𝟎𝟒

168 14 3
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

.

.

.

.

Cómo era costumbre se encontraba aquel peli naranjo huyendo de su secuestrador con temor a que no contara un día más en esa atemorizante casa. Los gritos escandalosos cesaron cuando fue encontrado dentro de un armario cercano a la sala de estar.

───Sebastian~───canturreo antes de abrir el mueble mientras sonreia con malicia───¡Aqui estás! Deberías empezar a cambiar tu lugar de escondite ¿sabes?.

Soltó una pequeña risita mientras examinaba a su mascota temblorosa tratando de cubrirse en esa pequeña esquina. Lo agarro por el brazo con fuerza y lo tiró hacia el.

───Vamos tengo un trabajo para ti hoy───centro su vista en la ventana y lo volvió a mirar.

───¿Un.... trabajo?───cuateloso trato de indagar más sobre ese misterioso pedido de su amo.

Hizo una seña con su dedo índice colocándolo sobre sus labios mientras se extendía una sonrisa perversa en su rostro.

───Deberás mantener tu papel en esto───la expresión de Sebastián cambio al imaginarse de que se trataba.

Vio como su amo salia de la habitación para empezar a gritarle a su hermano mayor que necesitaba una jaula para perros y también un bozal. Oh no, claro que el no usaría eso.

El sonido del timbre de la puerta se escuchó por todo el pequeño local que no media más que un pequeño departamento

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El sonido del timbre de la puerta se escuchó por todo el pequeño local que no media más que un pequeño departamento. La madre extrañada se asomo por el mostrador y le dio una sonrisa amable al pequeño hombrecito que se acercaba en su dirección cargando una caja, bastante grande a su parecer.

Apoyo el cajón sobre el suelo para luego pararse recto mientras sus manos se juntaban en su espalda, una sonrisa amistosa se desplaza sobre su rostro al analizar a la mujer frente a el. Ya veía de dónde había salido tal belleza. Dio una pequeña reverencia.

𝐇𝐞𝐲 𝐌𝐢𝐜𝐤𝐞𝐲! | Randal Ivory |©Where stories live. Discover now