El tiempo avanza y las heridas siguen abiertas, acompañando el peso del pasado. La tristeza se arrastra en cada paso, envolviendo los recuerdos y sombreando los sueños.
El corazón suspira, anhelando cerrar las grietas y sentir el consuelo de una alma en paz. Pero cerrar implica enfrentar el dolor, mirarlo de frente y dejarlo marchar. Y ese proceso de sanación puede ser un camino tortuoso y solitario.
El ruido de los días perdidos se desvanece lentamente, mientras lágrimas invisibles caen en silencio. Las sonrisas se vuelven frágiles y el abrazo del olvido parece inalcanzable.
La tristeza se enrosca alrededor del corazón, entrelazando sus tentáculos en cada latido. El anhelo de liberarse de la pesadilla consume los pensamientos, pero el miedo a reabrir las heridas esparce una sombra de duda y vacilación.
El proceso de sanación se vuelve una lucha solitaria, en la que el pasado y el presente bailan una danza trágica. Los recuerdos, como fantasmas persistentes, susurran al oído recordando momentos que parecen no tener fin.
Sin embargo, en la tristeza reside también la fuerza para continuar. La cicatrización de las heridas comienza con la aceptación de la propia vulnerabilidad y el coraje para enfrentar las sombras más oscuras.
Cerrar para sanar se transforma en un acto de amor propio, en el que se comienza a reconstruir los pedazos rotos con paciencia y valentía. Se aprende a perdonar, a dejar ir y a encontrar la paz en medio del caos.
El viaje de la sanación puede ser largo, con altibajos y momentos de desesperanza. Pero en el camino, se descubre la resiliencia del espíritu humano y la capacidad de encontrar la belleza incluso en los momentos más oscuros.
El corazón, poco a poco, encuentra la paz. Se cierran las heridas, se desvanece el dolor y se abre la puerta a la esperanza. El proceso de sanar y cerrar se convierte en una historia de crecimiento y transformación, en un testimonio de que, a pesar de la tristeza, siempre hay luz al final del túnel.
YOU ARE READING
LO QUE PIENSO
RandomHi con mucho entusiasmo, les presento mi libro, una obra nacida del corazón de una chica de 16 años que busca cumplir sus sueños a través de las palabras. En estas páginas plasmé mis emociones, mis pensamientos y mis anhelos, con la esperanza de que...
