One shots [HUALIAN]

Primer amor

Au moderno
Omegaverse
Personajes adolescentes.

No contiene spoilers
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Todo aparentaba que sería lo mismo de siempre, Hua Cheng siendo un matón que atemorizaba con el solo hecho de ser nombrado ¿y como no? Después de todo era un alfa respetado por todo su instituto, o así era hasta que se topó con cierto pelicafe que cambiaría su vida.
Habían chocado y caído en un pasillo de camino a un salón, y el chico en vez de demostrar miedo, sonrió disculpándose antes de ayudarlo a levantarse. Desde ese día parecían encontrarse sin falta cada día, se sintió extraño cuando lo siguió de lejos para saber un poco más de él y poder tener una conversación algún día.

—Mi nombre es Xie Lian, un gusto en conocerte — Hua Cheng sonrió inconscientemente al saber el nombre del chico —Creo el destino nos hace encontrarnos a menudo ¿Cuál es tu nombre? —

Hua Cheng mantuvo su mirada, pero por dentro, estaba teniendo un ataque de nervios —Hua Cheng— mantuvo una voz desinteresada al sentir la mirada de los demás estudiantes sobre ellos. —Creo que tenemos algunas clases juntos—

—Deberíamos hablar más seguido, si quieres podemos sentarnos juntos algún día y- —fue interrumpido por la voz de dos jóvenes gritando —¡¿Dónde estabas?! ¡Íbamos a estudiar para el examen, vamos!— y antes de siquiera poder responder fue arrastrado, Xie Lian fue arrastrado por ambos jóvenes hasta que desapareció de su vista.

Hua Cheng no supo cómo sentirse, por un lado, sentía una extraña sensación en su estómago, una mezcla de nervios y felicidad, por el otro, la ira comenzó a invadirlo ¿cómo se atrevían a interrumpir su conversación? Algo era seguro ¡les haría sufrir un destino peor que la muerte!

Ya habían pasado dos días, y Hua Cheng no podía estar más nervioso, desde la pequeña conversación que tuvo con el chico de ojos amarillos algo estaba mal con el, en sus palabras.
Hua Cheng sabía que era atractivo para las estudiantes de su establecimiento, aunque no sabía el porqué. Primero pensó que era por su ojo rojo, luego pensó que las mujeres se sentían atraídas por su apariencia, un joven del tez pálida y pelo negro rebelde, que solía romper "ligeramente" el reglamento de vestimenta, yendo a clases con los aros plateados que más resaltaban, para el, junto con su preciada colección de anillos y collares del mismo color.
Normalmente algunas betas y omegas lo solían esperar fuera del colegio para declararse y pedir una oportunidad, aunque Hua Cheng solía ser un poco cruel al momento de rechazarlas.

Este chico era diferente, el pelinegro simplemente no podía permitirse sacarlo de su vista, al contrario, quería permanecer todo el tiempo junto a él, quería pasar el resto de su vida con el, así que formó todo un plan para poder intentar ser su amigo.

Cabe decir que tiro todo fue un desastre al momento de llegar al salón y ver al culpable de sus sentimientos nuevos sentado, y al ver el asiento vacío a su lado.
Intento hacerse el desinteresado pero Xie Lian parecía ser bastante perspicaz.
Cuando su mirada se encontró con la de él de ojos amarillos, Xie Lian sonrió y lo saludó con la mano. Sin pensarlo dos veces, fue rápidamente al lado del de pelo café y se sentó a su lado.
—Hola— saludó de la manera más torpe que se le pudo ocurrir, pero se culparía de eso más tarde —¿No hay problema en que me siente aquí?—
—Buenos días, Hua Cheng— devolvió el saludo con una sonrisa —Claro que no hay problema, podríamos conocernos mejor en lo que llega el profesor—
—San Lang está bien, si vamos a ser amigos no deberíamos tratarnos con tanta formalidad— bromeó tratando de minimizar sus nervios. —Creo que es mayor que yo ¿le molesta que le diga Gege?— casi se arrepiente de la notoria contradicción en sus palabras, pero al escuchar la risa del contrario, se permitió no recriminarse mentalmente.
—No me molesta, pero no me trates de usted— El de ojos color miel agarró su mochila y pareció buscar algo —Si quieres puedes anotar tu número de teléfono, así hablamos cuando no estemos en clases— Hua Cheng juraría que estaba a punto de desmayarse cuando el contrario le pasó su teléfono.

Así comenzó para Hua Cheng lo que sería el descubrimiento de nuevos sentimientos que lo volvían loco y le hacían sentir tonto en ciertos momentos. Ya habían pasado tres meses desde su primer acercamiento y se habían hecho prácticamente inseparables. En un principio, Xie Lian parecía ser tímido y torpe, pero resultó ser todo lo contrario, era una persona inteligente, amable y fuerte. Hua Cheng, en cambio, una persona atrevida, traviesa y según algunas personas, cruel.
Un sentimiento desconocido había crecido en ambos en esos tres meses, uno que ambos sabían, pero por alguna razón ignoraban.

Ahora mismo ambos estaban en casa de Hua Cheng, les habían dejado una tarea de artes en pareja y habían acordado hacerla esa tarde en la casa del menor.
—¿Ya está listo?— preguntó Hua Cheng, se le había ocurrido posar parado para que su Gege lo dibujara, pero ya comenzaba a acalambrarse por el tiempo de espera.
—Me falta poco— el pelo café parecía demasiado concentrado en su dibujo —pero creo que es un completo desastre, ya déjalo— confesó mostrándole el dibujo.
—No está mal— Hua Cheng se dejó caer en el sofá al lado de Xie Lian mientras miraba el dibujo —Pero si a Gege no le gusta, puede decir que es abstracto—
—¡No te burles!— golpeó suavemente su hombro a modo de reto —me esforcé en hacerlo pero creo que el arte no es lo mío—
—¡Es muy bueno, de verdad!— se defendió riendo
—Mientes—
—No encontrarás a nadie más sincero que yo, créeme— intentó pararse pero su pierna estaba adormecida, por lo que perdió el equilibrio y cayó encima del de pelo café.
Se miraron fijamente, a los pocos segundos las mejillas de ambos empezaron a tornarse de color rojo, un silencio se apoderó del ambiente.
Ninguno de los dos parecía poder dar el primer paso, Xie Lian guió sus manos a la cara del contrario.
—G-Gege... yo...— intentó levantarse pero fue jalado de vuelta.
En un golpe de valor, Xie Lian junto sus labios en un beso y tan rápido como sucedió se separó.
—S-San Lang...— pareció que la vergüenza los atacó a ambos —y-yo... tengo un poco de hambre...— cambió rápidamente de tema, sacando una carcajada por parte del de ojos bicolor.
—Gege, seamos novios—

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¿Continuará?

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