𝐌𝐑𝐒. 𝐏𝐎𝐋𝐈𝐂𝐄;; yun kalahari ✓ [EN EDICIÓN]

- ̗̀ะ🍣୭⇢ 018. Loser

MRS. POLICE

“No tuviste que haber peleado, te lo repetí una y otra vez y no me hiciste caso”.

“Jodel, pensé que g-”.

“Sé que querías ganarle pero no puedes hacer eso, me preocupas”.

El pelirrojo asintió, se sentía inferior, había perdido y su plan no había funcionado, quería impresionarla, no preocuparla.

“Desde que me dijiste que ibas a pelear te dije que no”.

“Y no te hice caso”.

Hannah asintió y luego apuntó el cuarto del chino.

“Por eso estamos aquí”.

“Tú culando la' helida'”.

“Exactamente”.

“¿'tas enojada?”.

“No, estoy frustrada”.

Yun lo entendía, nadie quería que le golpearan a su amigo, menos en una pelea ilegal en donde pueden sacar cuchillos o cosas por el estilo.

“Lo bueno fue que aposté por el otro”.

“¡¿Apo'tate pol el otlo gilipolla'?!”.

Hannah rió mientras le seguía curando, las heridas por suerte no fueron graves. Terminó de ver la última herida y volvió a guardar las cosas en el botiquín.

“Glacia'”.

“Nada hombre, para eso estamos”.

Yun solo la miraba atentamente todo lo que hacía, no era ningún secreto para sus amigos que él estaba enamorado más él lo negaba siempre.

Hannah al sentir una mirada sobre ella se giró y también lo miró, sin querer quedaron muy juntos, casi rozando sus labios.

“¿Cuándo te acercaste tanto?”.

“Yo no lo hice”.

La mirada de ambos se pasaron de sus ojos a sus labios, de verdad querían besarse, los dos lo deseaban pero sabían que estaba mal.

El chino había hecho una promesa y aunque rompiera una parte de ella tenía que respetarla.

Si no la respetaba sus compañeros lo matarían, ya era mucho ser amigo de una ex policía, no podía ser nada más, podría venderlo en cualquier momento.

Yun se alejó y retomó su postura nuevamente, quedando más alejado de Hannah, quien lo miraba con un brillo en sus ojos.

“Yo... tengo que ir a casa”.

“Yo te llevo”.

“Gracias de nuevo, otro día podemos atracar un badulaque si quieres”. Bromeó la castaña con una sonrisa.

“Si e' una cita acepto”.

“Tómalo como quieras”.

El chino algo emocionado asintió. “Lo voy a tomal como una cita polque sé que tú igual quiele'”.

“¿Quién dijo que quería una cita contigo?”.

“Se nota mucho”.

“No sé de qué me estás hablando”.

“Yo tampoco sabel, solo quelía molesta' a la señola comisalia”.

Hannah solo suspiró para luego volver a sonreír, se la pasaba muy bien con el pelirrojo.

“Lo estás haciendo señor mafioso”.

“No me llame' así que me caliento”.

“Siempre arruinas los momentos, ¿lo sabías?”.

“Me lo imaginaba pol la' cala que hace'”.