Delicato (JHS +21) Completa.

Final

Hoseok.

Jung Seoyon, se ha vuelto mi punto débil, al principio pensé que sería solo un capricho para burlarme de la familia Kang y mi propia familia. Pero ahora ella es una necesidad, nunca me llegue imaginar a nadie perfecto para mi, pues no necesitaba ese tipo de cosas.

Pero ella nació para ser mía. Su mente, su cuerpo, la manera en que no teme a lo que soy, tiene un temperamento fuerte, pero bajo mi tacto es sumisa en totalidad. No puede ser mejor combinación.

Más a la hora que sus gemidos llenan la habitación, cuando paso mi lengua sobre su delicioso coño húmedo.

—Hoseok— ahí estaba, mi nombre dicho entre jadeos —no lo resisto.

—El doctor dijo que debes guardar reposo —me quite la camisa— y tu solo me provocas —su mirada recorrió mi abdomen hasta mi pantalón, esperando ansiosa la liberación de mi polla que se hinchaba con facilidad al verla de esta manera —no podías esperar una semana.

Lo decía pero yo era quien iniciaba el juego previo, entre besos la acariciaba sabiendo lo rápido que pierde el control contra ello. Me incline para lamer desde su ombligo hasta el moretón en su costilla, bese con suavidad recordando los gritos de dolor de los kang al torturarlos por el daño que le causaron.

Tomo mi erección entre sus manos, masturbo de manera lenta y la acerco a su centro húmedo —¿Quieres follarme de una puta vez?

Sin quitarme el resto del pantalón me enterré como me lo pidió, su cuerpo se arqueo haciendo que las sabanas se arrugaran por encima de su cabeza, sus pezones duro relucían de sus redondos pechos. La tome de la cadera para golpear mas duro.

—El infierno que le espera a la siguiente persona que trate alejarte de mi.

Sus gemidos eran magníficos, podía ver toda la lujuria inyectada en sus ojos al mirarme de aquella manera, le gustaba observarme mientras la follaba, me tiene dominado, pero no hay quejas, nunca la habrá.

Los meses pasaron, ella ya no era mi sobrina, todos la conocían como mi mujer, a base de sangre les hice entender que ese delicado y perfecto ser me pertenecía y no existía otro nombre para ella que no fuera el de Mia.

—Señor Jung —una mujer con un escote que no dejaba nada a la imaginación se sento a mi lado en un evento de gala —luce encantador y sexy.

Su mano iba paso por mi pecho tratando de bajar hasta mi entrepierna, la detuve tomándola de la muñeca de manera brusca.

—Señor...

No la deje terminar, torcí su brazo doblándolo tras su espalda casi al punto de romperlo, jale su cabello haciendo que su cabeza se levantara, me acerque a su oído.

—¿Has estado bajo una piedra? —ella tembló al escuchar mi voz furiosa —¿Qué te hace pensar que puedes tocarme? Eres una basura nada mas, una mujer simple, alguien sin valor —le di jale un poco mas el cabello —mira al frente —sus ojos se enfocaron al centro del salón —esa que viene ahí, es mi mujer, la única que puede tocarme, no podrías compararte a ella en nada, ni siquiera eres digna de mirarla, debería sacarte los ojos y cortar tus manos por ser tan estúpida, al fin tu brazo esta apunto de romperse y no ves a nadie queriendo ayudarte.

Mi mujer venia caminando con una expresión fría hacia la chica entre mis manos, todos aquí me habían visto llegar con ella del brazo, el enorme anillo de compromiso brillaba en su dedo anular, el vestido dorado se le ceñía al cuerpo haciéndola lucir como una maldita diosa.

—¿Tu nombre? —Seoyon pregunto con desprecio.

—La...Laila.

—Bien Laila, supongo que eres lo suficientemente idiota como para olvidarte que Hoseok esta comprometido, ¿acaso pensaste que es como los demás capos? —la chica no contesto —veo que si eres idiota —trono los dedos y algunos de sus guardias se acercaron —llévensela lejos de aquí.

—Si mi señora.

La chica ya iba llorando, lo que le esperaba no era bueno, mi mujer molesta y celosa es mucho peor que yo. Se me acerco sentándose en mis piernas.

—¿Cómo es que te descuido un segundo y ya tiene a alguien encima?

—¿Importa? —la tome de las mejillas — como si ellas significaran algo —mordí sus labios — ¿crees que tocaría a alguien mas?

—Solo si deseas verme matarla a golpes para tu sádico deleite.

—Esta noche tendrá que atarte a la cama, volverás a quedar ronca, es una promesa.

Me beso sin importar nada, su aliento se mezclo con él mio y podía llevármela para follarla ahora, pero como jefe aun tengo compromisos, debo seguir en el poder para darle la vida que merece. Lo que me mantenga con vida será para ella, y lo sabe.

Terminamos otro mini fic, puede que en un futuro existan extras de esto, por eso deje el final algo abierto, no prometo nada, pero dios mio como amo a este hoseok, me la pase emocionada escribiendolo.

PODRA SER UN MATON, PERO JAMAS INFIEL!!!