando a tatay y él riéndose.

le di la mano a las personas destacadas de la universidad que estaban allí y me acerqué al rector. quien obtenía mi diploma en las manos.

vitamina; richard ríos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora