Aquí comienza la segunda parte, los capítulos de la primera parte tuvieron una revisión pero estos no la han tenido, luego haré la edición pero por ahora solo quiero publicar para ver realmente el camino de la historia está tomando y si encaja con lo que planeé. Así que si hay errores, hazmelo saber. Comenta y vota, hadita :D
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Él hizo parar a su caballo y bajó cuando escuchó los gritos de Barnell y los otros capitanes para empezar armar el campamento.
Ya habían pasado dos días de viaje, pasaron a un primer pueblo en el que no se detuvieron pero no fue sorpresa ver a machos queriendo plantarles cara cuando llegaron a Harlen, debieron de recibir la noticia del grupo de soldados yendo en su dirección. Sus fuerzas eran menos, y los pocos que no se rindieron no tuvieron oportunidad. A la mañana siguiente mientras se iban la bandera de Damak, en purpura con un zorro blanco, ondeaba en lo alto de la propiedad del Lord de Harlen, mientras que la bandera de Hikar, en dorado y negro con el siervo, había sido tirada sobre la sangre del cuerpo del mismo Lord. Sus hijos tuvieron que jurar lealtad a la elegida por la Luna con el favor de que mantendrían sus puestos, fortuna e influencia. Y claro, sus vidas.
—¿Tienes alguna idea de a dónde iremos ahora? —inquirió Asisen fingiendo que ajustaba las correas de la montura del caballo. En realidad solo lo acariciaba distraídamente.
Él frunció el ceño por la manera en que Asisen quería obtener información mientras le empujaba su equipaje al pecho y decía: —Cuida mis cosas y cuando termine la guardia tal vez te lo diga. Tengo que asegurarme.
El ladrón tomó el saco alzando una ceja y terminó echándoselo al hombro al soltar, con el tono más socarrón: —Sí, señor.
Vio al macho irse antes de que pudiera darle una mirada cansada y terminó quitándose el casco con un suspiro. Sintió la presencia casi al mismo tiempo de que agudizó tanto el olfato como el oído y sonrió al saber que esa sombra que lo había estado espiando por fin se había acercado. Se volteó rápidamente al escuchar el movimiento y atrapó la muñeca que estaba a punto de tomar la daga en su costado.
Los fríos ojos plateados se clavaron en los suyos con molestia por haber sido descubierta.
— ¿Cuánto más vas a seguir haciendo esto? —inquirió sin soltar su mano.
Desde que habían salido de la fortaleza de Damak, Nycante había empezado a acecharlo con la excusa de mantenerlo alerta y mejor sus habilidades para vigilar, acercarse y atacar en silencio. Lo cual se le daba bien a la hembra.
—Hasta que la guerra termine. —dijo ella encogiéndose de hombros. — ¿Qué le pasa a Asisen?
—Está algo ansioso.
—Siempre está ansioso.
—Quiere saber a dónde nos dirigimos.
—No le dijiste ¿o sí?
—No, Barnell no ha dado la orden. —dijo con obviedad y ella sonrió de manera tensa, lo cual lo hizo fruncir el ceño y preguntar: — ¿Qué?
—Nada, Segundo. —dijo ella cruzándose de brazos y dando un paso más cerca de él. — Sigue haciendo un buen trabajo, Brit.
Él puso los ojos en blanco y sonrió un poco al corregirla: —Trik.
—Brit.
— ¿Por qué te empeñas en usar mi nombre real cuando aún te niegas a darme el tuyo?
—Ese es mi nombre.
—No lo es. Tú y Liriam tienen diferentes apellidos, ambos falsos. Le pregunté si su nombre era falso y dijo que no. Le pregunté si el tuyo lo era y decidió no responder. ¿Qué te dice eso?
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El Guerrero del Norte ©
FantasyUn joven mestizo encarcelado recibe la oferta de recuperar su libertad a cambio de pelear en una guerra que nadie ha previsto, sin saber que eso lo llevará por un camino más oscuro que su propio pasado. Dolor, amor, muerte, amistad, traición y sangr...