𝟎𝟓

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La respiración del pelirrojo ruliento era agitada, sentía que en cualquier momento se asfixiaria, el espacio entre el piso y la madera del sommier no era tanta.

Podia escucharse el rechinar de la cama de un lado a otro moviéndose. El varon tenía una cámara en mano mientras grababa cada sonido de la habitación, después de todo era una orden directa de su amo, mejor dicho dueño, y el no se arriesgaria a provocar al demonio que se escondía debajo de esa cara de puberto.

Todo estaba bastante tranquilo hasta que la cama empezó a rechinar más fuerte, al joven estaba por agarrarle algo con el constante movimiento de la cama de la fémina.

───¡Mierda Camila! ¡Baja el volumen de ese puto parlante!───todo el alboroto para derrepente cuando se escucha el grito de la madre de la morocha.

───Pero mamá... Estaba por la parte en dónde can───el grito agudo de la mujer interfiere en la justificación de la menor.

───¡Me importa una mierda! ¡Apaga eso!───el suspiro deprimente de la chica no se hizo esperar mientras desconectaba el Bluetooth de su celular.

Los quejidos altos de la mujer no paraban, se escuchaban los tacones por toda la sala de abajo, luego de lo que pareció una eternidad se despidió de su hija rumbo a la veterinaria.

Cuando quedó todo en silencio, el varón colado en la habitación del interes amoroso de su dueño empezó a hiperventilar, se supone que Randal debia venír por el hace más de dos horas, aguanto la respiración cuando pudo ver por el rabillo del ojo a la estudiante ponerse las pantuflas.

───Bueno una ducha nunca está de más...───tomo el toallon entre sus manos mientras sus pasos se dirigían hacia una de las puertas del pasillo fuera de la habitación.

Agarro el pomo de la puerta pero una voz se escuchó desde su cuarto, quedó helada cuando lo noto y a pasos lentos se acercó nuevamente allí, hablo por lo alto en busca de alguna respuesta pero nada, siquiera una respiración.

Asustada empezó a revisar todos los lares en dónde pudiera estar ese pervertido, según ella, luego de revisar cada rincón empezo a dudar, pero su vista se dirige a su cama.

Debajo de la cama?...




Debajo de la cama?

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𝐇𝐞𝐲 𝐌𝐢𝐜𝐤𝐞𝐲! | Randal Ivory |©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora