Capítulo 21

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Jeff

Después de haber dejado a Ayla en su departamento regresé al mío, sabía que ella saldría con ese chico llamado Chris, ya había investigado acerca de él porque no quería que le sucediera algo a Ayla por enamorarse de un chico, pero hasta eso todo estaba bien, un poco mujeriego el chico dorado, pero no me supera en lo absoluto.

Mi habitación se veía vacía sin su presencia, no puedo creer que la primera chica que entra en mi habitación deje su esencia por todos lados, recordaba la primera vez que estuvo aquí apuntándome con la navaja suiza que tengo en el cajón cuando la traje después de que se desmayara en la fiesta de Travis o todas las veces que lo hemos hecho en mi habitación porque la mayoría de las veces habían sido aquí, era como una especie de maldición de la cual no puedes escapar, aunque lo intentes cientos de veces, simplemente la veía en todos lados.

Estaba mal pensando en ella todo el tiempo, me fui a dar una ducha para relajarme dejando caer el agua por mis hombros y relajar la tensión que me tenía al borde del asiento cuando la vi bailando con ese chico, bueno ella bailaba mientras él observaba lo que había sido mío, odiaba estar todo el día pensando en Ayla, pero es que hay algo en ella que me tiene loco de remate.

Tengo miedo de esto que estoy sintiendo por ella.

Pero es que todo empeora con ese chico interponiéndose entre nosotros, dejaré el tema en paz de una vez por todas.

Comencé a pasar el jabón por mi cuerpo, era extraño que sintiera sus caricias como si hace un momento ella las estuviera haciendo con sus pequeñas manos que trataban de hacer fuerza cuando estaba a punto de tener un orgasmo.

Salí de la ducha con una toalla alrededor de la cintura, mi computadora de la oficina estaba sonando en modo rastreo, no lo tenía activado que yo recordara, pero fui a revisar por si las dudas, no quería sorpresas en este momento.

Caminé hacia mi oficina para ver que el Audi R8 que le había prestado a Ayla estaba en camino a la playa, así que su cita sería por Pacific Park.

Esto no me lo perdería por nada en el mundo.

Corrí de regreso a la habitación principal para ponerme un bóxer, mi pantalón negro, una camiseta sin mangas negra, una sudadera negra, unos tenis negros, puse mi cabello bajo una gorra negra y busqué mis lentes de sol negro.

Salí de mi departamento activando la seguridad para que nadie entrara, ya no me tomaría a la ligera mi seguridad y la de Ayla.

Me subí en la camioneta para encaminarme a donde se dirigía Ayla siguiéndola con el GPS instalando en el auto que la había prestado.

Aparqué la camioneta un piso arriba de donde Ayla había dejado mi Audi para evitar encontrarme con ella y supiera que la estaba siguiendo, le pagué 100 dólares al encargado de seguridad del estacionamiento para que cuidara el Audi, no quería que le sucediera nada a mi auto.

Salí en dirección a la plaza donde pude visualizar a lo lejos a Ayla que no podía caminar rápido por los tacones que estaba usando, ¿A quién se le ocurre ir vestida de ese modo para salir con un chico?

Todos se le quedaban viendo a su exuberante trasero, era inevitable no verlo y con ese vestido tan pegado me estaba matando por no regresarla a mi departamento y hacérselo hasta que ya no pudiera más.

El chico Chris la esperaba afuera de una heladería, me senté en una banca cruzando el andador a fumar, ella se veía muy feliz cuando estaba con él, tenía una gran sonrisa y estaba seguro de que sus ojos brillaban cuando lo veía.

Caminaron un rato antes de meterse a un restaurante, el tipo quería impresionarla, como estaban sentados junto a la ventana que daba hacia la calle, tenía que ser muy discreto para que no me vieran por lo que trataba de no estar afuera todo el tiempo, me daba mis vueltas pensando en que no Ayla debería estar con él, tenía tantas ganas de romperle esa cara que ella admiraba como si en verdad fuera tan guapo como ella piensa.

Miedo de estar soloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora