8- Jovencita (con Stephen Pearcy)

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Cuando mi madre me presentó a Stephen pensé que solo duraría con él meses, como con todos sus otros novios. De hecho, llevaban seis meses saliendo, pero solo me lo presentó una noche que pasó por ella para llevarla a cenar, luego, no lo vi por cuatro meses, pero sabía que continuaban con su relación.
Stephen me pareció un hombre atractivo, eso saltaba a la vista, imposible que pasara desapercibido para cualquier mujer, aunque yo fuera una jovencita que recién empezaba a transitar la adolescencia. Al año, mi madre anunció que se casaría con él. Fue una sorpresa para todos, eso significaba que íbamos a vivir los tres juntos, que no seríamos más ella y yo solas contra todos. Ahora seríamos tres. No me agradaba mucho la idea, pero ella mandaba en casa.
Con Stephen hablamos muchas veces y siempre me dejó en claro que no buscaba reemplazar a mi padre, que se había divorciado de mi madre cuando yo tenía 8 años de edad y ninguna había vuelto a saber de él; si no que seríamos como amigos, nada más, no iba a imponerme nada, ni a hacer que acate órdenes, ni castigarme, nada de eso, mi madre era la que llevaría las riendas en mi crianza, enseñanza y eso era todo.

Con el pasar de las semanas, Stephen y yo, nos fuimos tomando confianza.Creo que fue un verano en la pileta de mi casa que él se quedó viéndome mientras yo dejaba mi toallón sobre una de las reposeras. Tenía bikini puesto, y cuando vi que su mirada estaba encima de mi, le hice una mueca de burla y me arrojé a la piscina. Al asomar la cabeza en la superficie, seguía viéndome mientras bebía cerveza y vigilaba la carne en la parrilla. No le insinué nada, pero él se reía.

En un principio, eso de la piscina no me pareció nada del otro mundo, pero conforme fueron pasando los meses, percibí cierto cambio en él hacia mi. Se había distanciado, me llevaba al secundario en absoluto silencio cuando antes hablábamos de todo todo el tiempo, estaba más serio, ni siquiera me miraba, me ignoraba por completo, y sentía que eso me dañaba, porque me gustaba su atención y ya no recibirla, era similar al abandono de mi padre.
Una tarde, mi madre salió de compras y yo estaba en la cocina por un poco de agua cuando Stephen entró pero al verme, salió abruptamente. Lo seguí y lo confronté.

—No me lo hagas más difícil —respondió. No entendía nada.—Difícil, ¿que cosa? —pregunté.—Es que... no... —dijo temblando y evitando verme.
Ni siquiera sé porqué lo tomé del rostro y lo hice mirarme. Él me tomó de la cintura, no de mis hombros o de mi muñeca para evitar que lo tocara. Fue rápido pero suave. Su boca tocó la mía demasiadas veces, su lengua jugaba con la mía y yo no hice por alejarme. A pesar de lo sorprendida y asustada, me gustó. Me sujeté a él y no quería soltarlo. Él me abrazó y seguimos besándonos. Al separar nuestros labios respiramos temblorosos.
—No, Jocey, eres una niña. Esto no tiene que ser así. Sé lo que esto significa. Puedo terminar preso y no quiero causarle dolor ni a tu madre ni a ti -se lamentó y yo comencé a llorar mientras asentía.—Si, lo sé. Está bien. O mal... no lo sé. Esto me gustó y no... ya sé que esto es horrible —él secaba mis lagrimas- ¿vas a divorciarte de mi mamá? -pregunté con miedo, miedo a que ella supiera lo que había pasado con Stephen miedo a que sufriera otra vez y la casa fuera un desfile de sus novios.—No es mi idea, pero contigo aquí... es difícil -se oía profundamente lamentado—. Las amo a ambas... pero eres una niña.—Soy una adolescente.—Una que no puede consentir nada con un adulto como yo, Jocey. Yo te besé, yo te toque un poco... no quiero obsesionarme contigo y... no—No que, Stephen? —Pregunte envalentonada y temerosa- no quieres terminar cogiéndome?! Es eso?! -abrió grande sus ojos- No quiero tampoco que eso pase, pero ya sé que sientes por mi —intenté besarlo pero me alejó.—¡Esto no está bien! —su voz contundente sonó entre ambos. Ahora si me sujetaba los antebrazos con fuerza.—Pero me besaste. Y quiero un beso más y lo dejamos para siempre.—Tu madre puede llegar y todo podría terminar en un escándalo, conmigo detenido.
Me fui corriendo hasta mi habitación donde con un grito desgarrador muy bien actuado lo hice llegar asustado. Cerré la puerta de me habitación y me abalance a besarlo. El intentaba separarme de su cuerpo pero yo volvía a sujetarme a él. Sentí sus manos bajar hasta mis glúteos y apretarlos con fuerza, subiendo sus manos por debajo de mi pantalón corto presionándome contra su pelvis y su bulto hinchado. Comenzamos a jadear y él me dejó de golpe. Salió de mi cuarto y se metió al baño. No entendía, hasta que escuché la puerta del frente de casa cerrarse, mi madre había llegado y al verme, preguntó por él.

—En el baño... creo —dije muy tranquila, como si no acabara de pasar nada que pudiera meternos en serios problemas.

Dos años después, festejaba mis añorados 18. Stephen en le había sugerido a mi madre que me anotara en cursos para que estuviera fuera de casa el mayor tiempo posible. Fue como una traición para mi. Al final, consiguió que una de sus amigas me empleara en una de sus tiendas de ropa así que estudiaba y trabajaba. Stephen había logrado alejarme de él más tiempo del debido y yo no había logrado jamás lo que había ocurrido entre nosotros.Una noche, mamá se fue a una fiesta con sus amigas y Stephen contaba con que yo tampoco estuviera en casa, pero nunca salí.Bajé a la cocina por agua y él leía su correo en la sala. Me recosté contra una pared y me quedé viéndolo.

—No me ignores más, Ste —le dije casi suplicando pero él no hizo ni por mirarme.
Mamá se había ido hacía nada de tiempo y si hubiera olvidado algo, habría regresado pero no, eso no pasaba.
Subí a mi habitación y saque de el cajón de uno de mis muebles un conjunto que había comprado y no lo había usado, olía a nuevo. Me lo puse y bajé a la sala directo.

—Stephen, te pedí que no me ignoraras -pero él nada de voltear su mirada.Avancé hasta él y apoyé mi trasero contra la mesa. Cuando por fin me vio, quedó atónito y se alejo de su notebook.
—¿Qué...?—preguntó y me acerque a besarlo.
No puso resistencia ni siquiera me quitó de mala manera cuando me subí a horcajada sobre él y sentí su falo endurecido debajo de su pantalón contra mi sexo.Me abrazó con fuerza. Al romper el beso, me quitó apresurado el sostén y comenzó a lamer y chupar mis senos.
—S...Ste... oh, Stephen, si —dije despacio mientras enredaba mis dedos en su cabello— hazme tuya, quítame la virginidad —pedí.
Él se detuvo y me miró espantado.

—¿Cómo...?, ¿Es que tú...? —asentí.—Me he guardado para tí todos estos años —dije sonriendo—. Espere tanto para que seas el primero -llevé mis manos hacia la cintura de su pantalón e intenté desprenderselo pero él me apartó despacio.—No puedo estar contigo ahora —dijo muy nervioso—. No quiero dejarte este recuerdo para siempre.—Cuando me besaste hace dos años atrás, casi terminas cogiéndome ¿y ahora no quieres hacermelo? —pregunte indignada.—Es que... estoy... confundido. No quiero confundirme más. Estos dos años viéndote sin poder tocarte, me hacían querer abandonar esta casa. Pero no lo hice porque quiero a tu madre y no quería lastimarla. Lo que tu me ofreces ahora es demasiado para que yo lo afronte.—No se lo diré.
—No pasa por si se lo dices o no, Stephen. Estoy enamorado de ti también, no quiero hacerle daño a ninguna —me acarició el rostro y lo besé.

Él volvió a tomar mis pechos con su boca y una de sus manos se aventuró dentro de mi braga haciéndome mojarle los dedos. Al volver a besarme, sentía que solo quería q fuese mío. Pasé noches enteras masturbándome imaginando ese momento y ahora era cuando.Terminamos acostados al lado de la mesa en la sala. Su boca rodó hasta mi entrepierna y sin saber exactamente cuando me quitó la braga, su lengua se movía violenta entre mis pliegues, su lengua se adentraba en mi agujero, los lamia a ambos por igual y sentía que explotaría en cualquier momento.Gemía y pronunciaba su nombre mientras jugaba con su cabello. El apretaba mis muslos y me comía el coño y el culo con lujuria. Sentía que podría correrme con fuerza en cualquier momento, cuando sentí como me tomaba de la cadera y arrodillado, a penas subiéndome sobre sus muslos, empezó a penetrarme despacio, casi que ni lo sentí entrar. El hombre de mi vida haciéndome mujer.El placer era intenso. Él era muy tierno. Sus estocadas al principio fueron lentas pero cuando supo que yo estaba bien, sus movimientos se intensificaron.

—Ste, si... cógeme de tal manera que no te olvide nunca  —pedí.

Él se detuvo y de inmediato hizo que me pusiera en cuatro. Sentí su boca entre mis nalgas y luego, algo realmente duro entrando justo por detrás. Apreté los dientes pero luego elegí relajarme y él con cuidado, entró por completo.Ambos gozamos de una manera que no pensé que ocurriría. Sentir su falo bombeando en mi trasero era algo que no me esperaba que ocurriera, pero me estaba enloqueciendo de placer.Cuando volvió a mi coño, pude sentir todo su cuerpo caliente, su sudor, verlo sonreír mientras me hacía suya. Decía su nombre en su oído, le pedía que continuara, que quería su verga todo lo dura que pudiera ponerla y él reía o cumplía con mis deseos.Salió de mi y me hizo arrodillarme, puso su miembro en mi boca y por primera vez, se la chupaba a alguien. Su semilla comenzó a desbordarme la comisura de los labios mientras el gemía con fuerza y temblaba por el orgasmo. Me llevó al sofá y volvió a darme un oral alucinante hasta hacerme llegar a mi primer clímax, tan intenso, que me tembló el cuerpo y me asusté.Ambos nos duchamos juntos y me refugiaba en su pecho.Cuando estuve vestida en mi habitación se acercó a preguntarme si estaba bien. Le dije que me sentía rara y que no esperaba que ocurriera todo junto en una hora. Él sonrió y me besó.Esa noche dormí feliz, Stephen se había convertido en mi primer hombre en el sexo, aunque yo también estaba enamorada de él.Desde esa noche, incitábamos a mamá a que fuera a fiestas más seguido, que si tenia que viajar por trabajo o lo que fuera, lo hiciera, total, yo ya tenía 18 años y Stephen me cuidaba demasiado bien.


***

Hola, hola!!

Había una lectora hace unos años atrás que me tenía tras perder con que quería una one shot con Stephen Pearcy porque no había nada con él en toda esta plataforma. Jamás dejó dicho como quería que transcurriera la historia, pero, tiempo después la escribí y acá ve la luz.
Ya creo que esa lectora perdió toda esperanza y ni debe utilizar wattpad, pero yo la traigo igual porque fue lo que me salió hace unas semanas. Así que tarde, pero seguro, dicen. Espero que si esa chica llega a leer esto, le haya gustado.
Sé que no es del agrado de muchas que hayan menores en las one shots del tipo que yo escribo, pero en una votación a palabra, la mayoría (unas 12 contra 2) dijeron "tú escribe, nosotras leemos y a quien no le gusten las historias así, que no las lea" yyyy un poco de razón tienen; otras me sugirieron que haga una aclaración al principio de cual era el contenido de la historia para que quienes entraran a leer, si la historia involucraba una menor, no la leyeran, asi que, eso lo aclaré en los posteos al inicio de esta obra, así que... eventualmente implementaré.

XOXO

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⏰ Última actualización: Jan 20 ⏰

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