Capítulo 24

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Pensar en Megan me había llevado más rápido al clímax de lo que hubiese querido; mis ojos se cerraron por completo, sin saber que los de Sofía se quedarían despiertos toda la noche.

Volvió en sí cuando escuché el despertador de Sofía, la cual tenía mala cara. ¿Habrá dormido algo?

Ella apagó la alarma con gestos mecánicos, cerrando los ojos con pesadez, decidí acercarme a ella, buscando consolarla con mi presencia, mis brazos la rodearon con ternura, sintiendo el calor de su cuerpo contra el mío, un beso en su espalda desnuda fue mi intento de transmitirle mi afecto y mi deseo de aliviar su cansancio.

—Buenos días —susurré, tratando de infundir un poco de calidez en la fría atmósfera de la habitación.

Ella emitió un quejido apenas audible y se giró hacia mí, su mirada cargada de una mezcla de fatiga y molestia.

—¿Te ocurre algo? —pregunté, preocupado por su bienestar.

Ella negó con la cabeza y se acurrucó contra mi pecho, buscando refugio en mi abrazo.

—Simplemente estoy muy cansada, anoche no pude dormir bien —confesó con voz apagada, revelando la lucha interna que había enfrentado durante la noche.

—Tranquila, esta noche podrás dormir sola —bromeé.

Ella negó con la cabeza.

—No es eso, simplemente anoche me sorprendió que llegases con un ramo de flores y pasarás la noche conmigo.

No entendía qué le ocurría, pero me limité a besar su frente y cerrar los ojos para ver si podía volver a dormir.

—¿Hoy no trabajas? —me preguntó.

Sentí nervios en la boca del estómago ante esa pregunta.

—Sí, me tengo que ir en un rato, pero no quiero —me excusé.

Sofía se levantó y se fue a la ducha, esperaba que me invitase, pero no lo hizo, observé su figura desaparecer entre las sombras del baño, preguntándome si ella también se sentía tan confundida como yo en ese momento, aproveché para mirar mi teléfono móvil, tenía varias llamadas de Madison, pero solo podía pensar en Sofía ¿Estará molesta? ¿Por qué no me lo dice?

Borré las llamadas de Madison con un suspiro de alivio, deseando dejar atrás las complicaciones que su presencia siempre traía consigo, decidí quedarme en la cama un poco más, sumergiéndome en la comodidad del colchón, mientras esperaba que el tiempo se detuviera por un momento, Sofía no tardó en salir de la ducha, envuelta en toallas que ocultaban su figura tentadora.

Mis pensamientos divagaban mientras la observaba, preguntándome si se le caería la toalla, sacudí la cabeza, intentando alejar esos pensamientos traviesos mientras ella se vestía frente a mí.

—Deberías vestirte, se va a hacer tarde —me instó Sofía, sacándome de mi ensimismamiento.

Si ella supiera que no tenía trabajo y que había pasado la noche con ella porque no tenía dónde dormir.

—Tienes razón —respondí, levantándome de la cama con cierta pesadez en el corazón.

Recogí mi ropa del suelo con gestos automáticos, tratando de no pensar demasiado en lo incómodo de la situación, mientras me vestía poco a poco, sentí la mirada de Sofía sobre mí, como si pudiera ver a través de mi disfraz y percibir la verdad que ocultaba.

—Hay un cepillo guardado en el baño, úsalo —me indicó Sofía mientras yo me dirigía al baño para lavarme los dientes.

El cuarto de baño estaba repleto de productos de cuidado personal, un reflejo del meticuloso cuidado de Sofía por su apariencia, me sorprendió ver la cantidad de cremas y lociones alineadas en el lavabo, una muestra más de la dedicación obsesiva al detalle que parecía compartir con Madison.

Los Chicos De Harvard •Madison Beer• Megan Fox• Sofía Carson•Where stories live. Discover now