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POV OMNISCIENTE.

-No puede ser cierto-. Dijo Emma mirando su teléfono. -Cleo nos acaba de plantar, dijo que está bien lejos con Lewis-. Protestó.

-¿Qué tan lejos?- Preguntó Rikki intentando ver la pantalla del celular de la rubia, quién la miró mal guardando el aparato al instante.

-Pues lo suficiente como para saber que nuestros planes no le importaron, otra vez-. Siguió Emma, sentándose en los escalones de la entrada. -Estos plantones se le están volviendo rutinarios, no es agradable-.

-Tranquila, Emma, Cleo está... ya sabes... con esa cosa rara en el estómago-. Dijo con desagrado Rikki.

-¿Te refieres a "enamorada", o a una tonta gastroenteritis?- Preguntó sarcástica la de cabello lacio mientras rodaba los ojos. -Y sé que lo está, pero no es correcto plantar a la gente, y menos a mí hablando contigo-. Se levantó de su lugar, quería irse.

Rikki y Emma tenían una relación complicada, a Emma no le caía bien porque Rikki era todo lo opuesto a ella.

-Aguarda un momento-. La detuvo de la muñeca la de cabello ondulado mientras miraba el Bar de Zane. -Ellos harán una fiesta, no vendrá mal-. Señaló con una mano. Emma se separó del contacto de Rikki apenas lo sintió.

-¿Por qué querría participar en una fiesta con Zane y sus amigos? No me agradan-.

-Porque estará Asher-. Dijo Rikki juguetona, sacudiéndola de los hombros al observar como pasaba delante suyo con una bandeja y dos jugos de naranja.

-Ya suéltamee-. Se quejó. -Además, ¿qué sabes tú sobre él?-.

-Sé muchas cosas, Emma-. Dijo dándole la espalda a la chica, yéndose con una sonrisa apretada.

-No me forzarás a ir contigo-. Emma comenzaba a ponerse nerviosa ya que estaba oscureciendo.

-Puedes quedarte en la puerta de Cleo a dormir y despertarte con el dulce aroma de la carnada de Lewis en una cubeta-. A la de cabello lacio se le revolvió todo el estómago y corrió al lado de Rikki.

-Lo haré pero no porque me lo pidas-. Respondió seria.

Ambas caminaron bastante separadas la una de la otra al bar de Zane. La música resonaba bien alto, y el olor a frutas y a alcohol invadía suavemente el ambiente. El joven dueño tenía una piña con jugo y hielos dentro, al igual que varios sorbetes con mini banderas. Él se acercó a Rikki con una sonrisa ganadora. Ella se animó y bebió un sorbo, al principio quiso escupirlo pero se aguantó y se lo tragó, sintiendo como la acidez de lo que sea que estaba bebiendo le dañara la garganta.

Emma rodó los ojos y fue en busca de su querido Asher, quién estaba detrás de la barra besándose con una muchacha castaña. Auch. Buscó a Rikki con el ceño fruncido, ella se estaba sirviendo ponche en un vaso de plástico con mezclas de varias bebidas en el. Emma se lo arrebató y bebió hasta el fondo mientras miraba al chico que le rompió el corazón.

Siguieron tomando, parecían entenderse. Apenas cerró el bar, de la mano y sin mucho equilibrio fueron a la playa entre risas y varios tropezones. Comenzaron a transpirar y los mareos ya eran algo molestos, aunque su cansancio y su borrachera hacía que encontraran todo gracioso. Al llegar a las orillas del mar se quitaron la ropa, solo para quedar en bikini. El frío se sintió en sus pies descalzos, pero eso no las hizo reaccionar. El sol estaba asomándose y eso daba cierta calidez. Se sentaron el la arena mirando las pequeñas olas.

—Juguemos verdad o reto—. Propuso Rikki entre risas y moviendo sus brazos quisquillosamente, sentía que tenía insectos, aunque solo era por las puntas abiertas y desprolijas de su cabello.

—¡Yo empiezo!— Gritó Emma levantando su brazo,  escupiendo los restos de alcohol que llevaba en sus comisuras. Luego se rió frenéticamente del hecho, no controlaba el volumen de su voz.

—¿¡Verdad o reto?!—. Vociferó Chadwick agarrando arena y arrojándola sin éxito al mar.

—¡Verdad!— Vociferó aún más fuerte Emma, muerta de risa.

—¡Del uno al diez, que tan bien besa Asher!— Preguntó Rikki entre carcajadas, aunque luego comenzó a ahogarse.

—¡Cero, cerito, cerote. Él no me besó, besó a otra!— Rikki y Emma estaban tan borrachas que incluso se rieron de esa situación, en otro momento, se hubiesen puesto serias.

Chadwick se acercó a Gilbert intentando darle un suave golpe en el hombro de consuelo, pero solo hizo que esta casi se caiga para atrás. Emma entre risas quiso vengarse, y empujó a Rikki hacia atrás, solo que esta realmente golpeó toda su espalda contra la arena, y Gilbert quedó encima suyo.

Se rieron un buen rato, hasta que Emma sintió que Rikki hacía rato tenía la mano en su espalda baja, y por alguna razón, no quiso detener ese momento. Ambas tomaron aire, ya les dolía el abdomen de tanto reírse.

Ahora sí todo era silencio, se veían medio borrosas entre ellas, el efecto de la borrachera ya estaba cesando. El sonido de las olas era pacífico, hacía mucho no disfrutaban de la playa vacía. Se miraron con nervios, complicidad, alcohol de por medio. Sus perfumen se combinaban exóticamente. Emma seguía sobre el tronco de Rikki y no parecía moverse, a ninguna parecía importarle.

—Emm, me estás apuñalando con tus codos—. Carcajeó Chadwick. Emma se miró y rió.

—Lo siento, Rikki, ¡no me dí cuenta!— Respondió entre risas sacando el codo del contacto de la de cabello ondulado, haciendo que se peguen más fuerte.

Sus rostros quedaron casi pegados, podían sentir el aroma frutal que emanaban sus labios. Era inevitable no sentir nada, sus rostros incontrolablemente se atraían entre ellos. Sus frentes se tocaron suavemente, seguían algo transpiradas.
Sus labios estaban rojos y parecían caramelizados, ambas llevaban una sonrisa juguetona y borracha. Un milímetro más y ya lo harían. Sus ojos comenzaban a molestar, y los cerraron a la vez.

Un delicado movimiento hizo que sus labios se tocasen, y finalmente pasó. El sabor frutal y algo frío empezó a colarse en la boca de ambas, pero a la vez, una calidez y suavidad que nunca habían sentido antes se apoderó del beso. Era un beso tierno y torpe ya que no estaban en sus cabales. Al terminar, se miraron sorprendidas, ¿qué habían hecho?

Sus respiraciones estaban algo cortadas, muy poco. Emma y Rikki se separaron el instante, alejándose la una de la otra confundidas, extrañadas y en blanco.

Rikki se fue casi corriendo, y Emma lo mismo, ambas por distintos caminos, tocando sus labios disimuladamente pensando qué es lo que había ocurrido.

Definitivamente no volverían a hacerlo.

"Verdad o Reto". (Rikki & Emma ship).Where stories live. Discover now