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POV OMNISCIENTE.

Emma y Rikki no dejaron de pensar en aquel escandaloso beso. Se sentían extrañas, confundidas consigo mismas y para con el resto de la gente. ¿Qué tal si alguien las había visto, algún guardavidas, algún niño jugando a las escondidas, alguna madre estricta y prejuiciosa...? El miedo las invadió por completo.

Como sea, Cleo había vuelto de su cita con Lewis muy tarde, el rubio iba caminando a su lado, entrelazados por las manos, ya cansados y con apetito. Lewis dejó en el suelo la cubeta con la carnada para pescar y besó a Cleo en la frente dulcemente para luego acariciar su cabello rizado, ese que tanto adoraba. A veces discutían cuando hablaban de que ella quería plancharse el cabello y que sea lacio. Él no quería, sentía que los rizos eran parte de Cleo, al igual que su linda sonrisa y mejillas regordetas.

—¿Tu padre duerme?— Preguntó él mirando a todos los costados.

—Seguramente—. Dijo tímida.

—¿Y tu hermana?— Volvió a preguntar, acercando sus manos lentamente al rostro de Cleo.

—En una pijamada—. Sonrió.

—Perfect...— No terminó la frase que sus labios ya se unían en un dulce beso. Cleo y Lewis eran muy reservados con su relación, y mucho más si estaba el padre de la chica cerca.

—Ya deberías irte, es tarde—. Susurró Sertori acariciando el despeinado cabello de su novio. Él asintió con una sonrisa de bobo enamorado y se marchó.

Cleo se mordió el labio, se sentía en un cuento de hadas con Lewis. Hizo dos pasos hacia su puerta, y en uno de ellos sintió que rompió algo en el suelo. Una pulsera.

—No...— Se agachó a examinar el objeto. No era suyo, y mucho menos de Kim. Pensó más detenidamente. —¿De Rikki...? ¿Qué hace a...? Las chicas—. Exclamó preocupada, estampándose la cara contra la mano. —Dios mío, van a matarme—.  Se levantó rápidamente, abrió la puerta sigilosamente y corrió a su habitación en silencio.

Se tiró a la cama buscando su teléfono. Debía al menos llamarlas y disculparse por el plantón, y de paso poder devolverle la pulsera a Chadwick y así recuperar el tiempo que les hizo perder a ambas.

Rikki no contestó. Llamó a Emma. Tampoco contestó.

—Dios mío, en verdad me odian—. Se frustró Cleo.

...

Al día siguiente, y sin energía por trasnochar toda la madrugada arreglando la pulsera, Cleo ingresó al colegio. Examinó con la mirada a ver si encontraba a sus amigas. Bingo.
Rikki estaba entrando al establecimiento por la segunda puerta.

Cleo corrió hacia ella.

—Por favor dime que no me odias—. Pidió Sertori tomándola por los hombros. Rikki frunció el ceño confundida, abriendo bien los ojos, para luego soltar una sonrisa.

—¿Estás bien, chica? Parece que no duermes desde el día que te parieron—. Bromeó, caminando hacia su casillero con la mochila al hombro.

—Pisé tu pulsera por accidente—. Confesó como si fuera lo más grave del mundo. —Estaba tirada en la puerta de mi casa, y me dí cuenta que las volví a plantar, a tí y a Emma—. Bajó la cabeza. —El lado bueno es que pude arreglarla—. Le entregó el accesorio. ­­­--En serio lo lamento, no sé porque todo se me olvida con Lewis--.

—Porque es tu novio, Cleo. Estás...-- Su estómago se revolvió un poco, le causaba cierto asco decirlo.

--¿Tanto te disgusta la idea de estar enamorada?-- Cruzó los brazos Sertori mientras se reía.

Rikki iba a contestar pero Zane llegó a escena. Llevaba una camisa negra y unos jeans color crema. También llevaba su mochila al hombro.

--Ayer te fuiste bien rápido de la fiesta, creí que nos estábamos divirtiendo--. Dijo el chico observando a Rikki con una ligera sonrisa, ignorando por completo a Cleo.

--Oh, supongo que esta es la señal para irme--. Dijo Sertori al aire, para luego marcharse. Zane se acercó más a la rubia, quien se dio media vuelta para guardar algunos libros.

--¿Y qué es lo que piensas? ¿Te gustó mi fiesta?-- Chadwick apretó sus labios para darle más suspenso a la respuesta, esa que el chico esperaba con ansias. Rikki resopló.

--¿Cómo lograste entrar? No eres un estudiante aquí--. Preguntó la de ojos claros.

--Tengo trucos, además, estuve practicando para más tarde--. La miró con complicidad. --Anda, mírame y responde. La apuesta sigue en pie, Rikki--. Sonrió.

--Detesto admitirlo pero sí, tu fiesta fue cool--. Sonrió la chica, él hizo lo mismo feliz.

--Supongo que gané la apuesta, y deberás cumplir con tu parte de dejarme ser tu cita en el Baile de la Escuela--. Se relamió los labios disimuladamente. Zane estaba muy contento.

--Supongo que sí--. Sonrió Chadwick. Ambos estaban muy cerca. La campana sonó e hizo que se despeguen del susto. El chico rió sacudiendo la cabeza.

--Pasaré por tí a las siete. Ponte bonita, Rikki--. Sonrió el pelinegro para luego saludarla con la mano e irse.

...

Cleo al irse de allí fue a la cafetería a comer un sándwich. Vio a Emma, quien la miró seria y luego cruzó sus brazos. Sertori rezó por su vida y fue con ella, dispuesta a sentirse regañada, como si Emma fuese su madre.

--Me debiste haber dicho que trabajas de jardinera, Cleo. Ya es la tercera vez que me plantas--. Protestó la rubia apenas Cleo se sentó en frente suyo.

--En verdad lo siento, Em. Es más, vengo de ver a Rikki, me acabo de disculpar con ella--.

--¿Ah, sí? ¿Y qué te dijo?-- Levantó una ceja.

--No mucho, justo apareció el tonto de Zane y se quedó con él—.

Emma tragó en seco y asintió lentamente con la cabeza, mirando hacia otro lado. Cleo frunció el ceño.

—¿Pasa algo?— Preguntó la de cabello rizado.

—Sí. Hablar de Rikki me descompone, y de Zane aún más—. Respondió franca.

—Sigo sin entender porque no te agrada Rikki. Pensé que, al ser mis amigas, harían esfuerzo para llevarse bien—.

—Lo intenté, Cleo, pero ella y yo somos como agua y aceite. Jamás saldrá bien. Prefiero ser tu amiga y fin. Sin noticias de Rikki... nunca—.

—¿Estás pidiendo que expulse a Rikki de nuestro grupo?—

...

"Verdad o Reto". (Rikki & Emma ship).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora