Capítulo 68

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Capítulo 68

Doble actualización (2/2)

Raven.

Esteban abre la puerta del copiloto para mí y aunque en un principio dudo señalando mi ropa húmeda, él asegura que no es problema y que él también está igual, por lo que no pierdo tiempo y entro a su auto sin más que esperar.

Él entra después y de inmediato enciende la calefacción, y aunque no se lo diga directamente, lo agradezco. Emprendemos camino de regreso a mi hogar y quisiera decir que no es incómodo, pero ninguno de los dos dice nada, dejando que el silencio se apodere de la cabina.

Siento sus ojos sobre mí de vez en cuando, pero no lo miro, permanezco con la vista puesta en la ventana y ni si quiera estoy observando el exterior, observo mi reflejo.

Mi cabeza es un caos y no sé cómo ponerle orden, no sé a qué debo darle prioridad, ¿En qué momento se complicó tanto mi vida?

En algún punto del camino Esteban se cansa del silencio y enciende la radio, la voz de Taylor Swift inunda el lugar con The way I loved you y una sonrisa mordaz se dibuja en mis labios por lo irónico de la situación.

Para cuando él se estaciona frente a mi edificio la lluvia se ha detenido, y sé qué es lo que tengo que hacer ahora, lo he pensado durante todo el camino, y tal vez no sea lo mejor, pero es lo correcto.

Juntando todo el valor posible me giro hacia él y por primera vez desde que entramos al auto lo miro. Su cabello húmedo cayendo sobre su frente, haciéndolo ver desarreglado, o quizás sea su mirada de aflicción lo que me hace verlo de esa forma.

Lo sabe, la forma en que me mira me da a entender que sabe lo que pasará a continuación, y eso arruga mi corazón haciéndome sentir peor.

—Dilo —Me insta cuando los segundos pasan y no logro articular nada.

—Esteben... yo... —El nudo en mi garganta no me deja hablar, mis ojos empezando a escocer. Esto no debería ser tan difícil, debería poder decirlo y ya ¿cierto?

Él aparta la mirada de mí y la pone en frente, una sonrisa si gracia apareciendo en su cara.

—¿Es el padre de tu hija?

Su pregunta me deja descolocada.

—¿Qué?

—La persona por la cual vas a rechazarme —Sus ojos vuelven a mí, desalmándome.

—Lo siento —Suurro con un nudo en la garganta y él me mira confundido.

—¿Por qué?

—Debí decírtelo antes...

—No tenías por qué.

—Sí, si tenía, no es justo que te hiciera perder el tiempo cuando yo sabía que esto no llegaría a ningún lado —Contradigo a punto de llorar, enojada conmigo misma.

—Raven, tú no me hiciste perder el tiempo, me diste una oportunidad y descubriste que no hay posibilidad para nosotros, y eso está bien, yo estoy bien con eso.

—Lo siento —Repito, una lagrima escapando de mis ojos.

—Ya deja de disculparte —Me ordena riendo, RIENDO, ¿este tipo está loco?

—¿De qué te ríes?

—Pues de ti, ¡Mírate! No puedes rechazar a alguien sin sentirte culpable —Confiesa entre risas.

—¿Y eso te causa risa? —Inquiero, sorbiendo mi nariz.

—Sí, y al mismo tiempo me da ternura, es adorable —La sonrisa en su rostro sigue sin desaparecer y yo solo puedo observarlo como si tuviera dos cabezas —No me mires así, tú fuiste la loca a la que le dio un ataque de risa mientras corría bajo la lluvia.

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