Conviviendo con una atractiva CEO después del divorcio

Capítulo 43

—Simón miró alrededor de las cuatro mesas y vio que todos en sus rostros mostraban desprecio, como si él ya fuera un hombre muerto.

Luego, su mirada se posó en Jorge y dijo lentamente:

—Ya puedes liberar energía verdadera, en el camino de las artes marciales, has progresado un poco.

—¡Qué arrogancia —exclamó Casimiro mientras se levantaba de repente y apuntaba a Simón. —Energía verdadera, según tus palabras, es solo un progreso menor. ¿En qué nivel te encuentras?

—¿Yo? —Simón sacudió la cabeza—.Tampoco estoy muy seguro.

En ese momento, Teodoro intervino:

—Hijo, no hace falta hablar más con él. Un puñetazo lo enviará al otro mundo.

Jorge resopló fríamente y se acercó lentamente a Simón.

Simón frunció el ceño y dijo:

—Jorge, escucha mi consejo, no te arriesgues demasiado.

—Presumido —rugió Jorge, y los demás también estaban furiosos.

En esta situación, se atrevía a hablar con tanta insolencia. No los tenía en cuenta en absoluto, era una actitud verdaderamente arrogante.

En un instante, los insultos hacia Simón resonaron en la plaza.

Mientras tanto, Jorge se quedó frente a Simón y dijo con voz grave:

—Si puedes matar a Arturo, supongo que también sabes cómo pelear. Demuestra tus habilidades.

—Temo que si lo hago, no tendrás oportunidad —respondió Simón con calma.

Al escuchar esto, Jorge estalló en una carcajada y luego gritó:

—Chico, en Valivaria, e incluso en toda la Provincia de San Rafael, nadie se ha atrevido a hablarme así como tú.

—¿Y ahora lo has encontrado? — respondió Simón imperturbable.

Al escuchar estas palabras, Jorge no pudo contener su rabia y gritó:

—¡Malnacido, te enfrentarás a tu muerte!

Mientras hablaba, Jorge lanzó un puñetazo acompañado por el sonido del viento y el trueno, directamente hacia la cara de Simón.

Dada la habilidad de Jorge en liberar energía verdadera, todos habían presenciado la formidable fuerza de este puñetazo momentos antes.

Nadie creía que Simón pudiera resistir este golpe.

En la mente de todos, este puñetazo de Jorge ya había dictado la muerte de Simón.

Simón suspiró y con su dedo apuntó hacia adelante como si fuera una espada, ligeramente tocando el puño de Jorge en su camino, sin avanzar más.

Jorge quedó perplejo, mientras que los miembros de las tres grande familias se sorprendieron, sin entender lo que estaba ocurriendo.

Sin embargo en ese momento, una poderosa e irresistible fuerza emanó del dedo de Simón y se precipitó desde el puño de Jorge hacia su propio cuerpo.

Jorge gritó furiosamente, escupiendo sangre y siendo arrojado por una inmensa fuerza.

La multitud quedó atónita y estallaron exclamaciones de sorpresa.

Gonzalo, lleno de shock y furia, corrió hacia su hijo y lo abrazó, siendo también arrastrado hacia atrás por esta fuerza antes de que finalmente pudiera detenerse.

Jorge estaba pálido y ya había perdido el conocimiento, Gonzalo, enfurecido y sorprendido, miró a Simón y gritó:

—Maldito mocoso, te atreviste a herir a mi hijo.

Los miembros de las familias Fernández y López se miraron mutuamente en este momento, sin atreverse a decir una palabra.

La derrota de Jorge de un solo movimiento era una gran humillación para la familia Aguilar. Gonzalo originalmente quería preservar su honor, pero ahora se encontraba en una situación comprometida. ¿Podría soportar esta afrenta?

Pero Simón simplemente respondió con calma:

—¿Es qué sólo ustedes tienen permiso para herir a otros? Es una verdadera broma.

—En ese momento, Joaquín corrió hacia ellos, y Gonzalo entregó a Jorge a Joaquín antes de enfrentarse a simón y dijo:

—Entonces permítame aprender personalmente las habilidades de usted, señor.

Al ver que Gonzalo se enfrentaría personalmente a Simón, la multitud comenzó a retroceder, creando suficiente espacio alrededor.

Gonzalo evidentemente también se dio cuenta de que Simón no era un oponente común y estaba completamente concentrado en la pelea. A medida que se acercaba a Simón, una luz de energía verdadera brillaba en su cuerpo y una poderosa presión comenzó a extenderse.