༒ EPÍLOGO ༒

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| Pov General |

Los días tranquilos y sin preocupaciones habían terminado para todos, LuHan tuvo que hacerse cargo de los negocios de los Xiao, para lo que siempre intentó prepararse a base de libros y extensas conversaciones con su padre sobre lo que debe hacer para llevar a la empresa a la cima. La empresa absorbía la mayoría de su tiempo, era desgastante y hasta cierto punto estresante. Los problemas que tenía que controlar su padre solo, ahora también eran de su incumbencia y una decisión suya valía tanto como una orden hecha por su padre. La verdad es que era bueno en lo que hacía, no era una persona holgazana porque le interesaba mucho el bienestar familiar económico y si tenía que darlo todo de sí para mantener la empresa, lo haría.

Los años pasaron y Oh SeHun el heredero de Oh Corp. se estaba convirtiendo de hecho una persona jodidamente poderosa e influyente. Las personas en su empresa lo veían como un adversario o como alguien de cuidado, LuHan por las noches se podría decir que lo veía como un hombre muy capaz de llevarlo a tocar el cielo en un orgasmo.

Nadie sabía de su relación amorosa, por supuesto. Las familias más cercanas enteradas solo eran la de Oh y Xiao, amigos en común como Wu, su esposa Irene, ahora con apellido Wu, Chanyeol y Baekhyun, eran los únicos con la información. Podían confiar en ellos. Lo cierto es que las cosas fluían de maravilla a pesar de lo desgastante que era ser el único heredero. Cada noche al llegar a su departamento, Oh SeHun ingresaba con la contraseña que solo él sabía, igual de estresado para follarlo con fuerza y así desahogar todo el estrés que tenían que soportar día a día.

Pero las cosas se complicaron después de cinco años de relación, nadie dijo que las relaciones son perfectas y la suya, evidentemente no era la excepción. Se podría decir que Oh no tenía el tiempo o la paciencia para alguien con el temperamento de un Xiao. Era verdad que vivían juntos en el departamento pero las discusiones y reclamos innecesarios se volvieron pan de cada día. Ambos dejaron de tener sexo todos los días, irremediablemente una semana se convirtió en un mes y ese mes en largos meses.

— LuHan. — El recién nombrado revisaba su teléfono mientras SeHun se vestía con la pijama.

— Mañana es el evento en el que estamos invitados los dos. — Interrumpió LuHan.

— De eso pensaba hablarte, solo intenta no pegarte demasiado a mi. Me estresan los rumores.

— Tranquilo, se me da bien últimamente.

Sonrió dolido el rubio mientras bloqueaba su teléfono con aparente aburrimiento, aunque en realidad le estaba doliendo como poco a poco estaba perdiendo el amor del pelinegro. SeHun rechazó muchas veces estar con él en la cama por el cansancio, otras le ignoró en público y los besos, eran cosa del pasado. Se volteó para darle la espalda y cerró los ojos, SeHun mientras tanto suspiró exasperado por la actitud repentina del rubio. No tenía humor para preguntar, así que solo se durmió a su lado sin decir absolutamente nada al respecto.

Al día siguiente ambos tomaron baños por separado, las regaderas quedaban de frente y podían verse a través del cristal. Ambos se miraron discretamente cuando el otro no miraba, pues a pesar de todo no había nadie más que los atrajera físicamente, ambos podían ver la belleza en el otro aunque no se lo dijeran directamente.

En el trabajo ambos eran hielo, los empleados les temían ante las personalidades intimidantes y por eso al llegar a ese evento sus asistentes solo les hablaban cuando era muy necesario. Bebieron una copa, pues debían aparentar que la pasaban bien y cuando desde diferentes extremos del salon pudieron mirarse, Luhan terminó su bebida para huir de su intensa mirada. Al regresar se encontró con su mejor amigo Kris, él le hizo frenar en seco y sonriendo pensó en que hacía un largo tiempo no lo veía, aunque le había mandado sus felicitaciones por el embarazo de su esposa Irene hace un mes.

༒☬ 𝓑𝓪𝓭 𝓼𝓸𝓬𝓲𝓮𝓽𝔂 ☬༒Where stories live. Discover now