NO ES LA MIRADA, ES COMO ME MIRAS © [en proceso]

2 Cap "¿Que Castillo?" 🛶

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Mi día avanzaba con la urgencia del tiempo marcando el compás. Con solo dos semanas para dominar el magnífico surf. La calma me envolvía al recordar mi encuentro planeado con Ethan, cerca de su hogar en el distante pueblo de "Zens". Situado lejos de mi casa. Tenía muchas ganas de verlo, ya que solo nos vemos en verano.

En el banco, esperé pacientemente mientras observaba a lo lejos la figura de Ethan. Su pelo castaño aún húmedo del reciente baño, su característico andar y la sonrisa que siempre llevaba consigo. Sin embargo, mi atención se desvió hacia la presencia de una chica a su lado, una presencia desconocida o al menos no mencionada en nuestras conversaciones anteriores. Opté por acercarme con una cortesía desbordante y saludar a mi novio.

—¡Hola! -extendí mis brazos y me acerque a abrazarlo—

—¡Hola J! —me respondió Ethan, y pareció guardar el esperado beso para un momento más reservado.

—¿Quién es ella? —con una sonrisa dirigí la pregunta mirándola-

—Soy Marta, trabajo con Ethan haciendo guías por Zens—respondió la chica.

—¡Qué bien! —esbocé una sonrisa tratando de ser amable.

—Sono il re del mambo, yija—dijo Ethan entre risas. Al parecer ellos sabían perfectamente de lo que hablaban y yo no.

—Mambo mambo, Yija —Le respondió ella casi llorando de la risa. Observé desde la periferia mientras empezaban una conversación de solo risas y palabras extrañas.

—¿Te apetece ir a dar una vuelta? —dije refiriéndome a mi novio.

—No podemos, tenemos que hacerle a una familia una guía turística-mencionó entre más y más risas.

—Ojalá que nos toque alguien tan divertido como "El del Mambo"—respondió su amiga con más risas insoportables.

—No te preocupes, yo también tengo cosas que hacer —respondí.

—¿Qué tienes que hacer?

—Muchas cosas, me voy ya que sino no termino —corte la conversación dejando un cálido beso en su cachete y alejándome lo más rápido posible.

Decidí hacer una parada en una cafetería antes de regresar a Bay. El cautivador aroma a café llenaba el ambiente, despertando mis sentidos y añadiendo un toque acogedor a este momento tranquilo antes de sumergirme nuevamente en el bullicio de la ciudad. Encargué un capuchino de caramelo con sacarina y, mientras aguardaba, elegí una mesa cerca del escaparate. La luz tenue y el suave murmullo de la cafetería proporcionaban el telón de fondo perfecto para disfrutar de este breve respiro.

Mi celular sonó mientras esperaba el capuchino. Extraje el dispositivo para ver quién llamaba, Leí el nombre de usuario, era un mensaje de Instagram de @caleb.bay_.