𝟎𝟔

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Mientras sus manos transpiraban y su pecho subía y bajaba debido a la hiperventilación, sus pupilas viajaban de un lado a otro dentro de su cuenca todo este tiempo estuvo siendo grabado y fotografiada por la extraña mascota humana de su compañero de clase.

───O-Oye se que suena mal, pero no creo que sea tan malo como para atarme a tu silla───susurro el hombrecito tratando de sonar cortes, las gotas de sudor corrían por los costados de su cabeza.

───¿¡No te daba asco!?───dijo con una tonalidad fuerte contra restando la voz de su posible acosador.

El joven ruliento se encogió de hombros negándose a dar otra palabra más, evito la mirada de su apresora investigando la ya reconocida y familiar habitación para el.
La femina masajeo su cien mientras murmuraba cosas sin sentido, o al menos inaudobles para cualquiera, podría seguir con su acusación hacia su acompañante de cuarto, no elegido por ella, pero el timbre en la puerta delantera se escuchó a la lejanía de su alcoba.

───Ire a atender la puerta, y más te vale que sigas aqui cuando vuelva───se retiro de la habitación a paso lento y sin dar la vuelta simplemente iba tanteando el lugar para no tropezar en el proceso.

Bajo rápidamente las escaleras espiral y fue a abrir la puerta, no había nadie, solo una pobre nota escrita rápidamente a mano y cabe aclarar que era casi ilegible pero con esfuerzo logro entender cada una de las letras.

❝Nunca descuides tu reen preciosa, te veo en clases ♡♡❞

Comía en silencio, sin percibir la mirada curiosa de su madre lo que logro sacarla de aquel trance fue el suave toque de su progenitora en el dorso de su mano

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Comía en silencio, sin percibir la mirada curiosa de su madre lo que logro sacarla de aquel trance fue el suave toque de su progenitora en el dorso de su mano.

𝐇𝐞𝐲 𝐌𝐢𝐜𝐤𝐞𝐲! | Randal Ivory |©Where stories live. Discover now